Hace unos días tuve la oportunidad de asistir a un evento en París en el que Qualcomm mostraba algunos de sus últimos avances en sus procesadores móviles. Una de las cosas que nos vendieron de las que nos hablaron fue LTE Broadcast, que permite emitir vídeo de alta calidad (4K incluido) en espacios limitados y con una infraestructura medio asequible.

Aquello me dejó más o menos plano, pero lo que sí que fue curioso fue cómo hablaron de que no tardaremos mucho en ver implementaciones reales de LTE Cat 6 y de lograr descargar a 300 Mbps en el móvil. O lo que es lo mismo, a máximos teóricos que son 3 veces los de mi actual conexión de fibra en casa. Una bu-rra-da. Uno se pregunta qué podrá hacer con esa capacidad, pero sobre todo, cuánto tiempo podrá disfrutarla. Porque es curioso cómo las velocidades de descarga en móviles no paran de crecer, y cómo la cantidad de datos disponibles en descarga en las tarifas de datos no lo hacen apenas.

Sobre eso hablaba Mikel Cid hace poco en Xataka, y en esas estamos en un 2014 en la que ese gigabyte de datos que ofrecen la mayoría de operadoras de media se puede consumir (descargando un fichero de 1 GB por ejemplo) en menos de un minuto en el móvil. Este verano ha habido movimientos para mejorar esas cifras entre algunas operadoras, pero la cantidad sigue siendo ínfima para la mayoría de escenarios. Tener 1 GB de cuota cuando podemos descargar a 100 Mbps es casi ridículo: vale que la descarga del correo o la consulta de las fotos de Facebook irá a toda pastilla, pero ¿de verdad necesitábamos 4G para eso?

Ahí es donde se plantea aquello de que las conexiones móviles acabarán haciendo que las líneas ADSL y las de fibra óptica o cable sean innecesarias. Las prestaciones parecen iguales (o mejores), pero evidentemente ahí nos encontramos con esa limitación de la concurrencia en redes móviles. Todos compartimos la cobertura de las antenas, y si logramos juntar a unos cuantos y todos ellos tratan de empezar a descargarse el último capítulo de Juego de Tronos, la calidad de la señal y la velocidad de descarga se verán muy afectadas. Eso es mucho más complejo que ocurra a día de hoy con el ADSL o la fibra, así que parece que de momento el salto a redes inalámbricas puras tardará… y eso que empresas como AT&T y Verizon están empezando a mover ficha en ese sentido al otro lado del charco.

Y mientras, algunos tratamos de ir un poco a contracorriente y seguir tratando de contener nuestro uso de los datos móviles. Yo solo tengo 200 MB con mi línea móvil de Fusión Fibra (he cogido la opción base para ver cómo me iba), y la verdad es que llegar a fin de mes con esa cantidad de datos es todo un reto. No es que haga un uso brutal de la conexión móvil -lo de teletrabajar ayuda mucho a no depender de ello-, pero aún así, cuesta.

Así que esta mañana, mientras andaba buscando contenidos curiosos para asombrar a la audiencia xatakera (je) se me ocurrió la idea de evaluar otros navegadores ligeros. Chrome, el navegador por defecto de Android parece estupendo hasta que uno echa un vistazo al consumo de datos. Es básicamente como tener un navegador de escritorio en el móvil: en Google no se cortan, y eso que no hace mucho introdujeron el modo de gestión de datos que ahorra parte de ese consumo.

Hay propuestas muy interesantes en este sentido, y aunque la idea es la de evitar todo lo accesorio (por ejemplo, nada de imágenes), me ha parecido curioso cómo el heredero del navegador Lynx en modo consola para Linux (y Unix, o aquel Line Mode Browser que Tim Berners-Lee se sacó de la manga en mayo del 91 para VAX/VMS…) tiene un heredero un poco sui géneris en Android. Al final el ganador es una propuesta que no conocía llamada TextOnly, y si queréis ahorrar datos en la navegación web deberíais probarlo.

El resultado lo he publicado en Xataka Móvil, y me ha resultado gracioso que el post haya tenido (al menos, de momento) tan poco tirón. Eso tiene dos posibles explicaciones. La primera, que el tema de no es tan interesante como yo pensaba (porras). O la segunda: que a la gente le da igual ahorrar en el consumo de datos porque total, España va bien.

Manda huevos.