Tecnología

Batería nueva, vida nueva (en el Dell XPS 13)

·

Cuando compré mi Dell XPS 13 (9343) lo hice totalmente convencido de que iba a acertar con la decisión. Atrás quedaba mi etapa de maquero con un MacBook Air que considero el mejor portátil que he tenido jamás —solo le fallaba el sistema operativo, porras— por muchas cosas, pero que no ayudaba a unificar un flujo de trabajo que yo quería basar en Windows (y como mucho Linux), no en macOS.

Los primeros meses hicieron que me preocupase de verdad. El XPS 13 tenía pecados importantes (touchpad, conectividad, bufidos) pero resulta que poco después una o varias actualizaciones de Windows 10 y de Dell —nunca descubrí cuáles— mitigaron todos los problemas. De repente el Dell XPS 13 cumplía la promesa que yo me había creído. Todo iba sobre ruedas hasta que el verano de 2016 me encontré con aquella historia de terror que posiblemente algunos recordéis.

Un buen día de ese mes agosto dejé de trabajar como siempre. Cerré el portátil sin apagarlo, que es lo que hacía siempre. Eso debería activar la suspensión, pero debió haber algún problema porque a la mañana siguiente el equipo no hacía nada. Estaba matarile. Después de muchos esfuerzos el Dell XPS 13 volvió a la vida, y desde entonces no he tenido que mirar atrás. Siempre lo apago tras usarlo por si las moscas, eso sí, pero por lo demás el XPS 13 se ha comportado de forma impecable. No así el servicio de atención al cliente, que ya me la había jugado a mí con mi problema y más tarde se la jugó a un amigo con otro Dell XPS 13 (9350) de forma similar.

El caso es que el portátil ha funcionado perfecto todo este tiempo. Sigo usándolo como equipo de trabajo a diario, y salvo raras excepciones lo que hago todas las mañanas después de levantarme y hacer mis 3.000 flexiones es encenderlo como si fuera un PC de sobremesa: está conectado a mi monitor 5K (ese maravilloso Dell UP2715K), a mi Logitech K800 y a mi Logitech MX Master. A partir de ahí, a aporrear el teclado.

Claro, no todo es perfecto: lo tengo conectado permanentemente a la corriente porque jamás me planteé lidiar con eso de ir agotando la batería, recargar, quitar el cable cuando estuviera cargado o a punto y vuelta a empezar. Y eso, claro, tiene un precio: la batería fue perdiendo autonomía, y cuando alguna vez lo usaba sin conectarlo al enchufe notaba cómo esa autonomía de la batería iba siendo cada vez más preocupante. En los últimos tiempos, de hecho, comprobé que no podía estar ni media hora sin el portátil conectado: la batería se había degradado completamente.

Eso hizo que me planteara dos opciones: o nuevo portátil o nueva batería para el Dell XPS 13. Y como habréis imaginado por el titular, opté por la nueva batería. El mismo amigo (¡Hola Daniel!) que había tenido el problema con su Dell había cambiado la batería hacía algún tiempo, y recordaba que me había contado que todo había ido fenomenal, así que me armé de valor y me puse a buscar alternativas en diversas tiendas online. Amazon era la primera alternativa, pero el modelo que vi allí costaba 50 euros. En AliExpress un modelo prácticamente idéntico costaba 35. No tenía excesiva prisa, así que oye, me fui al modelo chinorri, que llegó dos semanas después.

Lo de cambiar la batería podría parecer complicado a estas alturas de la película: la mayoría de fabricantes se esfuerzan por ponerlo cada vez más difícil, pero afortunadamente en este caso el proceso es muy sencillo y hay unos cuantos vídeos en YouTube —como este— que explican el tema. De paso, por cierto, aproveché para quitar un poco el polvo de dentro, sobre todo el que se había acumulado en el ventilador, que era bastante notable.

