Qué chula, tú. Las anteriores cámaras de fotos inteligentes de OnePlus no habían podido presumir mucho de sacar fotos alucinantes, pero esta desde luego tiene componentes que hacen que prometa mucho. Para empezar, en OnePlus se han aliado con Hasselblad, así que seguro que las fotos salen mucho mejores, ¿no?
No. Otros lo han intentado en el pasado y que yo sepa jamás ha habido sorpresas cuando un fabricante de cámaras tradicionales se ha aliado con uno de estos. Queda muy bien decir que has desarrollado tu cámara de fotos inteligente con Leica o con Hasselblad. Mola, porque la mayoría de la gente conoce esas marcas pero jamás ha tenido una cámara de estos fabricantes porque son súper exclusivas y súper caras, así que esas cámaras deben sacar fotos del copón, digo yo.
Si lo hacen, que no lo sé, ese conocimiento y experiencia no suele llegar a los sensores de estas cámaras de fotos inteligentes. Este análisis preliminar del OnePlus 9 Pro confirma precisamente eso: el golpe en la mesa parece que se ha quedado un poco en golpecillo, y no será porque OnePlus no se ha esforzado en cantarnos las alabanzas de estos dispositivos.
De hecho, he estado pendiente del evento porque yo hablaba de la versión básica de ese nuevo dispositivo de gama alta. Al hacerlo me he dado cuenta de que durante la primera media hora en OnePlus solo han hablado de una cosa: de la cámara. De cómo han invertido un montón de esfuerzo en ese apartado y de cómo eso hará que puedas sacar unas fotos de National Geographic que lo flipas, como diría un viejo amigo.
Por eso el titular irónico, y por eso llevo un rato hablando de cámaras de fotos inteligentes y no de teléfonos inteligentes. Es curioso cómo han acabado llamándose así, porque hace mucho tiempo que estos dispositivos tienen poco de teléfonos. No sé cuántos años hace que no oigo que en una presentación de un nuevo móvil algún fabricante dice algo tipo: «puedes llamar y recibir llamadas y se escucha genial». Claro, eso no vende: por supuesto que vas a poder hacer y recibir llamadas, y la calidad del audio, parece, no es importante.
Lo importante es todo lo demás. Y en el caso de los móviles, lo dije hace tiempo, la única gran diferencia entre un móvil de gama alta y uno de gama media o de entrada está en las cámaras. Hay otros factores que ayudan, claro: un procesador potente y un mejor sistema de memoria y almacenamiento permite que la fotografía computacional y ese postprocesado que se hace cada vez que sacamos una foto sea instantáneo, pero insisto: lo único por lo que pagas mucho dinero hoy en día en un móvil es porque tenga una manzanita detrás una cámara teóricamente mejor que el resto del mercado.
¿Me gustan los OnePlus 9? Pues claro que me gustan. Tuve un OnePlus One y lo disfruté como un enano. Lo recomendé por doquier y fui fan total de la marca porque era ese cholloteléfono con el que hubiera convivido feliz toda la vida. Pero el teléfono se escacharró (lo reviví un poco) y acabé comprando uno que sacaba mejores fotos (el Mi 6) y luego otro que sacaba mejores fotos aún (P30 Pro). En ninguno de esos casos superé los 400 euros de inversión (y ya me parece mucho), y espero no gastarme más de eso jamás en un móvil a no ser que ofrezca algo realmente diferencial para mí.
No sé cómo sacarán las fotos estas nuevas «cámaras de fotos inteligentes» de OnePlus, pero tengo muchas dudas respecto a que lo hagan realmente tan bien con respecto a mi P30 Pro. De hecho hoy en día tengo cada vez menos claro que la inversión en un gama alta esté justificada. Antes sí, claro: si querías tener cámaras duales o triples o estabilización de imagen chula o un buen tele o un buen ultra gran angular (me encanta este sensor) tenías que gastarte pasta.
Hoy no. Hoy puedes tener todo eso en un móvil de 200 pavetes. Y si no, mirad el POCO X3 Pro que se sacaron ayer de la manga los de esta empresa. Yo de hecho ni siquiera me gastaría la pasta en este aún: el POCO X3 NFC sigue siendo fantástico y baja ya de forma frecuente de la barrera de los 200 euros. Las fotos no van a ser tan pintonas en según qué casos, pero os aseguro que hoy en día la diferencia entre una foto que sacas en un iPhone 12 y la que sacas en un POCO X3 NFC no está tan clara salvo casos excepcionales.
Y si no, que se lo digan a Marques Brownlee, que cada año hace un mega concurso a ciegas de cámaras móviles. Seguro que lo habréis visto: publica y compara de dos en dos una serie de fotos de distintos móviles (pero no se sabe cpm cuál se ha sacado cada foto) y la gente vota en sus canales de Twitter o Instagram. Los que van ganando pasan a la siguiente ronda, y así hasta la gran final. El ganador siempre, siempre, siempre, es el móvil que jamás te esperarías que ganase (o uno que a priori tendría pocas opciones).
