Me llegaba hoy un aviso de Twitter: se han cumplido 13 años desde que me creé la cuenta, y el servicio me invitaba a compartir el evento con toda la comunidad. Hasta me ofrecían hacerlo con un tuit especial «creado solo para tí». Dudo que eso sea muy cierto dada la imagen en cuestión.
Sea como fuere el aniversario me ha hecho rebuscar en Incognitosis por los posts publicados en relación a esta red social. Tenía bastante clara mi relación con Twitter y cómo fui contándola. Me apunté en cuanto pude, pero aquel intento inicial fue un fracaso y pocos días después auguraba un fracaso absoluto del servicio. Volví a intentar cogerle el gusto un año después y nada, pero en 2009 redescubrí esta red social.
Desde entonces no he parado de usarla más y más como una valiosa fuente de información y descubrimiento de temas. No soy tanto de seguir gente que hace reflexiones allí como de seguir gente, medios o agregadores que comparten temas, y eso ha hecho que tenga una cuenta un poco raruna en cuanto a quién sigo y por qué lo hago.
Pero no estoy aquí para hablar de eso: esta breve reflexión va dirigida a recordarme a mí y a todos lo equivocados que podemos estar a menudo cuando algo no se ajusta a nuestros intereses o prioridades. Que no lo haga no significa que una idea no tenga sentido, y Twitter ha demostrado que cuando salió muchos estábamos equivocados. Quizás solo le hacía falta tiempo, desde luego, pero hoy por hoy mi relación con este servicio es estupenda. Ya lo dije hace casi cuatro años: #LoveTwitter.
Lo gracioso es que como digo cuando salió el servicio no opiné así. Ni yo ni unos cuantos visionarios más, como se puede ver en este vídeo que enlacé ya en 2008 y que es una demostración singular de cómo a menudo el tiempo pone las cosas en su sitio. Atentos, porque es de hace 12 años y aún así hay comentarios e ideas que son totalmente actuales hoy.
Uy, se me olvidaba. En Twitter, cómo no, soy @javipas.