Feliz año, niños y niñas del lugar. Espero que como os decía en mi despedida de 2016 pasáseis una feliz noche y que este año que acaba de empezar sea fantástico en todo. Toca post tradicional este uno de enero: ese en el que aprovecho para sacar la bola de cristal y tratar de vislumbrar qué es lo que pitará en los próximos 12 meses. Y como siempre, toca repasar la quiniela del año pasado:

1. Convergencia: no hubo anuncio oficial de Google pero sí rumores muy fuertes y puede que como dije el año pasado haya producto real este año. Acerté en lo de que no veríamos MacBooks ARM (aunque el MacBook Pro tiene un micro ARM para controlar la Touch Bar, pero eso no cuenta), y ni Microsoft ni Canonical movieron prácticamente ficha en este terreno. Windows 10 y sus apps universales han pasado desapercibidos, aunque sí es muy llamativa la emulación de aplicaciones Win32 en ARM que parece llegará este año, y eso, chavales, mola.
2. Convertibles: esta era fácil, así que acerté aunque esperaba algo más de Google, que de momento parece que se reserva para este año.
3. USB-C: también acierto fácil, el 2016 fue su año, pero también el de la confusión por la enorme cantidad de interfaces que pueden usar este conector y cómo la gente se confunde con los cables cosa fina.
4. Relojes inteligentes: se pasó el hype. Aunque yo preveía que no habría sustituto del smartphone, pensé que tendrían más autonomía, pero de eso nada. Acierto a medias.
5. Realidad virtual: «Creo que en general habrá decepción e incomprensión». Ole. Yo diría que aquí acerté de pleno.
6. Microsoft: ninguna atención a móviles, que era lo que yo sí esperaba, pero no todo está perdido. Aún así, no acerté con mi apuesta por una visión más dirigida al móvil.
7. Google: preveía que la empresa comenzaría a apostar por hardware propio y lo hizo con los Pixel, algo que de hecho fue más de lo que yo esperaba. Acierto a medias.
8. Apple: esperaba como agua de mayo un potencial rival del Dell XPS 13, y mira lo que les pasó con el MacBook Pro. Todo críticas, y la mayoría razonables. «Creo que Apple simplemente sigue aprovechando el tirón». Pues eso. Otro acierto fácil.
9. Coche autónomo y eléctrico: fue una apuesta bastante facilona y sin datos concretos así que acerté también, pero oye, bien por incluirla.

Vamos, que me he lucido, casi todo son aciertos aunque las predicciones fueran bastante lógicas. ¿Qué espero de 2017? Veamos:

