Tecnología

Premio al mejor gimmick de 2019: pantallas plegables

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En octubre de 2014 escribí un post titulado ‘Gimmicks‘. Hablaba de esos artificios que son buenos argumentos de venta de productos y servicios aun cuando en muchos casos son características o funciones totalmente supérfluas. Me equivoqué de lleno con el ejemplo que di en aquel momento: califiqué a los selfies de un gimmick como la copa de un pino.

Resulta que los selfies no eran un gimmick. Se han convertido en seña de identidad de toda una generación y una industria, de esa #EraInstagram que nos envuelve y nos rodea. Del escaparate de las vanidades, decía yo también hace tiempo cual wannabe de escritor. Y que conste que me revienta un poco usar tanto término en inglés, pero lo cierto es que esas palabras inglesas suenan mucho mejor que la traducción.

El caso es que los artificios son constantes en todo tipo de mercados. Hay que vender, señores. Mientan ustedes, exageren, escurran el bulto si les preguntan por defectos y salten a la parte que queremos destacar. Sean ustedes unos vendemotos como Dios manda y enfóquense a vender productos no por el conjunto, sino por un artificio en particular. Y si el artificio al final acaba no siéndolo pues oye, miel sobre hojuelas.

Y eso es lo que por el momento son para mí las pantallas plegables. Ayer por la noche se presentaba el Motorola Razr, y quienes estuvieron en directo hablaban maravillas de un móvil que tiene el encanto del viejo Razr que salió al mercado en julio de 2004 y que conquistó, atentos, a 130 millones de usuarios. Eso de colgar la llamada plegando el teléfono era estupendo, pero no hemos podido volver a hacerlo desde que los smartphones nos enseñaron que colgar era tocar un icono en la pantalla.

El nuevo Razr nos devuelve esa opción, pero además permite que el móvil ocupe la mitad de lo que ocupan la mayoría de smartphones convencionales. Más cómodo de llevar en muchas situaciones, más molón a la hora de abrirlo y cerrarlo, y con una pantalla plegable que contagia y que desde luego provoca ese wow que tan difícil es conseguir hoy en día sobre todo en un ámbito tan mascado como el de los móviles.

Pero es que solo tiene eso. Que lo puedes usar como el Razr de hace 15 años.

Ya está.

En todo lo demás es un móvil mediocre con un hardware relativamente mediocre, una cámara probablemente mediocre -solo he visto algunas en temas de primeras impresiones y la cosa no promete- y con una batería preocupantemente mediocre. Demasiada mediocridad para pagar por él 1.500 dólares, me temo, aunque admito que si costara tres veces menos hasta yo me plantearía comprarlo.

Pero ese gimmick sale demasiado caro. Como buen artifico, hay que reconocerlo, mola a más no poder, y de hecho para mí tanto este dispositivo como el Galaxy Fold o el esperado Mate X de Huawei son productos que tenemos con nosotros por el simple hecho de que las empresas ya pueden hacerlos. Que yo sepa -corregidme si me equivoco- no son la solución a ningún problema. Al menos no lo son por ahora. Y ocurre que si eres un tipo práctico como yo eso no tiene sentido. El Razr, al menos en mi caso, no compensa.

Pero oye, si no lo eres y tienes 1.500 dólares que quemar, ya sabes. A por él.

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4 thoughts on “Premio al mejor gimmick de 2019: pantallas plegables

  1. Lambda says:

    Hombre, si que se plieguen sirve para no tener que estar poniendo fundas o cristales blindados , sencillamente usarlos «from the get go» sin más, pues sería la gloria. Cuando ví el Courier de Windows hace siglos lo veía claro…

    El modelo plegable de Axxon tambien me pareció razonable, sólo necesitaba más iteraciones y un Android optimizado para ello. Por no hablar de las posibilidades multitarea…

    Veremos a donde llevarán esto. Igual pasará como con los Note de Samsung, quién sabe.

  2. Land-of-Mordor says:

    A mí más que el concepto en sí, me echa para atrás todo lo que te obligan a renunciar por el «diseño»: SIM física, microSD, salida de auriculares, batería,…

  3. Julio VLC says:

    Por mucho prototipo que sea y tener que amortizar el coste de desarrollo de la pantalla plegable, pagar 1500 dólares por un móvil para tener especificaciones de gama media no tiene sentido. Por otra parte, hay un diseño conceptual de un hipotético sony con pantalla extensible que me parece más atractivo aunque también tendría sus pegas, claro. Aquí os dejo el enlace, como curiosidad no está mal.

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