Tecnología

Pon una impresora de tanques de tinta en tu vida

Hace unos días contaba por aquí la última que me había hecho HP con mi impresora. La empresa tiene muchas cosas buenas, pero cuando hablamos de impresoras se convierte en una especie de Mr. Hyde y no para de tomar decisiones terribles para los usuarios. Y como hay alternativas, decidí probar con una de ellas.

La opción era dar el salto a una impresora de tanques de tinta. Cansados de estar temblando cada vez que imprimía un folio («uf, ya he gastado una de las 15 páginas que puedo gastar al mes con mi plan de 0,99 euros»), en casa acabamos decidiendo invertir a largo plazo y comprar una Epson EcoTank ET-2850 (249,99 euros en PcComponentes).

Lo cierto es que la decisión no fue fácil. ¿La razón? Hay demasiadas impresoras disponibles, y demasiada poca información válida que permita entender qué diferencia a unas de otras. Si te vas al sitio web del fabricante de turno lo normal es que 1) no haya comparador de modelos y 2) si lo hay, no te muestre apenas info útil al compararlas. Las especificaciones suelen ser muy parecidas entre unas y otras si la gama es la misma, así que saber por qué una cuesta X y la otra X+50 euros no es trivial.

Aquí la comunicación de los fabricantes es, como poco, pobre. Al final intentamos recortar en alguna opción o componente que no nos parecía tan vital, y en este caso por ejemplo nos conformamos con la minipantalla LCD informativa aunque hay modelos mucho más visuales. Eso, claro, tiene sus desventajas, como comentaré a continuación.

Las primeras impresiones son muy buenas. El proceso de instalación, eso sí, no es especialmente de 2024. Parece un poco de 2008, porque la traducción de los menús en pantalla no es ideal y tampoco lo es la operativa de los botones. Hay por ejemplo un OK en el centro, pero en el lateral hay otro que ejerce como «Enter» y uno no sabe muy bien cuándo usar uno o el otro. La minipantalla no es tampoco maravillosa para las víctimas de la presbicia como yo (vivan las gafas lupa de farmacia) , pero salvando esas pegas, la impresora estaba conectada a la WiFi (no tiene puerto Ethernet, sí USB aunque no lo usamos) y funcionando bastante rápido. Eso sí: lo de rellenar los tanques de tinta con los botes es súper curioso. Es imposible (o casi) derramar gotas fuera por el sistema que tiene de «transfusión», y se hace en 5 minutos de forma casi aséptica. Más limpito y cómodo que cambiar cartuchos, diría.

Introducir la contraseña de la Wi-Fi en ese teclado es como volver a los Pocket PC de hace 20 años.

Y lo que importa, claro, es la calidad de impresión y la rapidez. En lo primero, la verdad, muy bien. Hemos imprimido (o impreso, ambas valen, pequeños tocapelotas) pocas cosas, pero hemos probado un poco de todo y todo sale con buena calidad y bastante rapidez. La bandeja de papel traga sin quejarse —la HP daba problemas, fue otra razón de ventilarla— y si la pones a calidad alta los resultados son excelentes. Diría que hasta más «honestos» que otras impresoras que parecen saturar un poco. Supongo que aquí calibrar unas y otras corrige a gusto del usuario, pero yo, por ejemplo, estoy muy contento con el resultado. La impresión en blanco y negro también va estupenda, y es rápida sobre todo si no buscas calidad máxima (que para B/N no suele ser el caso). La impresora es ruidosilla y como digo no es especialmente rápida (sobre todo a color y calidad máxima), pero como no tengo especiales necesidades en velocidad y no vamos a estar imprimiendo (o impresando, ¿no?) todo el día no es un problema.

Es pronto para saberlo, claro, pero de momento y con las pruebas que hemos hecho la impresora tiene una pinta estupenda. Es imposible saber de momento si los tanques efectivamente durarán todo lo que prometen (según especificaciones, 5.200 páginas a color y 14.000 a blanco y negro, me parece muy, muy optimistas), pero con la impresora, eso sí, te incluyen un segundo bote de tinta negra que según sus estimaciones hace que no necesites más tinta en tres años.

Así que en tres años os cuento, queridos todos. Mientras tanto, adiós a las malditas suscripciones de tinta, a las técnicas rastreras para bloquear cartuchos compatibles (existen botes de tinta compatibles para llenar los tanques, por cierto, veremos), y a las subidas repentinas de los precios de la suscripción que te dejan a contrapié.

Ale. A disfrutar de la impresión sin límites. O casi.

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11 comentarios en “Pon una impresora de tanques de tinta en tu vida

  1. Antonio Grau dice:

    Hola, yo tengo la 2650 desde hace unos años, y te puedo asegurar que la tinta parece eterna. Creo que la de negro la he rellenado alguna vez y las de color ninguna. No hay punto de comparación con las impresoras de cartuchos.
    Eso sí, si no imprimes a menudo, vas a tener que hacer varias limpiezas para que la calidad se mantenga.
    Yo también soy de los que dicen imprimido 😉

  2. Miquel dice:

    Yo tengo varias monocromo y color para uso individual en la empresa y te aseguro que todo el ecosistema no tiene nada que ver com el resto del mercado. Si imprimes regularmente no hay color. El sistema funciona muy bien y las tintas duran lo inimaginable. Por cierto por la diferencia de precio y lo que duran no vale la pena comprar compatibles.

  3. Ana dice:

    Mi chico también se ha decidido este mes pasar a una de tanques de la misma marca (y modelo igual o parecido). A ver si no pasan la mafia de los cartuchos a los tanques, porque parece que son muchos los que se están pasando a este sistema.

    • Pues sí. Todo podría ser, pero hay que tener en cuenta que las impresoras de cartuchos se venden a pérdida porque luego recuperan con los cartuchos. Por eso esas impresoras cuestan 50 euros. Estas, cinco veces más caras como poco, ya no les hacen perder dinero (teóricamente), así que la tinta está a precio «normal». Pero sí, cualquier cosa puede pasar.

  4. juanjo dice:

    Curioso lo de usar impresora en 2024… yo vendi la mia hace mas de 15 años y no he vuelto a usar una jamas… las 2 o 3 veces que he necesitado imprimir algo he ido a una reprografia o pedido online y me llega al buzon al dia siguiente… no compensa

    • Con niños en casa, al menos en mi caso, sí. También imprimimos fotos de cuando en cuando, y aunque es cierto que probablemente tardemos en rentabilizarla, es algo que a mí sí me gusta tener en casa. Pero oye, bien por las opciones.

  5. Damián dice:

    Me da igual si este artículo tiene publicidad pagada, el repudio a las prácticas corporativas despóticas de HP amerita cualquier publicidad que presente una alternativa a esos rufianes. Gracias.