En Incognitosis he hablado más de una vez de criptomonedas, un mundo que me fascina y que sigo de cerca tanto aquí como en Xataka. Eso me permite entender un poco mejor en qué consiste este complejo mundo, y al hablar de ello con amigos y familiares siempre suele ser difícil explicar cómo funciona todo esto.
Para empezar, a la gente que tiene ganas de meterse en este mundillo le cuesta entender cómo comprar y vender criptodivisas, pero eso es bastante fácil de entender y hacer ya: es básicamente como comprar acciones. Mientras que las acciones se compran normalmente a través de un banco y luego las ves subir o bajar de valor, las criptomonedas se compran normalmente a través de un ‘exchange’ o mercado de compraventa de criptodivisas (y luego ves también cómo su valor sube o baja).
¿Qué pasa una vez las compras? Pues que mientras que las acciones están bastante seguras cuando las gestionas en tu banco, con las criptomonedas la cosa no es tan fiable: ha habido robos diversos en exchanges que han logrado hackear, así que la recomendación habitual es que una vez compras bitcoin (o cualquier otra criptodivisa) lo ideal es que la muevas a un lugar seguro, y ese lugar seguro es un monedero o cartera de criptodivisas. Lo que en inglés se llama ‘wallet’.
Hay varios tipos de monedero, pero los más fiables son los físicos, que por ejemplo comercializan con bastante éxito Ledger o Trezor. Esos monederos son en esencia una cartera donde se guarda la clave privada que da acceso a tus criptodivisas de forma que siempre las tengas a mano. El concepto es muy parecido a la cartera donde guardas los billetes, solo que esa cartera además tiene una especie de candado con una contraseña para poder operar con ella.
El caso es que usar esos monederos no es del todo sencillo, y aquí es donde entra el llamado Material Bitcoin, un monedero de bitcoins «para no frikis» que ha sido desarrollado y creado por Uxío Fraga y su equipo. Uxío lleva años como responsable de Novatos Trading Club, mantiene un blog estupendo de trading y bolsa y lleva también un montón de tiempo dando formación sobre estos temas y asesorando a muchísima gente. Entre ellos, por cierto, a mí: gracias a él pude entender mucho mejor cómo funciona el mundo de la inversión en criptos y me dio claves importantes que he acabado usando a la hora de hacer mis pequeños pinitos al invertir en criptodivisas.
Total, que Uxío sabe de lo que habla: lleva en el mundillo bitcoin desde 2013, y de toda su experiencia salió esa idea: la de crear un monedero bitcoin ultra-resistente y con un formato súper curioso: es una placa de acero inoxidable (AISI 304L, innífugo y sumergible) que te permite tener siempre a tu disposición una cartera en la que meter bitcoins o de la que sacarlos para enviarlos a otro lado.
Uxío explicaba la evolución de la idea y su conversión en un proyecto real en una serie de post con ese enlace de antes y otros tres más (segundo, tercero, el cuarto sale mañana), y allí narraba su particular aventura para conseguir fondos —un millón de euros, ahí es nada— para poner en marcha el proyecto. Tras meses de trabajo, el monedero está preparado y ahora solo queda difundir la idea. Y ahí entraba por ejemplo yo, que podía ayudar un poco a Uxío desde mi rinconcito.
El monedero de Material Bitcoin es desde luego llamativo por su diseño, pero también por su formato: la dirección de tu monedero —un código alfanumérico que es como el carnet de identidad de cada uno de ellos— está grabado en la parte superior de la placa, pero es que además hay un código QR con esa misma información: si queremos depositar/guardar bitcoins en este monedero, solo tendremos que escanear ese código e indicar la cantidad a depositar, por ejemplo desde el exchange donde los hemos comprado. Por si hay dudas, aquí tienen un tutorial.
Si queremos sacar bitcoins de la placa, podremos importar la clave privada en cualquier monedero móvil —hay un tutorial completo también al respecto—. La clave privada (algo así como el PIN de tu banco) está siempre a tu alcance, y de hecho está grabada en la parte posterior y cubierta por un vinilo metálico adhesivo que de hecho nadie ve porque se graba en la placa sin intervención humana y se elimina del sistema una vez grabada. Nadie la ve, garantizan en su web, y no se almacenan esas claves privadas. El método es algo distinto al que usan otros monederos físicos, pero al final esa llave está siempre contigo y por tanto solo tú tienes acceso a esos fondos.
La idea de Uxío y su equipo es desde luego interesante, y este proyecto permitirá acceder a tres variantes de la placa (estándar, camuflaje y personalizada) que pronto se pondrán a la venta. El despegue de la oferta de hecho se producirá en Kickstarter, donde será posible además aprovechar la promoción de lanzamiento para conseguir descuentos de hasta el 33% sobre los precios oficiales.
La campaña empezará este mes de marzo, así que si estáis interesados, podéis apuntaros a los avisos indicando vuestra dirección de correo aquí para que en cuanto se inicie la campaña podáis aprovechar. Si quieres invertir en bitcoin pero no tenías muy claro cómo tener bien seguras tus criptodivisas, aquí tenemos una alternativa curiosa.
