Vayamos al grano. Gráfica 1. He aquí la evolución de cuota de mercado de las distintas versiones Windowws a lo largo de la última década. Los datos son de StatCounter GlobalStats, y se ciñen a qué cuota tenía cada versión de Windows en cada momento, pero no indican qué cuota global frente a otras plataformas tiene este sistema operativo. Si queréis saber qué cuota tiene Windows, aquí tenéis la evolución según la misma fuente: casi 8 de cada 10 usuarios de PCs y portátiles utilizan alguna versión de Windows en sus equipos actualmente.

Gráfica 2. Esta la hice yo como parte de un análisis para Xataka titulado ‘Igual deberíamos dejar de matar al PC‘, y los datos no están muy actualizados, pero esa línea de tendencia se ha mantneido. Se venden menos PCs cada año, básicamente, aunque últimamente ha habido algunos trimestres sorpresa.

Esas dos gráficas sirven para demostrar varios puntos importantes. El primero, que la cuota de Windows 10 no para de crecer desde su aparición. Segundo, que la de Windows 7 cae en proporción inversa desde julio de 2015 -cuando apareció Win 10, claro- y probablemente lo hará tanto o más a partir de ahora porque, atención, a partir de mañana se acaba el soporte oficial para Windows 7 por parte de Microsoft.

Eso significa lo de siempre: si tenéis instalado Windows 7 en algún equipo de sobremesa o portátil, a partir de ahora estaréis desprotegidos. Sin gallumbeles, en plan comandos, vaya. Si surge cualquier problema y alguien descubre alguna vulnerabilidad a partir de ahora, Microsoft no la corregirá. Bueno, no lo hará a no ser esa vulnerabilidad plantee el caos absoluto, algo que sí ha pasado con venerado XP varias veces en los últimos años.

Pero para entendernos, contad con que estáis como Rambo. En solitario, sin apoyo, sin parches o actualizaciones. Ni de nuevas características, ni como digo de correcciones de problemas de seguridad. Los malos se podrán meter en vuestros equipos básicamente sin que podáis hacer nada para evitarlo.

En Slashdot lo avisaban y enlazaban un artículo bastante cutre de ZDNet en el que el autor apunta a que el ‘fin de vida’ (End Of Life, EOL) de Windows 7 es también el fin de una era. Matar productos y tecnologías da mucho juego (yo lo he hecho alguna vez), y aunque el redactor admite que los PCs no están muertos -«será el dispositivo con el que sguiré trabajando en el futuro inmediato»-, sí que vuelve con la cantinela de que mucha gente ha sustituido al PC con el smartphone, la tableta o los asistentes integrados en varios dispositivos.

Ahí es donde el tipo mete la pata hasta el fondo. Lo indiqué en el tema de Xataka en 2017 y lo vuelvo a indicar con esa segunda gráfica. A ver, por supuesto que se venden cada vez menos PCs, y por supuesto que el smartphone lo ha cambiado todo. Pero es que una cosa no tiene que ver mucho con la otra: la gente que usaba PCs ahora también usa smartphone, y la que no tiene PC y solo usa smartphone simplemente no necesita un PC para trabajar o entretenerse. O no puede afrontar su coste, que también puede ser, aunque no me creo esto mucho cuando se pueden encontrar portátiles modestos por 200 euros por ahí.

No sé como veis vosotros esa segunda gráfica, pero chavales, se siguen vendiendo un montón de PCs. En 2018 se vendieron 259 millones, y en 2017 se vendieron 262 millones. Son un porrón de máquinas, sobre todo si tenemos en cuenta que todos las dan por muertas. Y son un porrón de máquinas si tenemos en cuenta que mucha gente se supone que no actualiza sus PCs en un montón de años.

A mí los datos no solo no me parecen malos: me parecen extraordinarios. El smartphone ha cambiado nuestro mundo, sin duda, pero está aún muy lejos de cambiar nuestra forma de producir y trabajar. Supongo que habrá gente que solo necesite un móvil para trabajar, pero estoy seguro de que hay mucha, muchísima más gente que depende de un PC para ser productivo durante sus jornadas laborales. Queda muy guay decir que has tirado a la basura tu portátil para pasar a trabajar en un iPad, pero aunque la tableta de Apple ha ganado enteros en ese ámbito en los últimos tiempos, a mí ese discurso me parece forzado. Un poco postureo, si me apuráis. Pero oye, que si os basta con eso para producir, fantástico.

Todo esto viene a cuento de ese comentario del editor de ZDNet y de esa imagen de lúser que tiene Windows hasta para sus creadores. Microsoft lo ha dejado como un subproducto: Satya deshizo la división hace meses, despidió a Terry Myerson y pasó a centrarse definitivamente en la nube y los servicios. Que es lo que están haciendo todas.

A mí ese movimiento me sorprende y me entristece, porque los sistemas operativos de escritorio siguen siendo críticos para millones de usuarios en todo el mundo. Cuidado: Windows 10 sigue actualizándose y cada vez está más pulido, pero sus propios creadores andan despistados. Nos dan una de cal y una de arena. Desaprovechan oportunidades para pulir defectos y problemas clásicos (que a estas alturas el Panel de Control siga presente en Windows 10 es de traca) y también desaprovechan oportunidades para liderar terrenos que otros están descuidando. MacOS, por ejemplo, es un erial, y ChromeOS es un poco caótico.

No sé: si yo fuera Nadella igual miraría las cifras de ventas de PCs y las cifras de cuota de mercado de Windows 10. No es Android y no es iOS, pero es el producto con el que millones de personas siguen trabajando a diario. Igual no estaría de más seguir mimándolo a tope y diferenciarlo del resto de alternativas ahora que el PC parece estar muerto para todos cuando en realidad sigue siendo una herramienta vital.