Y por el momento, no es mía 😉 Al contrario de lo que sucedió con la Wii y luego con la Xbox 360, esta vez pasaré de la PS3. Al menos, por ahora. La tercera generación de la PlayStation por fin ha llegado a Europa después de 4 meses de espera que a muchos les habrán parecido años. No es mi caso, sobre todo después de la larga lista de decepciones que [tag]Sony [/tag]ha provocado.

Es probable que Phil Harrison, mandamás de Sony América, esté detrás de muchas de ellas: en todas sus declaraciones me ha parecido un prepotente, y si su gestión al frente de SCEE y de la [tag]PS3 [/tag]es así, le quedan aún unas cuantas faenas más por causar.

Lamentablemente, no he visto la PS3 más que en foto, así que no puedo valorar si la consola vale los 600 eurazos que cuesta, pero es evidente que la inclusión de la unidad Blu-ray Disc es un elemento que aunque ahora se vea como algo exagerado va a tener mucho sentido a medio plazo. Conozco a más de uno que se la comprará más por la función de reproducción de estas películas que por otra cosa, y no me extraña: los juegos de primera hornada no están a la altura de los mejores títulos de la 360, y su sistema de juego online – no comments respecto a su mundo virtual, ‘Home’ – está muy por detrás por lo que sé del magnífico [tag]Xbox Live[/tag]. Sí tendría curiosidad por el tema de Linux en la PS3 y por la conectividad con mi adorada PSP con la que sigo muy viciado… (¡viva el Virtua Tennis 3!)

Por cierto, abandono en el [tag]PES 6[/tag]. No hago más que perder partidos con este maldito juego. ¿Por qué cada jugador hace lo que quiere y no me hacen caso? Ale, me voy a viciar al [tag]Gears of War[/tag], que tenía reservadito 🙂