Era reacio a este tipo de compras en particular, pero he de reconocer que el sistema es una maravilla. eBay, el portal por antonomasia de pujas a través de Internet se ha convertido en todo un negocio que no sólo hace forrarse a sus propietarios, sino también a miles de personas de todo el mundo que, lo creáis o no, viven a base de comprar productos en eBay y luego venderlos de nuevo, ya sea en eBay o por otros medios.

Y lo cierto es que el sistema de pujas permite que te encuentres con verdaderas gangas. Lo que ocurre, como siempre, es que la confianza del cliente es vital para que las transacciones se realicen con éxito. Y para fomentar esa confianza se han puesto en juego una serie de medidas de seguridad, tanto en el pago (vía PayPal, que pertenece a eBay desde octubre de 2002) como en la comunicación entre usuarios. Los sistemas de votación permiten saber qué compradores y vendedores son más fiables, y eso da pie a una mayor confianza.

Así que aunque varias veces he estado tentado a hacer la compra a través de eBay, nunca me he decidido. Hasta ayer, en que los vicios con la PSP de los que hablé me acabaron convenciendo de que mi Memory Stick Pro Duo de 1 Gbyte no era suficiente para mis necesidades. Búsqueda en eBay de tarjetas y dicho y hecho, en media hora se acababa la puja de una tarjeta de 2 Gbytes que, con gastos de envío, se quedó en 30 miserables euros. Y la puja fue tremendamente sencilla (por ejemplo, te van indicando la siguiente puja que puedes hacer si así lo deseas), con avisos a tu correo electrónico, e incluso si quieres a tu teléfono móvil. Un invento. Teniendo en cuenta que esa misma tarjeta puede costar por canales normales casi el triple, comprenderéis que es todo un negocio.

El tema del pago es algo peliagudo por el momento. La alternativa más recomendable es el citado PayPal, que te permite registrarte en unos 2 minutos. Tan fácil como introducir tus datos personales y luego una tarjeta de débito o de crédito (se supone que aceptan VISA Electrón, pero no funcionó en mi caso). No hay ningún requisito más, salvo el hecho de que necesitan hacer un «cargo de prueba» de 1’5 ‚¬ para saber si la tarjeta realmente está a tu nombre. Ese cargo se reembolsa una vez comprobada una referencia de esa transacción (que te valida como poseedor de la tarjeta) y ale, a usar PayPal, un sistema comodísimo: con tu usuario y contraseña podrás, a partir de ese momento, pagar cualquier cosa, ya que el cargo se realizará directamente a la tarjeta que hayas asignado a tu cuenta. Es como meterte en tu cuenta de correo, un sistema totalmente transparente que funciona, aunque las amenazas constantes de phishing y los listillos que tratan de captar números de cuentas y usuarios y contraseñas pueden echar para atrás a más de uno.

Así que aún estoy confirmando el tema del pago, pero por lo que me han contado, no habrá ningún problema. Así que esto da pie para un «To be continued…» 😉