Voy dando los últimos pasitos para ver ‘Suscriptocracia‘ por fin a la venta. La semana pasada tocó registrar los ISBN (uno por formato), por ejemplo, que tarda unos días, y ayer, ya con esos códigos en mi correo, pude proceder a solicitar la publicación en Amazon.

O más bien, en KDP (Kindle Direct Publishing), que es la parte de negocio de Amazon que precisamente gestiona todo este tipo de cosas. Había visto algún vídeo de cómo va el proceso, y la verdad es que llegaba a este momento con algunos nervios.

¿La razón? Que no tenía claro que el proceso fuera especialmente claro. Y resulta, queridos lectores, que no lo es.

Y eso que yo tenía todo más o menos mascado. Publicar un libro en KDP debería ser:

1. Subir manuscrito
2. Subir portada
3. Publicar

Pero de eso nada. Antes y después de subir el manuscrito o la portada hay que hacer bastantes cosas, como rellenar datos relevantes del autor y del libro, añadir una descripción (‘blurb’ o ‘reseña’ es el término en inglés) y algo curioso: posicionarlo.

Para posicionar el libro primero eliges hasta tres categorías —que en mi caso se aproximan a la temática, pero no la describen bien— y luego siete campos de palabras clave. Y aquí es donde viene lo gracioso, porque por lo visto elegir bien las categorías y sobre todo las palabras/frases clave es vital para que cuando alguien busque un libro en Amazon, encuentre el adecuado. Hay un montón de vídeos en YouTube al respecto, pero también aplicaciones y servicios específicamente destinados a posicionar libros en Amazon. Para que en lugar de usar «libro de historias tecnológicas sobre modelos de negocio» pongas algo tipo «economía digital de las suscripciones», en mi caso. Es un poco locura, porque aquí lo que la gente dice en internet es que de eso dependen parte de tus ventas, así que hay que intentar hacerlo bien.

Yo ya había preparado más o menos las categorías y los términos clave, así que esa parte no me llevó mucho. Pero como lo hice por mi cuenta, no tengo ni idea de si lo habré hecho bien. Supongo que me enteraré cuando venda 3 libros o cuando venda 30.000. Pero es que ahí no acaba la cosa.

Luego llega, en efecto, el momento de subir el manuscrito, que parece trivial (yo mandé un ePub para el libro electrónico y un PDF para los de tapa blanda y tapa dura) pero no lo es. Al menos no en los impresos, porque Amazon tiene que asegurarse de que va a quedar bien, así que ofrece una serie de herramientas tanto para diseñar la cubierta como para previsualizar todo el libro como si estuviera impreso.

Ahí es donde tus JPG para la portada o tus PDF del manuscrito pueden fallar y no ajustarse completamente a las dimensiones que Amazon te dice que tienes que usar. Es cierto que la herramienta para ajustar la cubierta y el texto ayudan, pero el proceso es farragoso y algo lento. Me recordó un poco a lo de hacer gestiones en la administración pública española: la interfaz es feota y anticuada, y aunque ciertamente parece que funciona, me quedé un poco extrañado. ¿De verdad una empresa como Amazon no tiene una forma mejor de hacer esto?

En fin. Lo bueno de todo es que si todo va bien ‘Suscriptocracia’ estará muy prontito a la venta. De hecho y como comenté ayer en Twitter, puede que esté a la venta un poco antes de lo que yo pensaba. Avisaré cumplidamente, desde luego, pero quería compartir primero esta primera historieta de escritor novato. Caerán algunas más, seguro.

Qué nervios 😉