La moda de destripar los nuevos gadgets, máquinas y periférifos que se extiende en todo portal técnico que se precie no solo afecta a esos objetos de última hornada: también podemos quedarnos asombrados al ver la simplicidad del diseño de un Commodore 64, la máquina que sentó precedentes en la historia de la microinformática y que vendió millones y millones de unidades (30, para ser exactos) en todo el mundo.

En TechRepublic han querido rememorar viejos tiempos, y parece que ha sido el destino quien ha provocado que descubriera ese post con una galería de imágenes geniales en las que se van analizando con detalle los diversos chips que formaban parte de aquella máquina mítica. Lo digo porque hace un par de días escribía un post melancólico sobre RetroMadrid, la feria de la informática antigua en la que vi muchos modelos de los años 80 pero en la que curiosamente faltaban C64s.

Yo disfruté del Commodore 64 durante muchos años, y de hecho lo conservé hasta hace poquito, cuando se lo di a un amigo para que le sacara provecho. Recuerdo que al principio teníamos que aguantarnos y verlo en una tele en blanco y negro, así que sus fantásticos gráficos a color eran algo que dejábamos a la imaginación. ¡Qué partidos al MatchDay II me echaba con mi hermano, uf!