El otro día pagué las luces de la pista de pádel con dinero en efectivo. En realidad la historia completa es que gané al pádel y luego pagué las luces como buen anfitrión. Qué partidazo, oigan. A lo Bela. Lástima el dolor de espalda del día siguiente. Maldición.
Pero el post no va de pádel. Va de dinero. De cómo a eso de pagar las luces con dinero en efectivo le quedan dos telediarios. Dudo que mis niños manejen mucho dinero en efectivo cuando estén en edad de manejar pasta. Espero que el efectivo no desaparezca nunca y que puedan hacerlo si lo necesitan, pero dudo que lo hagan.
Lo vemos por todas partes. A la gente le priva lo de pagar con el móvil. A mí me alucina desde que por fin pude hacerlo con el Galaxy S7 y luego con el Mi 6. Esa era una de las poderosas razones para cambiar de móvil en aquel momento de 2017: yo también quería dejar la cartera en casa y convertir el móvil en mi medio de pago.
La cosa va a más, pero eso no significa que sea perfecta. Lo he mencionado en varias ocasiones, pero resulta casi absurdo que en 2020 pagar la cuenta en una cena de grupo sea un ejercicio tan absurdo. No hablo ya de lo de pagar a escote, que a mí no me mola mucho. Soy más del estilo Ribadeo, ya sabéis: cada un paga o seo. Hablo de lo de que hacer las cuentas y pagar se convierte ne un ejercicio de malabares en el que normalmente se tarda mucho tiempo. Yo pago en efectivo, yo con tarjeta, págamelo tú que se me ha olvidado traer pasta, etc, etc. Un lío.
Incluso cuando alguien pone lo tuyo, devolverlo es una historia, y aunque hay alternativas como Bizum, Twyp o Verse -por cierto, recién comprada por Square, qué fuerte-, no tenemos aquí ese monopolio que lo facilitaría todo. La competitividad y la fragmentación son aquí desventajas: como no todo el mundo está en Bizum (o en la que sea) lo normal es que mucha gente no pueda mandarse dinero así. Total, que acabas haciendo transferencias de cinco euros (o los que sean) de una cuenta a otra. Muy rollo, y muy poco eficente y cómodo.
Pero claro, hay alternativas de futuro espectaculares. Sin ir más lejos WhatsApp, que acaba de lanzar su servicio de pagos móviles integrados en WhatsApp al más puro estilo WeChat. No lo han hecho en China, claro: la cosa ha empezado en Brasil. Vinculas tu tarjeta de crédito o débito a WhatsApp y ale, a tirar millas. Puedes pagar en comercios, pero también de persona a persona. En el primer caso no hay comisión para ti y sí para el comercio. En el segundo, que yo sepa, no hay comisión ni para ti ni para tu contacto.
La idea es obvia y lo raro es que Facebook haya tardado en ponerla en marcha tanto tiempo. Por lo visto llevaban tiempo intentándolo en India, pero allí los organismos reguladores estaban poniendo trabas. Parece que en Brasil no han puesto tantas pegas, así que Mark Zuckerberg y sus chicos ya han comenzado a operar allí como un sistema de pagos móviles. Una revolución absoluta no por la idea en sí -insisto, WeChat lleva haciendo eso y mucho más durante años- sino porque WhatsApp tiene una ventaja sobre todos los demás bancos y servicios de este tipo:
Todos tenemos WhatsApp.
Esa es la clave. Es el monopolio de facto de las aplicaciones de mensajería móvil. Vale, lo de que todos tenemos WhatsApp es una exageración, pero desde luego es una de las aplicaciones más populares y usadas en todo el mundo. En Brasil 120 de sus 212 millones de habitantes la usan: la proporción es bajita comparada con España, donde el 83% de los usuarios la utilizan activamente. El 83%. Brutal.
