Tecnología

De fútbol, internet y la maldición de los retardos

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Domingo 23 de abril de 2017, 20:45 de la tarde. Estoy en casa de un buen amigo para ver el R. Madrid – Barça en plan excepcional. No por ir a casa de mi amigo, ojo, sino por ver el fútbol. Me he convertido en un ignorante en la actualidad futbolera, yo que lo fui todo estaba medio empollado en el deporte rey. No sé cómo está la liga, y hasta hace poco no sabía cómo andaba la Champions. Para que os hagáis una idea, el miércoles pasado solté un «¿Quién es este?» cuando vi a Marcos Asensio haciéndole el lío al Bayern.

Supongo que lo habréis notado: en Incognitosis de fútbol, la verdad, poquito. No es porque no me guste: he jugado mucho (siempre me gustó más el fútbol sala, eso sí) y he visto también bastante. Tengo muchas y buenas historias de fútbol que quizás algún día suelte por aquí. El problema es que ver el fútbol acabó convirtiéndose en excusa para reunirse con amigos, porque ver el fútbol —para mí— acabó siendo un tostón. Pocos partidos valían la pena, y como soy un tipo práctico que trata de evitar perder tiempo, acabé dejando de verlo.

Veo partidos sueltos, y me centro ya especialmente en los que (teóricamente) tienen menene. Los clásicos, los derbys, las últimas fases de la Champions o las fases finales de los Mundiales. Si eso. Y siempre con la misma perspectiva: esperando más bien la decepción, porque de las dos horas que inviertes en un partido puede que haya unos cinco minutos que valgan la pena. Es algo similar a lo que me ocurre con la Fórmula 1, un espectáculo que me parece absurdo y del que sigo sin entender cómo sigue generando tal afición e interés. Pero eso es bueno, chavales. Para gustos, los colores.

Pero me estoy desviando. Como siempre, vaya. Prosigo.

Estábamos con la fecha. Domingo 23 de abril de 2017, 20:45 de la tarde. Estoy en casa de un buen amigo para ver el R. Madrid – Barça. Pero no lo estoy viendo: en lugar de eso estamos luchando con el Yomvi de las narices, que mi amigo no logra que funcione decentemente. Se corta, le dice que hay problemas de conexión, que hay una conexión activa y que vetetúasaberquépasa. Lo gracioso es que aquí el amigo tecnológico —que soy yo— no daba con la tecla, así que acudimos al tradicional cierra esto, reinicia aquello y vuelve a probar.

Ni por esas. 25 minutos así.

Por fin logramos que la cosa funcione. Bueno, me estoy atribuyendo parte del mérito, y es injusto. Lo logra él gracias a una cualidad que suele funcionar en estos casos. Ser cabezón y seguir intentándolo. Aquí el amigo tecnológico se había rendido ya. «Me vuelvo a casa que tu infraestructura tecnológica no me convence«, estaba a punto de soltarle. Pero no. Por fin pudimos empezar a ver el partido medio en condiciones, con unas pipas y unas patatas fritas. Como hay que ver el fútbol. Más o menos.

Soy madridista, pero no ciego. Messi es el mejor jugador de la historia.

El más o menos no es por mi amigo, que encima me agasajó durante el descanso con delicias que ni David Muñoz. Tampoco es por el partido en sí, que estaba siendo de todo menos aburrido y que por una vez demostraba que a veces ver el fútbol puede ser fantástico. Tampoco por las pipas, que estaban todo lo ricas que pueden estar unas pipas.

El más o menos es por el hecho de que en pleno 2017 la retransmisión era una basura mierda castaña. Lo dejo ahí porque no me gusta soltar improperios en el blog, pero podéis cambiar esos calificativos por palabrotas si os place. La calidad de imagen era lamentable en una conexión de 30 Mbps —no era problema de la tele, una Smart TV cargada hasta los dientes con soporte UHD, por ejemplo—, el audio era correcto sin más, pero es que había otro problemón.