¿Qué demuestra eso? Pues que no deberíamos creernos tanto el discurso de los fabricantes. Por supuesto que un buen sensor ayuda, como un buen procesador y (sobre todo) un buen postprocesado. Por supuesto que la fotografía computacional cuenta. El problema es que al final el resultado entre un móvil y otro no es tan distinto, y lo normal es que cualquier móvil actual saque unas fotos de National Geographic que lo flipas. O casi.
Por eso me quema un poco todo ese despliegue de medios para publicitar el mensaje fundamental de los móviles hoy en día. El de «mi cámara es mejor que la tuya». Es cierto que luego añaden otras cosas curiosas como las tasas de refresco (es probablemente de las poquitas cosas que envidio de las nuevas generaciones) o los sistemas de carga súper rápida.
Pero ¿por la cámara? Naino. Lo de gastar un pastizal en un móvil solo porque crees que vas a sacar mucho mejores fotos es cada vez más un error. Si te quieres gastar mucho dinero en un móvil, hazlo. Es tu pasta. Argumentar que gracias a eso tus fotos van a ser mucho mejores que las de tu vecino —en ese post hablaba básicamente de lo mismo— es cada vez más discutible. Y si no, insisto: mirad el vídeo de la competición a ciegas y mirad quién gana. ¿De verdad alguien imaginaba que ganaría ese? Ni de blas.
Dicho lo cual, OnePlus, que conste: me encanta tu nueva cámara de fotos inteligente.
Y entonces te planteo: dada la lógica caída en el intres por la actualidad de los móviles, cómo es posible que hoy mismo la portada de Xataka incluya ocho, 8¡, noticias sobre móviles???
Curioso?
No estoy seguro de que haya caído el interés general, aunque sí lo haya hecho (un poco) el mío particular. Creo que hacy saturación, claro, pero la actualidad del segmento sigue siendo interesante para mucha gente. y ya sabes Pablo, si el público lo pide…
Mi pareja tiene el POCO X3 NFC y anteriormente tuvo el Redmi Note 6 Pro, dos terminales que siempre han estado rondando los 200€ o incluso menos. Ambos siempre han dado caña a los sensores de mi LG V30 (600 euretes hace algo más de 3 años) y el POCO en el sensor principal creo que lo supera sin despeinarse.
Si hace unos 3-4 años ya podíamos decir que cualquier «gama alta» de cualquier fabricante estaba sobrado para la mayoría de usuarios, hoy podemos decir lo mismo de cualquier teléfono de una marca «power-low-cost» (Redmi, POCO y Realme) que ronde los 180-270€. Eso por supuesto si uno no está obsesionado con siempre mejorar lo que tiene como un servidor o tiene caprichos raros como que tenga microSD, un gran angular de más de 8 Mpix, etc.
Exacto. Poco más que añadir. Cada uno luego tenemos nuestras pequeñas manías y preferencias, pero fuera de eso los smartphones de 200 y 300 euros son sencillamente maravillosos..
Efectivamente las cámaras de los teléfonos asequibles son cada vez mejores y a día de hoy cada vez están más cerca de los top y precisamente por eso los fabricantes se esfuerzan tanto en recalcar los elementos (que venden como) diferenciales en sus teléfonos: porque siguen empeñados en tirar de los precios al alza en un mercado tan maduro, ultracompetitivo y saturado como es el de la telefonía móvil con argumentos de compra cada vez más endebles y etéreos. Hace tiempo que un móvil de 200-300€ es más que suficiente para cualquiera y cada vez más gente lo tiene claro. Obviamente sigue habiendo clientela que por moda, capricho o imagen (o cualquier causa igualmente legítima) busca los teléfonos más top del mercado, pero siendo honesto y con una tasa de recambio de entre 2 y 4 años, presumo que cada vez es más difícil convencer al gran público para gastar mil euros o más en un teléfono y lo será cada vez más en el futuro.
Siendo esa gama, por otro lado, la que genera más margen de beneficio imagino que las marcas ponen todo su esfuerzo en estirar sus argumentos de venta hasta donde puedan y pescar todo lo posible en ese nicho. Explotando la gallina de los huevos de oro mientras pueda dar de sí.
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De acuerdo con lo primero al 100%, con lo segundo no tanto, porque si fuera así no seguirían apareciendo pepinos de 1.000 euros. Si están ahí es porque la gente los compra, no hay más.
Pero como dices, a las marcas obviamente les interesa exprimir el discurso. Es lo que yo haría en su lugar, sin duda.
El avance en las cámaras de los teléfonos ha sido impresionante, pero creo que nunca sería capaz de aprovecharlo como merece el sobreprecio de los gama alta, en este tema soy un poco como tú con los auriculares y tus oídos de corchopan, mi capacidad (e interés) para sacar buenas fotos más allá de la calidad del equipo es nula. Tengo comprobado que lo que más mejora la nitidez y definición de las fotos que hago no es el nivel de la cámara sino limpiar el objetivo antes de hacer la foto.
Hoy por hoy en un móvil nuevo valoraría bastante más la batería y el jack que la cámara. Y la capacidad para tener una buena comunicación, que es algo que parece que a nadie le importa…
Es cierto que la parte de la comunicación se da por sentada, pero también es porque ciertamente está bastante bien resuelta desde hace tiempo. Lo de la cámara me ha gustado, yo tampoco soy fotógrafo profesional que es lo que parece que somos todos con estos móviles (y no).