De las cosas que me llegan de cuando en cuando para probar esta es una de las más curiosas para mí. No grabo vídeos de producto como sí hacen muchos canales de YouTube, y en esas producciones es normal ver trávelin (el plural es igual al singular, gracias RAE) y desplazamientos de la cámara que van mostrando distintos detalles de esos productos que son el objeto de la grabación.
Para hacer esos planos la gente tira de muchos recursos, y si tienes buen pulso lo cierto es que puedes hacer cosas aceptables con la ayuda de un trípode, por ejemplo. Sin embargo en los últimos tiempos se ha ido popularizando el uso de los gimbal, que son dispositivos que permiten mantener las cámaras estables en una misma orientación aun cuando tú te estés moviendo.
En realidad puedes hacer más con un gimbal, y de hecho eso es lo que he estado comprobando con el MarSoar Glide, un modelo económico pero bastante funcional con el que he tenido la oportunidad de juguetear estos días.
No lo he hecho muy a fondo porque como digo no me dedico a esto: no acabo de cogerles el tranquillo a las distintas opciones, que entre otras cosas permiten hacer mantener el foco en un objeto o hacer que móvil siempre apunte a la misma dirección te muevas tú donde te muevas.
Para mí la opción más llamativa es la de la estabilización: este modelo cuenta con un sistema de tres ejes que es realmente eficiente: me he echado una minicarrera con mi Xiaomi Mi apuntando al frente (tratando de mantener medianamente el móvil quieto) y con el gimbal activado y funcionando. La diferencia es bastante clara, diría yo:
Creo que para muchos escenarios de aventura (para esquiadores por ejemplo, si se apañan a la hora de colocarse este invento en algún lado) este tipo de sistemas es súper curioso, pero supongo que la aplicación es mucho más amplia. No puedo comparar con la estabilización óptica de las cámaras de aventura porque las que yo tengo son un poco castañas y no tenía una GoPro para ver qué tal, pero supongo que tener un dispositivo dedicado solo a esto tiene sentido.
Aún así también tiene su encanto para grabar planos de producto, desde luego. Hice unas pruebas rápidas que quería incluir en mi análisis del boli Xiaomi Mijia Rollerball Pen, pero me lié y no me salió muy bien la cosa. Como siempre me falta tiempo para perfeccionar estas cosas y está claro que la cámara y su función de zoom importan si funcionan de forma suave y precisa. Con el Xiaomi Mi 6 la calidad de la grabación es chula, pero queda patente que mi experiencia en estas lides es nula:
Y aún así, la cosa está simpática. Seguro que por aquí hay algún experto que puede hacer más puntualizaciones en los comentarios, pero yo diría que tener un aparatito de estos puede ser muy interesante si os dedicáis un poco en serio a hacer videoanálisis en YouTube y queréis que el tema os quede aparente.
Este gimbal tiene una batería de 1.800 mAh y que se carga a través de un puerto Micro USB. Para que el gimbal «se hable» con tu móvil se hace uso de la conexión Bluetooth, que activas desde la aplicación de cámara MarSoar que te bajas de la Play Store, y a partir de ahí ya puedes empezar a juguetear.
En la empuñadura existen una serie de botones físicos para poder activar directamente el zoom desde ella, pero también para elegir modos de operación (retrato/apaisado) y sobre todo el joypad que permite orientar el móvil con fluidez y suavidad en los tres ejes. Hay algunas funciones más que controlas desde esos botones o desde la propia aplicación: no solo los modos de grabación y seguimiento, sino también la aplicación de filtros en tiempo real sobre esas grabaciones. Está claro que no le he sacado mucho partido, pero si alguna vez me dedico a hacer vídeos profesionales de bolis —el éxito de aquel post parece que dirige mis pasos a ese nicho— o de hamburguesas —en plan Harry, pero con videoanálisis, que molaría más— me va a venir de perlas este invento.
Si estáis interesados, el MarSoar Glide está a 69,74 euros en GearBest. Quién sabe: igual hay algún futuro Spielberg por aquí que da sus primeros pasos gracias a este dispositivo. Ale, ahí lo dejo 🙂
Recientemente vi a una pobre muchacha con un aparatillo de esos sufriendo de lo lindo para intentar sacar fotos espectaculares en Ronda (todo el que conozca la ciudad sabe que no necesita nada de eso para sacar fotos y vídeos espectaculares). Eso sí, lo intentaba con una cámara compacta «avanzada» y no con un móvil. Me pareció curioso, pero no es para mí.
Pues igual lo hacía hasta mejor que yo, tenías que haberme visto con las pruebas, parecía un poco gorki 😉 Dicho lo cual, tengo Ronda pendiente. Saludos!
No es que me conozca precisamente la ciudad y sus rincones como la palma de mi mano, pero es de esos sitios en los que arrancas a andar sin plan y siempre encuentras algo curioso o alguna «fotaza».