Hace ya tiempo que siento curiosidad por esa técnica fotográfica que permite crear imágenes espectaculares. Hay gente que está en contra de esos retoques, y es cierto que las imágenes pierden realismo, pero el efecto final es tan espectacular que como mínimo uno no puede dejar de probarlo.

Yo lo he hecho este fin de semana, aprovechando que me iba de viaje y que hace tiempo que quería fotografiar un sitio con significado (¡pipi!). La verdad es que sacar fotos HDR es mucho más sencillo de lo que pensaba, pero pasa lo de siempre. Hasta que no te pones, no puedes darte cuenta. Hay un montón de tutoriales por ahí, pero a mí me sirvió este de TKRPhoto en formato FAQ que resuelve las principales dudas.

Importantísimo el trípode, y menos importante -aunque lo hace todo más sencillo- es que tu cámara tenga Auto Exposure Bracketing, o lo que es lo mismo, que sea capaz de sacar automáticamente varias tomas con distintas exposiciones. La mayoría de DSLR lo permiten (normalmente 3 tomas con exposición variable por el usuario). Con eso y programitas como Photomatix, la cosa está apañada. Y los resultados, para ser los primeros, molan 😉