En apenas 15 minutos tenía el tema apañado, así que tocaba probar: el fabricante incluía un folio con recomendaciones para las primeras recargas: entre 6 y 12 horas cargando, dejar descargar al 3-4% y volver a cargarlo 6-12 horas, y así otro par de veces. Así lo hice, y estos días ya he podido probar la autonomía de la batería.

¿Cómo ha ido la cosa? Pues a priori, estupendamente. La primera vez que usé el portátil sin conectarlo a la corriente estuve más de 7 horas con él encendido, aunque hubo parte de ese tiempo que estuvo totalmente inactivo. Hoy por ejemplo lo he tenido unas 5 horas y media sin corriente trabajando a tope, así que me fío más de este dato.

Si cambia la cosa lo contaré por aquí, pero está claro que con 35 euros he logrado que mi portátil vuelva a ser portátil. Tener 5 horas de autonomía garantizadas con una sesión intensiva de curro es tranquilizador, y aunque ciertamente no puedo competir con equipos más eficientes y con más autonomía en este apartado, la diferencia no es tanta.

Parece que a mi Dell XPS 13 aún le quedan unas cuantas vidas. Ole.

Suscríbete a Incognitosis

¡Recibe en tu correo las nuevas entradas!

Standard

8 comentarios en “Batería nueva, vida nueva (en el Dell XPS 13)

  1. Isma dice:

    Hola Javipas!
    Entonces… ¿Cual es la mejor forma de optimizar la vida util de la batería? Estoy en una situacion parecida y pensaba que mantenerlo enchufado a la corriente (y usarlo con la bateria unicamente en “movilidad”) reducia el numero de ciclos de recargas, y por tanto alargaba la vida util de la bateria. Pero por lo que comentas, parece que lo óptimo es usar la bateria y conectarla unicamente cuando haya que recargar, ¿no?
    Gracias!

    • Land-of-Mordor dice:

      La batería se va a degradar aunque no haya ciclos de carga con el tiempo. Esté o no esté enchufada. A más de uno le comieron la cabeza con eso de que se «degrada» al estar el portátil enchufado porque está continuamente cargándose y descargándose y la dejaba metida en un cajón durante meses estando cargada. El resultado: misma degradación que dejándola dentro del portátil mientras estás conectado a la corriente. Recuerdo un caso de un familiar que cuando compró el portátil le quitó la batería y la dejó en un cajón durante casi año y medio, cuando la necesitó apenas le daba para 45 minutos de batería.

      • Curioso ese caso, pero sí, difícil evitar que se degraden. Eso sí, hay formas de mantener esa carga más o menos bien conservada durante bastante tiempo, pero son opciones incómodas para el usuario que tiene que estar atento a cuándo cargar y descargar el equipo.

    • Solución dice:

      Lo ideal es mantener la batería entre un 80% y 95% de carga. Mantenerla al 100% la degrada porqué al no poder descargarse sufre tensión (similar a si tu estuvieses 24h/7 días levantando pesas, tus músculos al final se degradarían).

      Por otro lado, dejar que pase del 100% al 0% implica completar un ciclo entero de carga, lo cuál también es malo.

      Sin embargo, la clave está en mantener la batería a temperatura constante (preferiblemente baja). El calor degrada más los componentes químicos de la batería que los ciclos o la tensión.

      Saludos

      • El problema para muchos -yo incluido- es que la práctica es muy distinta, y al usar el equipo casi el 100% como equipo de sobremesa acabo no desenchufándolo casi nunca (las noches, si me acuerdo). No es algo que me preocupe demasiado, porque he aguantado así más de cuatro años y la solución, como habéis podido leer, es sencilla. Pero ciertamente mantener esos parámetros de carga -entre el 20 y el 80% siempre, aseguran quienes saben de esto- es lo ideal.

        Bien apuntado, pero insisto: la teoría es una cosa, la práctica otra muy distinta.

Comentarios cerrados.