Tecnología

Microsoft, Nokia, y la historia parecen dar la razón a Apple

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Está siendo probablemente la semana de mi vida profesional con más noticias tecnológicas importantes por minuto. Parece que todo está pasando estos días, y de hecho llego bastante tarde a este post. Ayer no tuve fuerzas para escribirlo, y hoy me he puesto a duras penas tras el atracón de productos que Sony, Samsung y ASUS (entre otras) han presentado con motivo de un IFA frenético. De esos tengo ya uno reservado para post (Galaxy Gear), pero hoy, como digo, tocaba comentar mínimamente uno de los acuerdos tecnológicos empresariales más importantes de los últimos tiempos.

Se trata, por supuesto, de la compra de la división de dispositivos móviles de Nokia por parte de Microsoft. Esa adquisición tiene, como todo en este tipo de operaciones, ganadores y perdores. Describió muy bien este tema Antonio en su fantástico post de ayer del que no obstante tengo mis propia clasificación (a BlackBerry no la pondría de perdedora, pero desde luego tal y como están las cosas, tampoco de ganadora). Pero de las primeras reflexiones, aparte de esa, me quedo con otras dos. La primera, la que Ben Thompson (cada vez me mola más) hizo en Stratechery.

En ella Thompson ve las cosas de color negro para Nokia –de esta empresa dice que probablemente estuviera al borde de la bancarrota, algo difícil de creer con el ritmo de los últimos lanzamientos– y sobre todo para Microsoft, que, como dice él, no necesitaba comprar a Nokia. ¿Para qué, chicos de Redmond? Ya teníais un acuerdo por el que pagásteis cero dólares (cero pelotero), y que durante estos años os ha garantizado contar con un partner fiel cual monja de clausura.

From Microsoft’s perspective, that was a brilliant deal; Matt Drance characterized it as “Microsoft Buys Nokia for $0B,” and he wasn’t far off. The premier pre-iPhone phone maker, with what was even then one of the best supply chains, distribution networks, and brands in the world would be exclusively devoted to Windows Phone.

There is nothing further to be gained by an acquisition.

Así es. El acuerdo no parece a priori darle nada a Microsoft que no tuviera ya. ¿Control total de los dispositivos? ¿Know-how de Nokia a la hora de fabricar y distribuir el hardware? Ambas cosas importantes, pero que le han costado a MS demasiado dinero y que, creo yo, no compensan tanto. El punto de vista de Thompson cierra con una visión bastante pesimista en la que afirma que Microsoft no tiene nada que hacer en móviles, y que iOS y Android ya han ganado. Me parece una idea no solo exagerada, sino simplista, sobre todo en un panorama tan cambiante como el de la tecnología. Y si no, que se lo digan a la propia Nokia, que en 2006 era la reina del mambo. Intratable, más de lo que Samsung lo es ahora.

El otro post es de Om Malick, que en el blog al que da nombre, GigaOm, habla también de muchas de las razones por las que cree que la inversión de Microsoft ha sido un error. Dejaba la mejor parte para el final, hablando de cuál es la verdadera tercera opción del mercado –forks de Android, nada de Windows Phone, BlackBerry o, en el futuro, Firefox OS y demás– y también afirmaba que los datos de cuota de mercado de la plataforma móvil de Microsoft son anecdóticos.

Lo que sí es cierto es que Apple parece haber acertado –con algo de suerte, sin duda– con su modelo de negocio, en el que controlar tanto el hardware como el software funciona. La propia Google compró Motorola Mobility para asegurarse –supongo– ese as en la manga en caso de necesitarlo (de momento sigue guardadito, el Moto X tiene poco de Google), y ahora Microsoft se hace con Nokia para convertirse en una especie de Apple à la Redmond. Uhm.

Por mi parte y a pesar de esos agoreros postulados de estos dos analistas, sigo teniendo cierta confianza en Windows Phone. Los Nokia Lumia (pronto, Microsoft Lumia) están muy bien, la plataforma mola y sigue mejorando (Windows 1.0 y 2.0 también fueron primeros pasos, pero si de algo saben en Redmond es de pulir productos), y esa carta de la convergencia da mucho que pensar. Sigo diciéndolo: veo Windows RT (o como se llame la futura versión para los futuros micros ARM con soporte 64 bits y todas las pijadas del mundo) como la gran esperanza de Microsoft para unificar sus actuales dos plataformas en una. Y ahora toca citarme a mi mismo, que mola mucho:

¿Cuál es mi previsión? Yo diría que en un par de años o tres  ”Microkia” habrá superado a RIM y Apple en cuota de mercado en el segmento de los smartphones, y solo Android podrá aventajarla. Les veo muy, muy potentes, y solo la inercia de Android puede compararse. RIM no atrae a los desarrolladores y cada vez menos al segmento profesional (aunque ahora los jóvenes parezcan acercarse a estos móviles por los planes de mensajería gratuita). Y Apple solo tiene un teléfono. Uno. Por mucho que quieran, no tienen la capacidad de los grandes fabricantes.

Ale. Dentro de dos o tres años a rememorar el post. Veremos si me he pasado de listo o no.

El párrafo es de este post de febrero de 2011. De momento he acertado solo en la mitad, y parece que lo de superar a Apple aún tardará, pero creo que en Cupertino deberían tener mucho cuidado. Puede que Google y Android estén muy lejos de verse amenazados por Microsoft, pero si finalmente llega ese smartphone como PC con Windows RT (yep, insisto), que tiemble el mundo. Los de Redmond podrían volver a ser lo que fueron.

 

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