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Nueva ortografía, ¿más 2.0? Ja, ja, ja.

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Tener una madre que es toda una filóloga española ha dejado muchos positos en mi labor profesional. Vivo de escribir todo el día (bueno, ahora hago más cosas), así que hacerlo medianamente bien es algo que he ido cultivando a base de oir durante buena parte de mi vida cómo se debía hablar o escribir correctamente. Que luego uno tenga sus vicios y muletillas es normal, pero siempre he sido muy pijotero con la ortografía y, desde luego, con la forma de hablar de la gente.

Por ejemplo, me revienta que en la tele los analfabestias de turno (el 90% en Telecinco, tu pantalla enemiga) salten con expresiones y palabras que no existen o que no están bien aplicadas. Pero lo vemos por todos lados. El dequeísmo (y su archirrival, el queísmo), el verbo descambiar (que existe, pero que todo el mundo usa mal), las cocretas y los participios terminados en «ao» (te has pasao) son algunos de los ejemplos clásicos, muestra de que cada uno somos de nuestro padre y de nuestra madre y que lo que mamamos es al final lo que acabamos copiando. Es ley de vida, pero eso no quita para tratar de respetar este fantástico idioma que tenemos y que tratamos tan mal.

La cosa se pone cruda cuando nos ponemos a analizar cómo utiliza la gente el español en Internet. Es para llorar. Viva la anarquía. Escribir todo en mayúsculas, olvidarnos de esas dos letras («qu») que los analfabestias, maKarras y vagos de las narices sustituyen por k, pasar de las tildes que son obligatorias (también en mayúsculas, amigos míos: se escribe «Ãngel», no «Angel»), y por supuesto, olvidarnos de que (atención al «de que», pequeños analfabestias, aquí sí está bien puesto) existen signos de puntuación, que en español tenemos signos de abrir admiración e interrogación, y de que las haches son mudas, pero no tontas.

Sinceramente, el nivel de escritura y redacción de un altísimo porcentaje de los internautas con los que he tenido que lidiar (prefiero no intentar precisar el porcentaje) es lamentable. No sé si es que ahora los únicos que comentan en los blogs y sitios web españoles que leo son estudiantes de 10 años, pero muchos comentarios asustan. No quiero entrar en debates educativos ni en que en otros países de habla hispana se puedan usar ciertas expresiones. Aun con esa realidad, la ortografía española en la web apesta y parece que los maestros del HOYGAN (todo en mayúsculas, adrede) crecen por doquier.

Así que la noticia de la presentación de la nueva Ortografía (debería ser con minúscula, según ese mismo tratado, ya que es un nombre común) me ha dejado bastante frío. En El País hablan de ello con un título original, pero curiosamente cometen una falta en el texto («Esa doble naturaleza de prontuario y tratado fha sido ampliamente subrayado…» al menos que yo haya visto, no lo he leído entero), así que no predican mucho con el ejemplo. Reconozco que yo también cometo faltas de ortografía, pero creo que la gran mayoría de las veces son debidas a traspiés con las teclas (ahora ya menos, el teclado del MacBook Air desde el que escribo esto ha mejorado ese apartado).

Y es que esa nueva Ortografía revisada que acepta términos sajones escritos al estilo español (pirsin por piercing), que nos hace confundir la y griega de toda la vida con la ye y que es permisiva con los mensajes cortos (bueno, aquí quizás yo también levanto la mano, pero no mucho) es demasiado moderna para mi gusto. Puede que haya que adaptarse a los tiempos, pero todo tiene un límite. Lo curioso es que presuman de apertura y de adaptación a las nuevas tecnologías.

De hecho, la presencia de la RAE en Internet es a mi entender, y no metiendo mucha caña, discreta. El sitio web oficial de la Real Academia Española es cutre a más no poder (también deberían adaptarse a los tiempos en esto), y no hay demasiado movimiento -que yo sepa- en redes y medios sociales que quizás enriquecerían un poco la difusión del idioma y su uso correcto.

Lo que más me gusta con mucho de la RAE es la forma tajante en la que corta cualquier intento de buscar términos que no existen. O los escribes perfectos, con sus tildes, sus haches, en singular, y, sin son verbos, con el infinitivo (bien por la posibilidad de conjugarlos), o te salta el «La palabra x no está en el diccionario«. Sin más. No hay búsquedas relacionadas (aquí se apuntarían un tanto para los analfabestias), ni consejos que puedan orientar al pobre que quiera tratar de mejorar su vocabulario.

Con esa ayuda del organismo más importante al cuidado de la lengua española en todo el mundo, poco se puede decir. El español es el segundo idioma más hablado en todo el mundo, pero a este paso no tardaremos mucho en llegar a un punto en el que los que vivimos la EGB no vamos a entender a los que están viviendo la ESO (sin mentar los sistemas educativos de otros países). Porque ahora resulta que el español de España y el de Argentina, Chile o México son distintos (eso nos dicen en Microsoft cuando instalamos Windows). Acabaremos teniendo un español distinto para Madrid, Andalucía, o Soria.

Tócate los cojones. Con c, no con k.

(Obviamente, yo también me tomo ciertas libertadas al escribir en mi blog, así que tirón de orejas a mi mismo. Analfabestias, por ejemplo, no es un término aceptado por la RAE. Todo se andará).

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16 comentarios en “Nueva ortografía, ¿más 2.0? Ja, ja, ja.

    • No, no, positos, diminutivo de poso. Según la RAE:

      poso.
      (De posar).
      1. m. Sedimento del líquido contenido en una vasija.
      2. m. Descanso, quietud, reposo.
      3. m. ant. Lugar para descansar o detenerse.

