O al menos, le funciona a Linus Torvalds, que estos días ha tenido que responder a las críticas por su «maltrato verbal» a otros desarrolladores del kernel Linux. Una de las (pocas) desarrolladoras del kernel le ha criticado por esa mala baba con la que trata a muchos compañeros al criticarles por sus fallos, y Linus ha querido dejar clara su actitud.
The fact is, people need to know what my position on things are. And I can’t just say «please don’t do that», because people won’t listen. I say «On the internet, nobody can hear you being subtle», and I mean it. […]
Sarah, first off, I don’t have that many tools at hand. Secondly, I simply don’t believe in being polite or politically correct.
Ahí lo tenéis. Linus en estado puro. Y lo curioso es que a pesar de todo, Torvalds es admirado y respetado a pesar de esas salidas de tono. Ser borde parece funcionar, y tenemos otro buen ejemplo –el mejor, probablemente– en Steve Jobs. El borde de los bordes. En la enciclopedia, en la palabra «borde», sale su foto. Jobs fue un jefe insoportable para muchos (¿todos?)de los que trabajaron con él, y sin embargo, ahí le tenéis. Poca gente ha logrado más cosas en el mundo de la tecnología y pocos han logrado convertirse en mitos de su talla.
Pero claro, lo de tener a un déspota por jefe no tiene por qué funcionar. De hecho el famoso libro «Buen jefe, mal jefe» —enlace afiliado de Amazon, hay una buena crítica en Sintetia, yo no lo he leído– parece abogar precisamente por una filosofía muy distinta. Mi limitada experiencia me hace tirar más por el lado de Torvalds y de Jobs. Hay empleados y subordinados que, simplemente, pasan de ti a no ser que seas un verdadero cabrón. Yo soy bastante blandengue y no suelo ponerme en pan Risto Mejide, pero poco a poco me voy dando cuenta de que hay ocasiones en las que, simplemente, ser un borde funciona. ¿Cuál ha sido vuestra experiencia?
Por propia experiencia como empleado quemado, te puedo asegurar que prefiero mil veces un jefe que te anime a ser mejor que un jefe que te trate como una basura. Desgraciadamente, muchos jefes que no tienen ni carácter ni talento para serlo, se dejan influenciar por el ejemplo de Steve jobs que, como genio que era, podía permitirse el lujo de tener un carácter insufrible. Apple no triunfó porque Jobs fuese un psicópata. Triunfó porque era un genio, tenía talento.
Un jefe mediocre saca el látigo pensando que es lo mejor para sus empleados, deducción propia de mentes cuya sintomatología no es necesario describir. Un buen jefe, en primer lugar, ha sabido seleccionar a empleados proactivos, motivados, trabajadores. Si necesita sacar el látigo, agredir verbalmente, amenazar o coaccionar, demuestra una manifiesta incompetencia para la tarea que asume como líder de un grupo, además de pedir a gritos un psicólogo o el cese en sus funciones. Pero oye, a algunos les funciona, e incluso algunos les admiran…
¡Qué tema más interesante! Me recuerda un post de hace tiempo sobre si los correos electrónicos deberían ir más al grano 🙂
Yo distinguiría al borde que lo es por seco o excesivamente sincero, pero que es justo y noble y reconoce sus errores y te sabe dar la razón y cambiar de opinión, del que es borde porque es un inseguro gilipollas que lo usa para limitar el debate y aprovechar una posición de autoridad jerárquica, moral o de edad/experiencia para comportarse como un déspota.
A este respecto creo que la clave curiosamente la da hoy @MiguelArino en su estupendo blog: http://miguelarino.com/2013/07/18/que-tipo-de-directivo-eres-desarrollador-o-empequenecedor/
Y otro tema que da para largo debate es el daño que hace tomar a Steve Jobs como modelo para muchas cosas. Genios como él son casi irrepetibles y lo que no se puede es copiar lo malo cuando suele estar ausente aquello que le hacía especial.
¡Un abrazo!
Daniel, estoy completamente de acuerdo contigo.
