Por ahí me llegan sugerencias de smartphones rarunos de los que hablar. Son marcas que se conocen poco o muy poco por aquí, pero que ciertamente pueden tener su aquel si lo que uno busca es básicamente una buena relación precio/prestaciones.

Son, diría, los otros Xiaomi. O los que querían serlo, porque lo cierto es que este fabricante chino que nos soprendió a todos —copiando a destajo, sí— hace años ha logrado crecer y crecer para ofrecer productos realmente estupendos a precios aún más estupendos.

Otros, claro, tratan de seguir la estela. Son los Vernee, Homtom, Umidigi, Oukitel, Blackview, Elephone y demás marcas que aparecen en esas tiendas chinas en las que algunos husmeamos y que de cuando en cuando sorprenden por su precio y aparentes prestaciones. Huelen a chollo, pero claro, cuando uno tiene ya cholletes de marcas conocidas por todos lados cuesta creer que la cosa pueda ir más allá.

En esa guerra está también Cubot, que alguien me recordaba el otro día. «Oye JaviPas, ha salido el Cubot Power, ¿qué te parece?«, me decía. Pues  me parece que lo tiene crudo, porque aunque se trata de un modelo interesante, hay competidores demasiado duros ahora mismo.

Por especificaciones tenemos un modelo modesto: un Mediatek Helios P23 (MT6763T) con una GPU Mali G71. Hace tiempo que no se oye hablar de MediaTek, y este modelo está algo por debajo del ya casposo Snapdragon 625, sobre todo en cuanto a la GPU.

Donde sí estamos muy bien servidos es en sus 6 GB de RAM y sus 128 GB de capacidad (ampliables, atentos), mientras que contamos con una pantalla de 5,99 pulgadas con resolución 2.160 x 1.080 píxeles (formato 19:9, sin notch, uauh) y otra opción destacable: Android 8.1 puro y sin bloatware, algo bastante sorprendente para un fabricante chino.

El diseño es normalito, los marcos inferior y superior son bastante notables para estos tiempos, pero hay una característica diferencial de ese diseño: es gordito. Mucho, porque esos 10,75 mm lo hacen claramente más voluminoso que otros competidores. Eso, claro, tiene una ventaja fundamental que mejor os destaco con la imagen promocional:

6.000 mAh de batería son muchos mAh. Diría que de sobra para aguantar dos días de uso sin ningún problema, y puede que más, sobre todo con un hardware que no es especialmente exigente.

Esa es la clara ventaja de un terminal que como decía en lo demás es pasable. Cuenta con un sensor de 16 Mpíxeles (interpola a 20) y apertura f/2.0 en la trasera, y aquí Cubot destaca la presencia de un objetivo 6P (6 cristalitos en lugar de los 5 de otros modelos) que, la verdad, no parece que sean determinantes. Supongo que la cámara no será mala y en las fotos de demo que he visto incluso se puede forzar el modo retrato y el bokeh, pero no me fío de que se porte muy allá en baja luminosidad.

La pregunta final, claro, es cuánto cuesta. Pues ahora mismo en GearBest está por 208,80 euros, que me parece un precio quizás algo por encima de lo que uno esperaría por especificaciones y diseño. Está claro que si uno quiere batería este monstruo puede ser interesante, pero más allá de eso, la verdad, este «otro Xiaomi» difícilmente me convencería de no ir a uno de sus competidores.

Con esto no quiero decir que haya que despreciar a estas marcas: este es un móvil con esa clara orientación a los exigentes en batería, pero hay modelos de esta y otras marcas a los que no deberíamos dejar de prestar atención. Mirad por ejemplo a Vivo, que con sus NEX y sus X21 les ha dado una vuelta de tuerca a conceptos que parecían inamovibles hasta ahora como la cámara frontal desplegable o el lector de huella bajo la pantalla.

Lo dicho, los otros Xiaomi tienen su aquel, y ciertamente cualquiera de ellos podría acabar convirtiéndose en el próximo Xiaomi. Por si acaso, atentos.