Eso da una idea del alcance de esta iniciativa. Seguro que seguirá habiendo muchas otras formas de pagar ya asentadas, pero si todo el mundo tiene WhatsApp, lo más probable es que al menos para pagos interpersonales esta herramienta se convierta en un absoluto éxito. El propio efecto red favorece una y otra vez a WhatsApp, que conseguirá que usemos este sistema por la sencilla razón de que será mucho más fácil, rápido y directo hacerlo con ellos que hacerlo de otro modo. Y cuando la gente tiene una alternativa más fácil, rápida y directa, la usa.
Hay peligros, por supuesto. Que WhatsApp sepa de dónde a dónde se mueve mi dinero no me mola mucho, pero es algo que ya sabe mi banco. Es cierto que con Facebook detrás las suspicacias son enormes. Los anunciantes deben estar como locos pensando que pronto van a poder acceder a ricos perfiles de compra -agregados y anonimizados, por supuesto- para lanzar sus campañas. Si todo va como espero, nuestra única salvación aquí volverá ser el sentido común: te llegará publi más personalizada que nunca, así que en tu mano estará compartir según qué cosas y comprar según qué otras.
Esa potencial amenaza a la privacidad a mí me parece una mala forma de ponerle pegas a esto de WhatsApp y los pagos móviles. La gente (yo incluido) ha sacrificado casi toda su privacidad para hacer que su vida sea más cómoda, y dudo que los pagos móviles vayan a ser la excepción.
Ahora queda por ver dónde nos lleva realmente todo esto. Yo creo que las ventajas son más importantes que los inconvenientes, pero claro, también me puedo imaginar estupendas distopías. Así pues, esperemos lo mejor y preparémonos para lo peor, porque si una cosa está clara es que el dinero en metálico está de capa caída (y eso no es bueno). Vamos a un futuro cashless y lo que mola es pagarlo todo en digital. Y si es vía WhatsApp, pues más.
Pese a quien pese.
En Argentina está funcionando hace un tiempo Mercado Pago, empresa de Mercado Libre ( similar a Amazon ), y realmente es un golazo. La utilizo para pagar y también para cobrar en mi negocio. Con el tema del COVID19 aumentó mucho su utilización. Permite enviar links de pago mediante mail o mensajería ( WatsApp ), cargas tarjetas de celular o transporte y, con sólo escanear una factura de servicios o impuestos, pagás con comodidad. Si querés cobrar un trabajo en el domicilio del cliente, sólo tenés que mostrar el código QR de tu celular, el cliente lo escanéa y todo terminado. Se puede enviar dinero y transferir a cualquier banco o usuario.
Qué bueno Isidoro. Me pregunto si con la situación económica en Argentina precisamente estos sistemas acaban teniendo más sentido, aunque claro lo tendrían aún más de estar ligados a alguna criptodivisa. Leí en algún lado que allí bitcoins y otras se habían convertido en una moneda refugio interesante para muchos, no sé si será cierto.
Dinero digital en lugar del ineficiente y muy dado a la caja B dinero físico: bien.
Que Whatsapp se convierta en el estándar del mismo: mal.
Miedo me da.
Sí, hay ahí inconvenientes importantes. Mucha tela que cortar, Bardwolf, pero efectivamente que una empresa como Facebook controle esto es MAL. Ojalá salgan opciones con mejor pinta.
Que bueno que juegues a padel, Javi, estaria genial si un dia haces un post para los que seguimos ese deporte 🙂
Jajajj 🙂 bueno no es la temática habitual, ya sabes, igual cualquier día cuento algo aunque sea por salir un poco del tiesto tecnológico. Habrá que organizar un torneillo para los lectores de Incognitosis y daros cera a todos (o que me la déis a mí, je) xD
En China, Weidu y Line son enormes. Es más, los pagos QR con Line son la norma (había hasta mendigos con Line). Alibaba es otro gigante que ha creado algo muy similar a PayPal allí.
