Siento ser tan brusco de buenas a primeras, pero es que me sorprende que Microsoft, que llevaba tiempo de acierto en acierto, haya sacado al mercado Windows 11 SE.
La idea, dicen en Redmond, es la de dar a los estudiantes una versión de Windows que compita con Chrome OS en los Chromebooks. Es un Windows para pobres, y no lo digo por los (pobres, que puesto delante tiene otro sentido) estudiantes, sino por los equipos de pobre a los que va destinado.
No lo entiendo. Microsoft está intentando volver a poner de moda los netbooks.
Aquella época pasó, afortunadamente. Yo fui un feliz poseedor de un Medion Akoya Mini en el que hice alguna que otra peripecia, como un arranque triple con Windows Vista, Ubuntu y Mac OS X. Ahora veo aquello y me quedo asombrado, sobre todo cuando al parecer Mac OS X, por ejemplo, parecía funcionar de lujo a pesar de lo limitado del producto.
Aquel era entonces un equipo medio solvente, o eso al menos parecía. Un Atom N270, 1 GB de RAM, disco duro de 80 GB y pantalla de 10 pulgadas con resolución 1.024 x 600. Que aquello pudiera hacer todo lo que hacía era llamativo, pero como admití algo más tarde, «trabajar durante largas sesiones con estos equipos puede acabar con la paciencia de cualquiera».
Aquel fue un producto simpático y muy para friquis que quisieran exprimirlo, pero como todos los netbooks —que yo aclamé ingenuamente diciendo que suponían la bienvenida al futuro—, los compromisos y los sacrificios superaban a las ventajas. Eran portátiles castaña con un rendimiento castaña.
De aquello hace ya 15 años (el OLPC que vi nacer en el Red Hat Summit), pero es como si en Microsoft no hubieran aprendido la lección. (Casi) nadie quiere productos cutres, por muy baratos que sean. Sobre todo si vas a tener que trabajar o estudiar con ellos durante horas.
Pero ahí está Windows 11 SE, un ‘fork’ de Windows 11 que no tiene tienda de aplicaciones y que se centra en su uso en la nube con sincronización de archivos vía OneDrive, muy a lo Chrome OS. Las diferencias con Windows 11 son patentes, y estamos ante un sistema operativo que probablemente nadie querrá tener pudiendo tener Windows 11.
Puede que en equipos escolares tenga sentido para recortar libertades a los jóvenes y que no anden haciendo pifias, pero aquí dudo que la solución de Microsoft pueda competir con un Chrome OS que lleva mucho tiempo mucho más centrado en la nube y en su uso en escuelas.
Aún así debo decir que hay deas curiosas, como la de quitar la tienda y tener en su lugar una especie de lista blanca con aplicaciones que los «administradores» (profes, tutores, personal técnico de los colegios) pueden instalar, como Chrome o Zoom. Lo que más mola es el fondo de escritorio.
Y luego está lo otro, insisto: Windows 11 SE está destinado a equipos muy concretos y, sobre todo, cutres. El referente de todos ellos es el Surface Laptop SE, que cuesta 249 dólares —reconozco que el precio es un caramelo— pero que lógicamente ofrece unas especificaciones muy pobres: pantalla de 11,6″ con resolución HD (1.366 x 768, ¿no hace años que dije que estos había que vetarlos?), procesador Intel Celeron N4020/N4120, 4/8 GB de RAM y 64 o 128 GB de capacidad en una unidad eMMC.
Será interesante ver cómo se comportan realmente, pero no parece que algo así sea adecuado para sesiones de trabajo o estudio extendidas. La webcam de 1 MP tampoco promete demasiadas alegrías en el terreno de las videoconferencias, pero oye, es para niños: no necesitan más, ¿no?
Sí.
Como gurú de la filosofía de invertir en lo que uno usa, creo que comprarle estos portátiles a los jóvenes estudiantes les hace un flaco favor. Salvo que haya sorpresas, diría que esta propuesta es una auténtica castaña, y por muy poco más es posible conseguir un equipo más majo. ¿Ejemplos? Mirad los Incognichollos:
- Lenovo V14: un portátil modesto de 14? HD (1.366 x 768, cuidado con eso), Ryzen 3 3250U, 4 GB de RAM, 128 GB de SSD, Windows 10 Pro, teclado español, está a 309,99 euros en Amazon (baja de 389,99 ).
