Tecnología

Moto X y cómo prescindir de lo último de lo último

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He estado un par de semanas disfrutando del Moto X, un terminal al que critiqué bastante por su marketiniano lanzamiento y que no obstante poco a poco me fue interesando más. De hecho, hace un par de meses estuve a un pelo de hacer un encarguito al otro lado del charco que finalmente cancelé. Me quedé un poco con la copla, y ahora entiendo por qué. Tras estos días de tenerlo como teléfono principal, me he convertido en un admirador convencido del Moto X.

Lo he contado todo con pelos y señales en mi larguísimo análisis en Xataka, pero por si sois adictos al tl;dr (‘too long; didn’t read’)  las razones por las que me ha conquistado son muchas y buenas. El diseño, su tamaño compacto –y eso que ofrece una diagonal de 4,7 pulgadas–, la suavidad del software y, claro está, su fantástica oferta software. Lo de la activación por voz es una chulada –y eso que todavía no le había cogido del todo el tranquillo–, como también lo es la pantalla activa o cositas como Motorola Connect y Motorola Assist. Y eso, con una propuesta hardware modesta que demuestra que tanto Snapdragon 800, tanta pantalla 1080p o tanta cámara del copón (bueno, eso sí lo he echado de menos, flojea la cosa en este punto) no es tan necesario en muchísimos casos.

Todo en el Moto X funcionaba como debía: me ha recordado al iPhone en esa sensación «redonda» que a uno le queda cuando ve un terminal con todos los detalles tan cuidaditos y con una propuesta tan equilibrada. Equilibrada en todo, menos en una cosa: el precio. Pedir 399 euros por un dispositivo así es una pasada, aunque ojo, en Amazon lo están vendiendo ahora mismo por 349 euros, y eso lo hace algo más tentador. Y sin embargo, está claro que tiene un competidor bastante serio en el Nexus 5, además del hecho de que ya han comenzado a aparecer rumores sobre el hipotético Moto X+1 que 1) haría que el precio del Moto X bajase y 2) apunta a más pantalla, más procesador y mejor cámara.

Y claro, luego está el tema de la personalización. Lo de no tener Moto Maker aquí es una gaita, pero tras las buenas sensaciones que me ha dejado este Moto X básico ya vuelven a darme las típicas convulsiones consumistas: puede que ese encarguito transoceánico con un Moto X, eso sí, personalizado, acabe cayendo en un par de meses. ¿Resistiré?

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1 comentario en “Moto X y cómo prescindir de lo último de lo último

  1. Pues muy al mismo estilo (más modesto) me siento con el Moto G, un modelo más sencillo, pero que después de mis malas experiencias con Android, me está dando un resultado muy «redondo» como comentas, una experiencia agradable y de que las cosas funcionas casi sin más.

    Además el precio del Moto G creo que lo hace un muy buen competidor para los que no necesitan tanto hardware (y yo peco de siempre pedir lo máximo, con vistas al futuro) pero al ver como se mueve actualmente, creo que es un muy buen dispositivo.

    Parece pues que Motorola se lo ha currado con los últimos modelos.

Comentarios cerrados.