Suelo enlazar por aquí temas que hago en Xataka y de los que me siento un poquito orgulloso, pero por si no los habéis visto allí, en estos días ha habido un par de artículos especiales sobre las Raspberry Pi 2, un prodigio del que ya di mi primera reflexión personal por aquí hace bien poquito.

El primero (también en el tiempo) fue la entrevista telefónica que pude hacerle a Eben Upton, creador de las Raspberry Pi, la semana pasada. Había visto al Sr. Upton en alguna que otra conferencia vía YouTube y la verdad es que cuando pedí la entrevista con un simple mensaje de correo electrónico no esperaba ninguna respuesta. Pero a los pocos días ahí estaba el Sr. Upton, contestando directamente y ofreciéndose a hacerla esa misma tarde. Me pilló un poco en pelotillas porque no había preparado nada, pero en un ratito pude establecer un guión y algunos puntos por los que tirar. A partir de ahí todo fue rodado y estuvimos charlando durante 25 minutos. Eso sí: el inglés británico que habla es muy, pero que muy británico –su padre es una autoridad en el tema- así que me apañé como pude y tuve que soltar algún que otro «Excuse me?» para poder seguir el hilo. Que alguien con esa agenda tenga ese rato para contestar a dudas y preguntas con total sinceridad -nada de vendemotos o meapilas– es todo un soplo de aire fresco para el habitual discurso de otros personajillos. Fantástico antes, durante y después (quedó a mi disposición para cualquier cosa, y creo que lo dijo de verdad), así que +1000 para el Sr. Upton.

El segundo tema ha salido hace un rato también en Xataka y aclara lo que supone el soporte de Windows 10 en las Raspberry Pi 2. Será un soporte limitado que probablemente no permitirá utilizar estos miniPCs como ordenadores de sobremesa al uso, pero aún así resulta una característica llamativa para desarrolladores. Para los demás -para nosotros, pobres mortales- afortunadamente hay todo un mundo de posibilidades, y por lo que he visto tener una sesión de escritorio con alguna distro Linux para las RPi como la Raspbian es perfectamente factible. Podré contaros más pronto porque os aseguro que no tardaré en tener una por aquí pero lo que está claro es que esta nueva versión de las Raspberry Pi es todo lo que podríamos pedir a sus creadores.

Este cacharrito se va a vender como rosquillas. Y si no, al tiempo.