- CHUWI GemiBook Pro 14: portátil modesto pero resultón con una pantalla de 14″ 3:2 2K (2.160 x 1.440), Celeron J4125, 8 GB de RAM, 256 GB de SSD, Wi-Fi 6, puerto SSD, está a 379 euros en Amazon (activad cupón, baja de 409).
- HP 15s-eq1015ns: un portátil modesto de 15,6″ HD (1.366 x 768), un Athlon 3050U, 8 GB de RAM, 256 GB de SSD, sin sistema operativo, está a 299 euros en El Corte Inglés (baja de 349).
No sé Rick. No es que sean equipos increíbles, pero cualquiera de ellos supera en varia o todas las especificaciones a la propuesta de Microsoft, y en todos ellos se puede instalar un Windows 11 sin cortapisas.
Si yo tuviera un niño en edad escolar y tuviera que elegir entre los portátiles con Windows 11 SE y Windows 11, no lo dudaría. Está bien intentar recortar gastos, pero estos son portátiles casi miserables.
Ya vivimos la era de los netbooks. Pasó. No reabramos heridas.
La cuestión es que estos equipos me temo que no están pensados para que tú, persona individual, lo compres para tu hijo o para ti. Están pensados para que una institución compre dos palés y los reparta entre los alumnos, como equipo para que hagan los trabajos y consulten el contenido que necesitan.
El tema de que sea Windows es para que esté integrado en una infraestructura previamente existente y, sobre todo, para que sus usuarios estén en el directorio de la organización, no por otra cosa.
De hecho ellos mismos lo especifican en la página del producto:
¿Están limitados? Sí. Está diseñado así a propósito. Literalmente esa es su propuesta.
Por otro lado: yo no recomendaría comprar un Chuwi, y menos a un primer usuario de informática, simplemente por la disposición del teclado.
El titular es un poco agrio, pero me refiero no al sistema operativo en sí (que ciertamente tiene cosas curiosas) sino a los equipos a los que va destinado, que no creo ni que ofrezcan una experiencia medio fluida ni que tengan un buen ciclo de vida con esas especificaciones.
Lo del Chuwi es cierto que por el teclado puede dar algún problema, pero oye, están las pegatinas. Tampoco es para tanto.
Muy buen lema, invierte en lo que uses o vayas a usar.
¿Cuántos cursos escolares les quedan por cursar a esos niños a los que va destinado este equipo? ¿No tendrán la necesidad de una renovación prematura por su bajo desempeño? ¿No estamos en la lucha contra el cambio climático buscando dispositivos que su uso se pueda extender durante más tiempo?
Yo creo que un equipo con estas características, ya sea de Microsoft u otra compañía, no merece la pena.
Yo le veo el mismo futuro que Windows RT. Es decir, nació muerto. He visto Chromebooks desde 100 dólares y a veces en descuento a 80, frente a los 249 de esta Surface. Además de que la oferta de Chromebooks es mucho más alta en EEUU, que es, supongo, su principal mercado.
De hecho yo compré un Chromebook para mis peques hace dos o tres años. Me costó 100 euros y sigue funcionando razonablemente bien. Es una castaña como producto, pero para pequeñas tareas les sirve. Dudo que algo así pudiera ir medio decente con un Windows 11 (sea SE o no) que está dirigido a equipos más potentes.
Yo veo aquí que a Microsoft le ha picado un poco la cuota de mercado que le están comiendo los de Google/Alphabet con los Chromebook, y ésto no es más que una respuesta frente a ello (como bien ya detalla Manu Mateos en otro comentario).
Por experiencia personal, la mayoría de padres de niños que están en primaria compran tablets para sus hijos, y no es hasta que éstos entran en la ESO cuando le compran un portátil de entre 400€ y 600€ para sus trabajos que sí necesitan hacerse con un ordenador (generalmente en primaria el ordenador se usa más para buscar información que otra cosa)
Por cierto: Si alguno os hace falta un portátil compacto, potente, versátil, resistente, y barato, no dudéis en buscar de segunda mano los ThinkPad X260, X280, y posteriores. Algunos son un regalito por tener 12″ 1080P, una duración de batería adecuada, un i5/i7 más que decente, y hasta son convertibles pantallas táctiles en versiones Yoga. Entre 250€ y 450€ están dependiendo de lo nuevo que sean y el desgaste que tengan.