Iba a titular este post «Cómo estropear un botón», pero creo que esa afirmación es probablemente exagerada y amarillista. Total, que he ido a algo más moderado. Empezaré confesando que cuando se filtraron los primeros datos del nuevo botón de Control de Cámara de los iPhone 16, aquello me parecía una ideaza.

Pero la implementación final no me acaba de acabar.

Yo, la verdad, esperaba un botón a los Sony Xperia. Más tradicional. En lugar de eso, Apple ha creado un mini-trackpad —porque no es más que eso—, un «botón táctil» como dicen ellos, con un sensor de presión que permite distinguir entre distintas formas de presionarlo.

Eso permitirá que en unas semanas el Control de Cámara ofrezca un comportamiento similar al obturador de dos etapas de las cámaras tradicionales. O sea: media presión para enfocar, y una entera para sacar la foto. La opción me parece interesante, pero por ahora no existe.

Lo que sí existen son otras opciones. Poder controlar el zoom es la más llamativa, pero qué queréis que os diga: al verlo en funcionamiento tampoco me parece que sea una forma mejor de hacerlo. Mucho peores son para mí los controles avanzados a los que también se puede acceder con una doble pulsación ligera.

Y tras ver varios análisis, ninguna de ellas me convence. Y os diré más: a quienes las han probado, tampoco. En los análisis que he leído o visto, nadie pone el botón Camera Control por las nubes. Nadie dice que es la gran característica que debería convencerte de comprar un iPhone 16/Pro. No hay ningún «¡Dios mío, este botón es la pera!». Naino. Ese comentario, al menos por lo que yo he visto, no existe.

Y eso es mala señal. Muy mala.

De hecho, a mí este botón me recuerda a otro elemento que inicialmente pareció llamar la atención y luego acabó desapareciendo de la gama de productos de Apple: la Touch Bar.

A mí jamás me gustó la idea, pero hubo gente a la que desde luego la cosa no le disgustaba. No los suficientes. Apple acabó matándola y recuperando los teclados de toda la vida (más o menos), y aquello demostró que era una característica sobredimensionada, o, como dicen los americanos, overengineered. El potencial que prometía jamás fue aprovechado, y acabó quedando claro que a veces reinventar la rueda no tiene sentido.

Con el botón de control de cámara mi sensación es la misma. Creo que aquí Apple se ha esforzado demasiado en hacer que el botón mole. Y lo hace, claro, pero más allá de eso ¿mejora la experiencia de usuario? ¿la hace mejor en alguna situación?

Diría que no. O al menos, no en la mayoría. Está bien poder lanzar la cámara y sacar la foto con un par de pulsaciones en el lateral, pero es que eso ya lleva haciéndose en móviles Android desde hace años. Yo lo hacía en el Samsung Galaxy S7, y lo sigo haciendo ahora en el Pixel 8 Pro. Apple no necesitaba un botón nuevo para eso: podía haber hecho lo mismo incluso sin integrar el Botón de Acción, que oye, puede ser útil pero es ante todo «un botón más».

Me resulta además especialmente curioso que el botón de Control de Cámara esté disponible tanto en los iPhone 16 normales como en los Pro. Tradicionalmente Apple lo habría usado como argumento para convencer a más gente de que comprase los modelos Pro, y se me escapan las razones por las que ha tomado esa decisión. ¿Se habrán dicho a sí mismos «es un poco meh, así que mejor lo metemos en todos los iPhone»? A saber.

Hay otro problema: la colocación del botón. En las reviews no he visto a nadie que flipe con el botón, pero son varias las que han repetido eso de que manejarlo con el iPhone en vertical es demasiado incómodo. No resulta natural. Teniendo en cuenta que hoy la mayoría de la gente que hace fotos y vídeos las hace en vertical porque es lo que acaban publicando en Instagram, esa colocación parece errónea. Otra queja que se empieza a oír: es fácil pulsarlo accidentalmente y que el iPhone se ponga a hacer cosas que no debe.

No sé. No veo nada claro que este botón acabe planteando ventajas salvo para situaciones muy concretas, tipo fotos siempre apaisadas, pausadas, más de fotógrafos aspiracionales. Para todo lo demás, Mastercard, parece que este despliegue de ingeniería de Apple ha sido una inversión de tiempo y dinero mal empleada.

Que puede que no, claro. El tiempo dirá. Pero de momento, no lo veo. Si acabáis de haceros con uno de los nuevos iPhone 16 o leéis esto y queréis comentar dentro de unas semanas, adelante. Prove me wrong.