Como sabéis sigo con cierta pasión el mundo de las criptodivisas. Tengo una miniinversión ahí, como ya conté hace años, y desde entonces contemplo ese mundillo con una curiosidad que va más allá de la pura especulación. Porque yo, como todo el que invierte en esto (atentos a las cursivas), está especulando.

Para mí bitcoin y el resto de criptodivisas son eso. Un juego. Una apuesta. Ni siquiera hay lógica detrás, algo que sucede (parcialmente) en el mundo de la bolsa y de las empresas. Uno compra acciones de Apple porque cree que van a subir, y cree que van a subir porque Apple presenta productos que igual se venden como rosquillas. Con bitcoin no. Uno compra porque cree que va a subir, y cree que va a subir porque… ¿lo dice Twitter? ¿O Reddit?

¿O una gráfica?

De eso precisamente hablaba hoy en Xataka. De bitcoins y gráficas. De cómo mogollón de gente -todos muy metidos en el mundillo, claro- se dedica a tratar de adivinar lo que pasará en el mundo de los bitcoins dentro de unos meses o años.

Mientras investigaba sobre el tema iba viendo gráficas y mi sensación era cada vez más clara: chicos, hay que comprar bitcoins. A ver, que las matemáticas no mienten. Que la historia no miente. Que los ciclos no mienten. Que esto va para arriba. Mirad las gráficas:

Son solo cuatro ejemplos, pero hay gráficas para todos los gustos. Cuentas de Twitter como ChartsBTC no paran de mostrar todo tipo de datos llamativos sobre la evolución, y lo cierto es que esas líneas ascendentes hacen que a muchos se nos pongan en los ojitos los simbolitos de bitcoin. O los del dólar, como le pasaba al tío Gilito:

Es lo mismo que ocurrió en 2017 con la fiebre con las criptodivisas. En un año un bitcoin pasó de valer 1.000 a valer 20.000 dólares, pero desde finales de ese año la cosa empezó a cambiar. Han pasado dos años y medio y bitcoin lleva meses relativamente estable y jugueteando con la barrera de los 9.000 dólares. Ni el bitcoin halving de mayo, que se supone dispararía su valor (al menos un poco) ha parecido tener efecto alguno sobre la cotización. Como me chiva Javier Lacort, en realidad el efecto del halving de debería notar en 12-18 meses (si no más), así que veremos.

Eso, claro, podría no significar nada. O podría significarlo todo. Las incógnitas son aquí tan patentes como lo eran hace 10 años. Nadie sabía qué podía pasar entonces y nadie sabe qué puede pasar ahora.

Eso sí, los modelos solo parecen decirnos una cosa: que compremos bitcoins, porque antes de que acabe la década su valor debería multiplicarse por 100. Luego ves que en dos años y medios su valor se ha reducido a la mitad y la cosa no te queda muy clara, pero oye, las gráficas son las gráficas y, dicen quienes las hacen, no mienten.

Yo, por supuesto, me andaría con mucho ojo con esto. Como decía en Xataka, esto no quiere ser consejo financiero para nadie, pero si decidís comprar, hacedlo con muchísimo, muchísimo, muchísimo cuidado. Gastad solo dinero que sepáis que no os importará perder. Viendo que se viene una crisis gorda con esto del COVID-19, quizas sea el peor momento para apostar en estas cosas.

O quizás no. Esas gráficas… ays.