Imposible saber qué va a pasar con Twitter ahora que Musk ya es su dueño. Han aparecido todo tipo de análisis antes y durante el proceso —y los que quedan por aparecer—, aunque me ha gustado la reflexión de The Verge que reúne tanto el «cómo hemos llegado hasta aquí» como algunas ideas de hacia dónde puede ir Twitter desde este punto.

Mi impresión es que Twitter no peligra. No es una red social especialmente apreciada, pero desde luego los periodistas solemos tenerla como recurso clave de nuestro día a día. Se ha convertido además en ese gran centro neurálgico de los anuncios importantes y de declaraciones públicas, así pensar en que desaparezca es poco plausible. Están los deportistas y personalidades que hacen comentarios públicos, los políticos que se ponen medallas, las empresas que lanzan nuevos productos y servicios… y por supuesto los que lanzan reflexiones e hilos súper interesantes y quienes aprovechan ese medio para hablar de injusticias o irregularidades que de otro modo sería difícil que salieran a la luz y fueran conocidas por el grab público.

En ese análisis de The Verge explicaban bien además otra cosa: Musk no es un gestor. No en el sentido clásico. Dudo mucho que vaya a ser el CEO de Twitter, y de hecho me da a mí que va a volver a fichar a Jack Dorsey para el puesto. Lo que quiere Musk es que la gente oiga y ejecute sus ideas. Y cito (traducción de DeepL):

«Musk establece prioridades, a menudo basadas en poco más que un capricho, y los detalles y los avances tecnológicos que puedan ser necesarios para lograrlos se dejan a su fuerza de trabajo.

Así que, aunque una forma de ver las respuestas de Musk a los empleados de Twitter hoy es que están poco cocidas, puede valer la pena considerar que esto es lo más cocido que algunas de ellas llegarán a estar. «Resolver los pagos», «hacerla más parecida a TikTok», «añadir 770 millones de usuarios», me parecen el tipo de instrucciones que el nuevo jefe de producto de Musk podría recibir el primer día. Y los empleados que permanezcan en sus puestos serán los encargados de hacerlo».

Creo que efectivamente esa es la idea de Musk. La de dar órdenes muy genéricas, y dejar que otros las ejecuten lo mejor que puedan (si pueden). Parece que quiere tener un Twitter «más tiktokero», muy de entretener, y eso sí me asusta un poco porque para mí era una red social en la que encontraba información relevante y legítima que igual ahora ya no tendría tanta cabida en Twitter.

Y aún así, confío en que esto va a hacer que Twitter mejore. Entre otras cosas, porque quienes dirigían hasta ahora este servicio apenas eran usuarios del mismo. Si alguien conoce bien Twitter —lo ha usado muy bien en su provecho—, es Elon Musk. Eso da miedo por cómo lo puede seguir usando para su interés, pero por otro lado casi prefiero saber que es él quien lo lleva —y conocemos su ‘agenda’, como dicen en inglés— para filtrar y tomar perspectiva respecto a lo que se publica y pasa en la red social.

Veremos. Etapa sin duda interesante para un servicio que para mí es insustituible. Por si os interesa, esta mañana me han invitado (como representación de Xataka, por supuesto) a hablar del tema en el Canal 24 Horas de RTVE, y esta ha sido mi intervención:

A ver qué nos depara esta nueva era de Twitter. La cosa, desde luego, va a ser interesante.