Va a ser verdad. El tiempo coge carrerilla, porque este año se me ha pasado volando, y parece que fue hace nada cuando comentaba que Incognitosis cumplía 1, 2, 3… 7 años. Hoy celebro otro ilustre (para mi) cumpleaños, y lo hago nuevamente sorprendido de haber llegado hasta aquí con la misma ilusión con la que afronto el futuro de este pequeño blog.

Ocho años son desde luego unos cuantos ya para un blog. Escribo menos, desde luego, y como algún lector ya ha criticado, también cacharreo menos, algo que le daba a Incognitosis un tono mucho más friki y práctico en el pasado. Pero como decía el maestro Pérez-Reverte en una columna reciente, «navegar, como vivir -y poco va de una cosa a otra-, nunca fue un asunto fácil». Las prioridades cambian, y el tiempo se hace más precioso para según qué cosas.

Esta vez el aniversario no trae cambios de plataforma o diseño, pero tanto el uno como el otro están en mente, aunque es probable que ninguno llegue hasta dentro de unos meses. De ello daré buena cuenta si se producen cualquiera de los dos, pero mientras tanto, toca disfrutar de estas 1.608 entradas (ésta incluida). Quién sabe. Igual en el décimo aniversario (está chupao llegar) me animo a hacer de autor famoso y publico una selección en formato e-book. Pero todavía quedan unos cuantos posts (espero que muchos de ellos sean decentes) para eso.

A todos los que me habéis acompañado en algún momento (o en muchos) de este viaje, gracias.

Para los curiosos, enlaces a los pasados post-aniversario: no hubo artículo para el primero, pero sí para el resto: 2º, 3º, 4º, 5º, 6º, y 7º.