Muchas veces lo que ocurre es que genios como Torlvads, que a lo mejor no es el mejor programador del mundo, pero si tiene sensatez y una vision clara de lo que quiere, se cansa de pelear con gente obtusa que le marea una y otra con el mismo problema. Simplemente muchas veces ocurre que Linus tiene una vision global sobre el asunto y el otro no es capaz de ver mas alla de su problema e ignora completamente las implicaciones en el resto del kernel. Entonces llega un momento, que cansado día tras día de lidiar con lo mismo, lo mandas directamente a la mierda y funciona. Si encima tienes el carácter de Torvalds, miel con hojuelas. Y se le perdona precisamente por eso, porque por más que fastidie, tiene razón el 80% de las ocasiones y eso en un líder/manager, es impagable.
» Genios como él [Jobs] son casi irrepetibles»
Porque mueren de sobredosis o porque su creencia en pseudomedicina les mata antes.
Jobs sólo es modelo en una cosa [Marketing y Logistica] y en ese campo Ford fue aún mejor, Ford fue un genio Jobs sólo fue el mejor en su época (y digo sólo por comparación, pese a que lo que hizo no lo logra nadie actualmente).
Nadie quiere un jefe como Jobs, pero a nadie le importaría tener un Jefe como Linus.
Jobs no pasará a los libros de historia de la informática, ni de la electrónica, pasará a los de marketing le pese a quién le pese.
Tenéis toda la razón. Con los dos ejemplos (Torvalds y Jobs) me refería a jefes capaces, con visión global, pero que si no tienen un poquito de mala leche (lo de Jobs era exagerado, me temo) no lograban (o logran, en el caso de Linus) transmitir sus ideas.
Evidentemente, si tenemos un jefe que es un inútil, lo ideal es que al menos sea majo. Lamentablemente, la inutilidad se enmascara a menudo con esas prácticas tiránicas de las que muchos malos jefes parecen ser fans.
Por cierto, aquí un par de posts relacionados, incluido el que mencionabas, Dani (genial el post de Miguel Ángel Ariño, muy adecuado) , gracias!
http://www.javipas.com/2013/04/10/los-inutiles-abundan/
http://www.javipas.com/2012/08/11/email-bordes-breves-secos-correo-electronico/
Joe, también tú tienes toda la razón, y supongo que ya sabes lo que dijo Linus, aunque no encuentre ahora mismo el enlace. Algo así como «Tengo la maldición de tener razón casi siempre» 😉
Yo puedo decir que depende de cada persona. Yo como empleado nunca he tenido un jefe cabrón. No, al menos conmigo, pero si con otras personas. Y como jefe he pasado por lo mismo. Yo soy de esas personas que dejan trabajar y no están encima de la gente porque se supone que saben lo que tienen que hacer, pero hay gente con la que ese modelo no funciona y tienes que ir empujándoles para que reaccionen.
Ahora mismo dentro de un equipo de proyecto del que soy responsable hay gente muy buena profesionalmente pero cada uno es de su madre y de su padre. Uno es de los que quieren meterse en el trabajo de todos los demás, y con ese hay que ser borde porque si no no hay manera. Otro es perfecto, hace lo que tiene que hacer y punto y otros dos son un poco pasivos así que hay que darles caña de vez en cuando…
Así que el modelo general no existe, sino que hay que saber tratar a cada cual de la manera que mejor partido puedas sacar de el. Con unos habrá que ser borde, a otros habrá que pincharles para que despierten y a otros simplemente dejarles vivir…
Trabajo en el mundo del desarrollo Software, y debo decir que si bien no comparto las formas de Linus, sí que comprendo totalmente que tenga que llegar a esos extremos.
Además, normalmente nos enteramos de los capítulos donde este señor ha sido un borde, pero… ¿sabemos qué ha ocurrido antes?
Igual antes de explotar se ha tirado una semana diciéndole a unos y otros cómo debían hacer algo, para luego encontrarse con que no le han hecho ni caso y le están generando muchos problemas.
Y la verdad, el kernel de Linux es algo demasiado serio como para permitir que un tío se lo cargue por creer que tiene más razón que nadie.
Yo no desarrollo algo similar, pero os aseguro que hay veces en las que estás al limite de la paciencia porque la gente simplemente te ignora cuando les dices cómo deben hacer algo, porque desde su limitada visión creen que lo hacen es lo mejor y que tú simplemente no tienes ni idea.