  1. rascarasca1 dice:

    María Moliner en el Diccionario de Uso del Español:

    1 Sufijo con que se forman los participios de la primera conjugación: «pintado, casado». Esta terminación «-ado» se pronuncia con «d» muy relajada e incluso llega a convertirse en «ao»: «Ya hemos llegao»; pero hay que tener cuidado de pronunciarla diptongada y también de no convertirla en «au», pues el hacerlo así es propio del lenguaje tosco de algunas regiones. Añadido a nombres, forma adjetivos derivados (de significado semejante al de los participios) que expresan la presencia de la cosa designada por esos nombres: «barbado» (= «con barba»), o bien la ausencia de dicha cosa, cuando se combinan con los prefijos «des-» o «in-«: «descamisado» (= «sin camisa») Igualmente, adjetivos de *aspecto: «aterciopelado, nacarado, perlado». También, con terminación «o», nombres de *acción y efecto: «pegado, cribado, revelado». Y nombres de conjunto: «arbolado, alcantarillado».
    2 Forma nombres de *situación, *cargo, *dignidad, *empleo o *jurisdicción, que son a la vez, según los casos, de duración de esos cargos y del local en que están instalados, etc.: «papado, rectorado, noviciado, obispado».
    3 Es sufijo átono en algunas, raras, palabras: «nuégado».

    ¿Qué opina tu madre de esto?

  2. lc dice:

    Están democratizando la ortografía, o sea, adaptándola a la media, como todo, siempre había pensando que había que adaptarse a los que gozan de la maestría, que no están precisamente en la media. ¿Dónde queda la excelencia?, ja,ja

    El dequeísmo me mata, me rechinan los dientes.
    Normalmente, no pongo tildes, aunque estoy totalmente de acuerdo en que es una falta de ortografía. La verdad es que las se poner (más o menos), pero me tengo que esforzar, así que solo las quedo para los exámenes y cosas de esas. Lo gracioso es cuando algunos de los llamados «talibanes de la ortografía», después de recriminarme las tildes, me hablan de lo maravilloso de la lengua inglesa, cuando la realidad es que «pasan de todo», básicamente es orientado a memoria, no a reglas, ni a lógica, ¡caray!, como el c++ y tal, ja, ja, que curioso. Y si nos referimos al lenguaje ingles hablado, solo hay que pedirle a un angloparlante que deletree, y veras que falla «como una escopeta de feria». La vocalización (sobretodo los americanos) es para volverse loco, no saben usar la boca y demás músculos relativos al habla. Así no me extraña que ¿hablen? tan rápido. Hace poco leí que los no nativos en inglés se entiendo mejor entre si que con un nativo, es para pensar el motivo. Menuda chapuza.
    En los sms y mis notas personales pongo de todo, sobre todo cuando tengo prisas, creo que q, pq y alguna abreviación más puede pasar.
    Por cierto, los hispanos de América del sur hablan mejor que los españoles, tienen más vocabulario, y se expresan mejor, incluso los pequeñines, aunque el acento es exagerado.Deberíamos aprender.
    Saludos.
    (Perdonarme los fallos, pliisss, ja,ja)

      • lc dice:

        aysssssss :-).
        Hombre, si hablo de que la idea es poner siempre la tilde debo de ser coherente y hacerlo asi en el comentario. Y las 🙂 deberian darte una idea del tono de la idea. Lo mismo no las ven en el mba de 13″ 🙂
        Por otra parte el «ponerla cuando se debe» nace de las reglas de ortografia, y de sus cambios, como estos que comentas, y con mi estupida idea cambiando las reglas de las tildes estaria poniendolas «cuando se debe».
        Vuelvo a reconocer que es una idea estupida, pero no me negaras que es mas facil poner tildes de este modo y que sabras cual tienes que acentuar sin tener que pensar cosas del tipo » acaba en n y no lleva acento, entonces el acento va en …»
        Sonrie

  3. tempranillo dice:

    Home, creo que sin el variado uso del lenguaje, con sus giros y modismos, con sus «malos» usos locales, quedaría reducido a la mínima expresión otro aspecto del lenguaje que trasciende sintáxis y gramática: el lenguaje como expresión de las distintas formas de vivir, de culturas y costumbres. La RAE no es más que un organismo que registra, a modo testimonial, los cambios a través del tiempo de nuestra hermosa parla. Y nada más. Porque por más que se empeñen en unificar critrerios, y que éstos se implanten en los planes educativos, la gente continuará hablando como debe: con comodidad. Y aquí, oiga, lo importante es hacerse entender. Luego, si ponemos un acento de más o de menos, importa una higa.

    • AGS dice:

      Tú lo has dicho: lo importante es hacerse entender. El problema es que a veces, con la comodidad o lo que sea como excusa, estamos llegando a extremos en los que es muy difícil entender lo que escriben algunos. Vale que una tilde más o menos no es algo muy importante, pero es que estamos llegando a un límite en que no es solo cuestión de tildes. Hace poco mi santa se leyó un libro (cuyo título no recuerdo). En él, sistemáticamente aparecía «sabia» cuando se hacía referencia a la savia de los árboles. Vale que se entiende cuando lo lees, pero cuando menos, resulta incómodo.

      A cuidarse…

  4. No iba a comentarlo, pero lo del teclado del Macbook Air me ha llegado al alma: «archirival» con una sola erre suena parecido a chirimoya, no a rival… Faltaría otra erre.

    Y Ortografía se escribe en mayúscula por ser el título de una obra.

    (Aghs, qué asquito me doy a veces)

  5. Alex dice:

    No se que decir Javi, después de leerte esto se me saltan las lágrimas y por dos motivos:

    Risa: porque lo has expresado de manera prodigiosamente divertida.

    Pena: porque describes la triste realidad con precisión quirúrjica.

Comentarios cerrados.