El retardo.

Es alucinante, alucinante, a-lu-ci-nan-te que en 2017 uno acabe viendo el partido de oídas. Me explico: estábamos viendo el partido en Yomvi, sí, pero no estábamos oyendo el partido en Yomvi. Estábamos oyéndolo en riguroso directo callejero gracias a los fantásticos vecinos de mi amigo, que nos avisaban de las jugadas importantes y los goles 30 segundos antes de verlas (de cuando en cuando pixeladas y de cuando en cuando con cortes) en la tele. El final no fue de infarto. Fue de risa. De repente oíamos un «¡Goool!» y uno sabía que había marcado el Madrid (más gritos) o el Barça (menos gritos, este bar en particular no era muy culé por lo visto) gracias a esos gritos. 30 segundos después, la confirmación. Alucinante, sobre todo cuando tras el 2-2 y quedando un suspiro oímos un «¡Goool!» un poco apagado. Maldición. Condenado Air Messi.

La decepción por el resultado —soy madridista descreído desde hace tiempo, pero la derrota pica— no fue en realidad para tanto. Sobre todo porque pasé un gran rato con un poco de todo. Tensión tecnológica, buen fútbol, pipas, risas y alguna que otra delicatessen. Y por si fuera poco, con tema para el blog.

Y tema más relevante de lo que imaginaba al principio, porque un poco de navegación por internet me ha dejado claro algo sorprendente: que en 2017 ver el fútbol sin problemas y con buena calidad tiene más miga de lo que parece. Qué tiempos aquellos en los que uno se juntaba con los amigos para ver el partidazo de los sábados a las 20:45 sabiendo que 1) iba a verlo en buena calidad y 2) se iba a enterar de lo que pasaba al mismo tiempo que el resto de España y el mundo.

Ni TDTs, ni satélites, ni IPTVs, ni OTTs, ni streamings, ni Yomvis, ni beIN Sports, ni RojasDirectas, ni AdryanList, ni la madre que los parió a todos, a sus pixelados, a sus cortes y a sus activaciones y desactivaciones.

Televisión analógica que te crió. Cágate lorito.

Resulta irónico que a estas alturas de la película tengamos tantas opciones para ver el fútbol —yo me he apuntado esta de OpenSport para probar próximamente gracias al post de Eduardo Archanco— y tan pocas garantías de lo que vamos a ver lo vamos a ver en buena calidad o sin que algún vecino (más acertado en su forma de verlo) nos agüe la fiesta.

Maldita tecnología. Otro día ya os hago resumen del partido si eso.

Imagen | Shutterstock

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14 comentarios en “De fútbol, internet y la maldición de los retardos

  1. JEAN dice:

    Yo pensé que nunca llegaría a saber de qué equipo eras. Y salvo el Mundial de 2010, a veces me preguntaba (en concreto, en el Real Madrid – Bayern) si era posible que en Incognitosis el fútbol tuviera espacio.

    Ahora sólo falta saber si te gustan los Simpsons.

  2. José Antonio dice:

    Hombre, si ves el fútbol a través de IPTV la calidad de imagen es perfecta y no hay retardo. Todo lo que sea OTT (Yomvi, Orange, etc) implica un retardo de 25-30». Pero con IPTV la calidad es tan buena que cuando ves un partido de hace diez años te preguntas como podíamos ver el fútbol así.

  3. SrPerroverde dice:

    Supongo que la gente que le paga un pastón a Telefónica por poder ver el fútbol debe de estar encantada con el servicio… Me sorprende que esta empresa siga teniendo tantos clientes.

    • Me temo que el problema no es tanto de Telefónica como de Yomvi y la tecnología que se usa. En Orange creo que tuvieron un problema gordo con los retardos durante bastante tiempo hasta que sacaron un adaptador. Pero aquí ando algo perdido, así que no me hagáis mucho caso.