Toda la región ASEAN está adoptando sistemas así, sino es que los tienen asimilados ya (Japón llevaba ya tiempo con la Suica integrada como app).
Lo que más me sorprende es que WhatsApp y Telegram estuviesen tardando con ello. En parte, me imagino, es por el público mayoritario al que están dirigidos (el europeo) que está poco acostumbrado a aplicaciones estilo «navaja-suiza», un poco por reticencia, un poco por privacidad y seguridad. Una barrera (buena o mala, según se mire) son las leyes en la EU.
A ver en qué queda. Por cierto, como curiosidad: Line es muy popular en Italia.
Que yo sepa la que lo peta en China es WeChat, pero sé que Line también es hiperpotente allí. Telegram no tiene el alcance de WhatsApp, pero a mí me sorprende aún más que Google o Apple no hayan movido ficha con sus aplicaciones de mensajería para hacer lo propio. Supongo que acabarán lanzando algo en este ámbito. Veremos.
Line es grande pero en Corea y Japón, en China no figura. Para comunicación están Wechat y QQ. En cuanto a pagos, están Wechat Pay y Alipay. Sin duda es cómodo y conveniente. TODOS lo usan, desde negocios hasta vendedores y claro, la «gente de a pie». Sin duda es complicado a nivel privacidad pensar que Facebook tendrá esos datos… pero creo que es hora de vivir en un mundo digital en todos los sentidos.
Ante todo, felicidades por tu blog, siempre hay cosas interesantes y me he hecho un asiduo a el.
A mi lo de pagos sin dinero físico ( no en Whatsaap que ni tengo ) y que se llegue a implementar solo esa opción de tarjeta/movil me parece, aparte de la información que como bien dices ya tiene tu banco, pero no una app que vive de la publicidad, una entidad podría congelar el dinero o bloquear tus compras si no le parecen adecuadas, subidas de tasas e intereses si no les parece adecuado según les convenga, control de la economía todavia mas en la banca privada, muchas personas mayores no se manejan sin dinero físico y a saber que mas podría pasar, porque si algo enseña la tecnología y la economía, y puedo pecar de alarmista, pero es que lo que hoy esta bien, y mas en tecnología , en 4 años puede ser una hecatombe y ni lo viste venir ( quien vio venir Cambridge Analytica).
Las ventajas son de sobra conocidas y anunciadas por marcas de todo tipo, pero en el equilibrio esta la virtud, en tener opciones, cuantas mas mejor, y que cada uno elija la que mas le convenga en cada momento.
Muchas gracias Lenguado, cómo mola leer esas felicitaciones 🙂 Lo que dices es muy cierto, hay muchas desventajas importantes que hacen que la desaparición del dinero físico no sea nada deseable. Esta transición, si se llega a hacer, tiene que ser muy, muy lenta. Esperemos que estas revoluciones no dejen atrás a nadie, y aquí yo me fijo más en servicios como M-Pesa en África, donde mucha gente no está bancarizada pero hace transacciones con este sistema. Puede ser una buena idea coger inspiración de ahí.
Secundo el «miedo» a que facebook este detrás, pero como mencionas, si no es una aplicación que este brutalmente masificada, esto de «acabar con el efectivo» va tardar mucho.
Aquí en México el mismo gobierno lo intentó con su propio sistema de pagos QR y no ha funcionado (no tengo datos de que no funcione, pero nunca he visto ningun negocio que lo tenga implementado):
https://www.youtube.com/watch?v=-YWY17DFFm8
Asi que si whatsapp lo pone facil a dos «tap’s», pues ganara sin mucho problema.
Efectiviwonder Juan (¿Chanclas es tu apellido o un nick? 🙂 ) el problema con intentos oficiales del Gobierno es que el alcance suele ser muy limitado: WhatsApp y otras aplicaciones ya tienen mucho camino hecho, así que si implantan esa opción es probable que la adopción se dispare rápido. Veremos.