1. Convergencia: año interesante, pardiez, pero de nuevo, creo que de transición total hacia ese futuro en el que el smartphone (o lo que sea) podrá convertirse como equipo de escritorio. Google nos presentará Andromeda, fusión de Chrome OS y Android (pero que estará sobre todo basado en éste último), y Apple seguirá sin mover ficha de forma clara. Simplemente irá haciendo menos relevante macOS y más relevante todavía iOS. En cuanto a Microsoft, veremos qué nos ofrece con esa emulación Win32 en ARM que podría dar sentido de nuevo a móviles basados en Windows 10. Eso sí podría ser curioso pero la verdad, creo que esa batalla está ya prácticamente perdida a no ser que Microsoft dé un verdadero campanazo, algo muy difícil.
2. Más convertibles: habrá cosas interesantes en PCs de sobremesa (AMD le pondrá las cosas algo más complicadas a Intel en CPUs y GPUs), pero está claro que los convertibles volverán a ser más estrellas que nunca. Sobre todo los tablets, y la razón es obvia: el iPad Pro como antesala del nuevo PC de sobremesa de Apple basado en ARM, y el sucesor del Pixel C, sea el que sea, basado en ese proyecto Andromeda. Microsoft tiene sus Surface Pro, que desde luego como apuesta por la productividad sigue siendo excelente. Nada de móviles convertibles (al estilo de los Lumia 950 XL) por ahora en Apple y Google, pero cuidado con Microsoft aquí y un teórico Surface Phone. Lo veo.
3. Realidad virtual: a esos precios y con el interés actual me da que el nicho lo será aún más. La tecnología no está madura como pensábamos y faltan solucionar temas como la definición y calidad de las experiencias (este año veremos gafas 4K) y la fluidez para evitar mareos infernales. Atentos a Scorpio, Microsoft aquí podría hacer algo curioso si juega bien sus cartas, aunque en el caso de la PlayStation la apuesta yo creo que les ha salido rana.
4. Microsoft: año interesante para los de Redmond, que han hecho cosas chulas en 2016 (Surface Studio) y que espero que ofrezcan el citado Surface Phone cuando acabe el año. Project Scorpio también es muy llamativo, pero si como parece sale a precios premium dudo que muchos paguen por poder jugar en 4K por ahora. Las Xbox One S son suficientemente buenas (de hecho son más que eso) para la inmensa mayoría de la gente. A ver qué nos preparan con la ya citada emulación de apps Windows legacy en ARM, porque esa podría ser su tabla de salvación para el segmento móvil.
5. Google: Andromeda a la vista, y yo diría que les falta solucionar flecos en Android como lo de los pagos móviles fuera de EE.UU. A por ello.
6. Apple: año interesante por ser el del décimo aniversario del iPhone 8. Puede pasar de todo, pero conociendo a Apple y su forma de decepcionarnos en los aniversarios, diría que como mucho harán un iPhone 8 de verdad (el «anniversary edition», por llamarlo de alguna forma, que diría que será de 5 pulgadas) y dejarán el resto en plan iPhone 7s/Plus que serán más de lo mismo. ¿Cosas llamativas en el 8? Pantalla OLED y lector de huella integrado en pantalla. Más revolucionario llamativo por diseño que por lo que pueda hacer y lo rápido que lo haga. Que es lo que le va a Apple, claro. En el resto de gamas, decepción y aburrimiento. A seguir ordeñando la vaca del iPhone, me temo.
7. Coche autónomo y eléctrico: más transiciones, y así será durante unos cuantos años, me temo. Esto va a llevar tiempo. No espero ningún gran anuncio, salvo quizás que las Uber del mundo comiencen a prodigarse en el uso de taxis autónomos, de momento con conductor humano vigilando. Esta es una de esas revoluciones a largo plazo, y aquí la IA irá trillando más y más el problema gradual pero inexorablemente.
8. Tendencias: se consolida el USB-C y con él el conector que sustituirá a todos los conectores, sea lo que sea lo que hay detrás. Creo que la moda de los bots se ha exagerado y se quedará como está, pero lo que sí que irá a más son los asistentes de voz (a ver Samsung con Bixby), aunque de momento el problema sea nuestro y de nuestra vergüenza por hablarle a nuestros cacharros. La voz tiene que conquistar la interacción hombre-máquina, pero esto también tardará aún un tiempo. Por cierto, en temas financieros, falta porque el móvil se convierta de una vez en forma de pago masiva, y aquí Apple y Samsung van cumpliendo, pero como decía Google (y Microsoft) no. A ver si la ideaza del blockchain (no ya bitcoin, que también mola y parece que recupera interés) se consolida en este y otros temas. Esto tiene que llegar, como ya lo han hecho la huella digital o los asistentes de voz. En estos últimos la IA sigue siendo la gran promesa (que ya ha demostrado que lo es), y esto también lo veo como esas revoluciones silenciosas: cada vez más metiditas en nuestra vida y desplazándonos más sin que nos demos cuenta de los riesgos que eso plantea para nuestra identidad como seres humanos, aunque suene exagerado. Pero como nos gusta hacer lo mínimo y que lo hagan por nosotros, el triunfo de la IA es seguro. Esto es una predicción a largo plazo, pero vamos, que este año veremos más pasos hacia ese futuro que pintaba ‘Wall-E’. El problema con esto es que nuestra privacidad (cifrarlo todo debería ser mucho má sencillo para el usuario de a pie, tanto que debería estar activado de forma obligatoria por defecto), si es que aún nos quedaba algo, está también perdida para siempre. Es demasiado incómodo vivir sin cederla para que la empresa de turno nos haga la vida más fácil. Nos condena pensar a corto (cortísimo plazo), y aquí entono el mea culpa. Mal.

Tampoco quiero explayarme mucho, pero sirva esto para dar unas cuantas pinceladas de lo que espero del 2017 a nivel tecnológico. Nada revolucionario, me temo, porque las grandes revoluciones (IA, coche eléctrico y autónomo, convergencia, IoT) están produciéndose de forma muyyy lenta. Como debe ser para que acaben imponiéndose, diría yo. ¡A por el 2017!

Actualización (04/01/2017): las predicciones de ReCode me parecen especialmente coherentes.