  4. antonio dice:

    Pues yo soy bastante futbolero, me gusta ver y jugar al fútbol. Pero deje de consumirlo cuando se convirtió en un artículo de lujo. Además no soporto que ahora los futbolistas sean dioses. Soy ya viejo, tengo 42 y he visto jugar a grandes jugadores que además eran y son personas normales.
    Con las motos me pasa lo mismo, si tengo que hacerme de movistar para verlas, me parece que pasaré a recordar a Márquez como el último campeón español.
    Sobre la calidad del servicio Yomvi, lamentable, además ahora con servicios como netflix que demuestran lo bien que se pueden hacer las cosas.
    Felicidades Javier por tu segunda aparición en la tele, Enrique Dans debe de estar preocupado… cada vez eres más influyente.

    • Antonio, Netflix es una bestia distinta. No es lo mismo un directo con un broadcast a millones que el servicio de Netflix, mucho más distribuido porque hay mucha gente pero que ve muchas cosas distintas a todas horas.

      De todos modos estoy contigo. El fútbol se ha convertido en un fenómeno que da un poco de asquito. Mira que me gusta, pero coñe, que le están dando patadas a un balón, no tiene tanto mérito. Sobre todo cuando se supone que son profesionales y dan pases que hasta yo daría mejor.

      Y gracias por las felicitaciones. Que tiemble Enrique 😉

  5. DaniP dice:

    Ansioso de que publiques una Reseña sobre el Clásico, sólo añadir que este tipo de experiencias «dependen» de demasiados factores: operador, conexión contratada, SmartTV que tengas etc.

    Desde mi experiencia personal, ahora que tengo fibra a 300Mbps con Telefónica desde hace un par de años (siempre serás Telefónica por mucho Movistar que te quieras llamar 🙂 ), el retardo se ha reducido bastante, ah y nada de querer usar como SmartTV mi flamante tele 4K de LG (UHD para los amigos), porque la App de Yomvi mete un retraso del copón y pierde frames por los cuatro costados (tirando de Ethermet como Dios manda, porque con Wifi ya es la risa), así que si quiero una experiencia de garantías, HDMI y punto.
    Siento no ser fan de la TDT (con las alegrías que nos ha dado 🙂 ), pero desde que no hay fútbol en directo por la TDT no sabes lo que me alegro (lo siento por lo que no puedan ver la tele de pago, de verdad que lo siento), pero cada TV que tenía en casa sintonizaba con diferente velocidad y la del vecino siempre era más rápida y gritaba Gol antes de que en mi tele vieja HD armaran el disparo 🙁 (así que lo de la latencia no es nuevo del todo).

    PD.
    Siendo madridista hasta en el DNI no me queda otra que reconocer desde hace ya varios años que a este Messi hay que grabarle todos los partidos, quién sabe cuándo podremos «disfrutar» los futboleros de un tío con tanto talento y tanta humildad (comparado con Astros como Diego, o Cristiano).

    Gracias por el post! y a por la Champions !!

    • Bueno, lo de la reseña era un poco de broma DaniP, pero me apunto la idea. No será para ese partido ya, pero puede que para alguno en el futuro sí que haga algo en plan simpático por cambiar un poco de tercio.

      Gracias por compartir tu experiencia, es cierto lo de la TDT, era un poco infierno en ese apartado, está claro que tirar de emisión vía desco (satélite-operadora-loquesea) parece la mejor opción.

      Y lo de Messi es desde luego algo increíble. Es irregular, como todos los grandes (imposible pedirles que todos los días se salgan), pero cuando está inspirado es absolutamente increíble. Mola que no tenga el carácter de Maradona o Cristiano, pero cuidado que eso es lo que vemos de puertas para afuera. Ya habrás oído que con sus compis no es precisamente sociable. En cualquier caso, que le quiten lo bailao.

  6. Pingback: En el fútbol dos son multitud | Incognitosis

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