Yo solo puedo desearle a Uxío y a su equipo muchos éxitos. Él lleva años teniendo claro que esto de las criptomonedas será el futuro —o al menos, parte de él—, así que si créeis que esto efectivamente va para adelante, quizás queráis participar en este proyecto tan chulo.
¡Gracias por el apoyo, Javipas!
Estamos deseando lanzar el producto en Kickstarter para abrirlo al mercado internacional y ver qué respuesta tiene en cada país. De momento, fuera de España tenemos pocas muestras todavía.
Por ejemplo, sabemos que en Argentina gusta mucho, pero las aduanas están tratando fatal a su propia población, con lo que los envíos se vuelven lentos y complicados. Estamos aprendiendo truquitos poco a poco para ir sorteando todos estos pequeños obstáculos de la logística internacional.
Con los envíos que hicimos a USA, por ejemplo, también hubo fricciones. Sin embargo, a Francia realizamos varios envíos y fue como la seda.
Lo de los envíos debe ser súper complejo… Ánimo con ello Uxío!! Seguiré de cerca el proyecto, ya lo sabes, muchísima suerte ?
Ostras, pues si que es una vuelta de tuerca. Me parece una fantástica idea.
😉
Suena muy interesante, gracias por compartirlo.
Un amigo me ha recomendado invertir en Cripto mediante Binance. ¿Lo que compre por allí se podría “descargar” en esta tarjeta? Y si lo tengo en esa tarjeta, ¿cómo se vendería después? Gracias!
En esta placa puedes almacenar únicamente bitcoin (de la red Bitcoin).
Está bien comprar en Binance. Lo que está mal es dejar los fondos allí, sean euros o criptos.
En el caso del bitcoin, que es la moneda más sólida (con mucha diferencia) y por tanto la que conviene guardar a largo plazo la puedes llevar a la placa Material Bitcoin.
En la web de Material Bitcoin (materialbitcoin.com) tienes tutoriales detallados sobre cómo comprar bitcoin, enviarlo a la placa y sacarlo de la placa cuando quieras.
Material Bitcoin tiene un acuerdo con Bit2Me, que es el exchange más potente y fiable de España para que todo el proceso sea fácil y seguro.
Estupendo, muchas gracias 🙂
Hola Javier y Uxío, os sigo desde hace bastante tiempo (en vuestros respectivos blogs) pero hasta ahora no me había animado a comentar.
Me gusta bastante la tarjeta y la idea, pero sinceramente me daría mucho miedo que mi clave privada pase por manos externas. He leído que el proceso está automatizado y las claves privadas se borran y no dudo que eso sea así. El principal problema que le veo es por todas las ”manos” que pasa desde donde se serigrafía hasta que llega a casa del cliente. Seguramente sean varias personas (el operador de la máquina de CNC, el que hace el paquete, el que lo envía…) por no hablar de cualquier otra persona que trabaje en la empresa aunque no esté directamente relacionada con el proceso de fabricación como personal de limpieza o administración.
Basta que una persona de todas las que he dicho despegue la pegatina, haga una foto, y vuelva a poner otra pegatina (que habrá cientos iguales en la misma fábrica). Después sólo tiene que ir vigilando la cantidad de bitcoins que hay en cada cartera y, llegado el momento, transferirlo todo. Sinceramente, lo veo muy arriesgado. Puede que yo sea desconfiado (que lo soy) pero cuando hablamos de dinero, todas las precauciones son pocas.
Saludos
Carlos, muy buena pregunta. Te comento:
El proceso está enteramente automatizado y se realiza en una sala aislada (de internet y de la gente), en la que no se puede entrar mientras están las máquinas funcionando, donde no se permite entrar con móviles (ni cámaras, obviamente). Las claves privadas jamás quedan expuestas a la vista.
No hay operador CNC: Resumiendo, lo que si hay son láseres, brazos robóticos, extractor de humos y selladora industrial. Y cables y controladoras por todas partes.
El proceso de fabricación no se completa con la pegatina, sino con la placa, ya con el vinilo metálico puesto, dentro de un sobre negro de aluminio termosellado identificado por un código único grabado también a láser.
Incluso hemos pasado estos sobres metálicos con pegatina metálica por rayos X y no se ve nada más que un rectángulo perfecto.
En cualquier caso, al final, como dices, es una cuestión de confianza: Nadie duda ya si Trezor o Ledger están generando sus claves mediante algoritmos corruptos, por ejemplo.
Y, por supuesto, con que lo que tú dices pasara solo una vez, toda la empresa se iría al garete. No se monta un proyecto de esta magnitud para robar el dinero a unos particulares y acabar en la cárcel. Sería mucho más eficiente (por fácil y por anónimo) hackearle a la gente sus cripto.
Espero haberte aclarado, Carlos.
Buena aclaración Uxío 🙂
Gracias por la respuesta Uxío. Veo que habéis pensado en todo (a mí lo de los rayos X ni se me habría pasado por la cabeza) y, como bien dices, si llegase a pasar sería el fin de la empresa.
Mucha suerte con el proyecto, estaré al tanto de todas las novedades que vayas publicando y, quién sabe, a lo mejor un día dejo de ser tan desconfiado y compro una placa de esas ?
¡Muy bueno el articulo!
Esperando a comprar una plaquita.
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