Tecnología

Apple y las redenciones (y II)

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La primera parte de esta historia, aquí.

—Manda narices. Mucha inteligencia artificial, mucho coche autónomo, mucho robot, pero nadie ha inventado el sucesor del paraguas —se dijo Harry a sí mismo mientras caminaba por la Avenida Liberty.

Ciertamente, parecía mentira. Tantas evoluciones en unas cosas, y tan pocas en otras. Aquella era una mañana de perros, con una lluvia pesada y fría que hacía que aquel paseo no se pudiese disfrutar demasiado. «Tenía que haber cogido un taxi«, pensó Harry. Qué lejos quedaban aquellos tiempos en los que la gente se volvía inútil al volante en cuanto caían tres gotas. Los coches autónomos iban igual de bien en seco que en mojado.

Benditos coches autónomos, pensó. «¿Y conducir ahora en manual?«, se dijo a sí mismo. «Qué perezón«. Ahora muchos se hubieran reído de aquel antiguo eslogan de ‘me gusta conducir‘ de una BMW que ahora presumía precisamente de lo contrario: el eslógan había cambiado a un «me encanta no tener que conducir«. Donde dije digo…

En esas estaba Harry cuando llegó empapado a la recepción de la residencia de ancianos en la que había quedado con el Sr. Cook tras la charla del día anterior. Varios robots danzaban por aquellas superficies pulidas. Uno de ellos se le acercó de inmediato. Era, cómo no, Norma. 

—Sr. Burns, me alegro de volver a verle —dijo amablemente. La cara de Harry dejaba claro que no tenía ganas de muchos tonteos cibernéticos hoy — Hay mudas de ropa disponibles en los vestuarios auxiliares, por si desea cambiarse. La más popular es el jersey Jobs de cuello alto.

Harry cambió el semblante. Qué punto. 

—Anda, pues sí, Norma, muchas gracias. Voy a cambiarme. 

A los cinco minutos Harry estaba sequito y con las mismas pinturris que Jobs adoptó en sus últimos años en las keynotes en Apple. Fue directo a Norma, a la que simplemente le hizo una seña con la cabeza para que le acompañase hasta donde estaba el Sr. Cook. 

Le encontraron en una de las salas de ocio de las instalaciones de la residencia. Había de todo, pero el Sr. Cook estaba leyendo un libro convencional, algo que se había convertido casi en un anacronismo en aquellos días. El libro, cómo no, era la biografía de su antecesor y amigo, Steve Jobs, así que la entrada de Harry en escena fue especialmente curiosa. Te hecho el Sr. Cook se quedó algo traspuesto hasta que no se fijó en que quien vestía esas ropas no era otro que su entrevistador. 

Boom —bromeó Cook.

—Jajajaj. Buenos días, Sr. Cook. 

—Buenos días Harry, ¿qué tal?

—Bien, bien. Afuera está cayendo una buena, pero Norma ha tenido la amabilidad de prestarme este modelito —la robot-enfermera les había dejado en cuanto dejó a Harry en esa sala. 

—Me gusta el estilo, me gusta. ¿Bueno, por dónde íbamos ayer?

—Hablábamos de la WWDC de 2017. Iba a usted a contarme qué pasó con iOS 11 y los iPad Pro. 

—¡Ahhh, claro! —comentó Cook.

Como el día anterior, parecía lleno de energía a pesar de su ya avanzada edad. La medicina moderna y los tratamientos con tecnología CRISPR habían hecho maravillas en personas maduritas. Envejecer seguía siendo una castaña, pensó Harry, pero al menos uno podía hacerlo sin perder la dignidad. 

—Le veo con ganas, Sr. Cook. Cuando quiera. 

—Vamos allá. Veamos. Si no recuerdo mal, Craig empezó hablando de las novedades de iOS 11 para el iPhone. 

—Así es. Pero el iPhone, por una vez, no era protagonista. Las mejoras fueron poco llamativas.

—Claro, porque el foco estaba empezando a cambiar, seguro que se acuerda usted. MacOS High Sierra no aportaba nada diferencial en cada nueva versión, pero eso era porque iOS era el futuro. O al menos, nuestro futuro. 

—Lo recuerdo, claro. Creo recordar que escribí algo sobre eso en aquella época. 

—El caso es que en el iPhone no había nada demasiado especial. Recuerdo que activamos los pagos de persona a persona con Apple Pay integrados en iMessages. 

—Cierto, cierto. Volvían a copiar ideas, en este caso de Venmo. 

—Todos copiaban, Harry, no me venga con esas. 

—Cierto, pero a esas alturas se esperaba que ustedes hicieran algo más que copiarlas. Eran Apple: tenían que mejorarlas. Además, una vez más todo cerrado: o usabas iMessages, o de pagos personales nada. 

—Como ya hemos discutido alguna vez, esa era nuestra filosofía. Lo de las lentejas que decía Vd. ayer. Sea como fuere, aquello no estaba tan mal. Además hicimos algo mejor a Siri: la voz era menos robótica, si se acuerda. Más agradable. Y luego estaba el Control Center, que por fin adaptátabamos para que todo cupiese en una sola página.

—Aquello no estaba mal. Recuerdo que la gente criticaba mucho lo de ir de un lado a otro en el Control Center antes de iOS 11. Y luego estaba lo otro, Sr. Cook: la realidad aumentada. La eterna promesa que por fin llegó al iPhone. 

Cook retiró la mirada un momento. Aquello realmente parecía el futuro en aquella época. Apple había aprovechado aquel evento para hacer un guiño a la realidad virtual —a través del soporte de gráficas externas y con equipos como el iMac Pro—, pero en realidad veían mucho camino por recorrer en realidad aumentada. Como ocurrió con otras tecnologías, las expectativas quedaron ahogadas por una realidad en la que las aplicaciones de esa tecnología eran anecdóticas. Cook se repuso al poco y continuó.

—Exacto. Con ARKit comenzábamos a dar soporte a esa capacidad. Veíamos la oportunidad clara para desarrolladores que no habían encontrado el canal adecuado. Pero con los iPhone la cosa podía despegar definitivamente. 

—Pero no lo hizo.

—No, desde luego. Aquello fue un bluf. Nuestras demos no mostraban nada diferencial o que no se pudiese hacer con otras plataformas. La realidad aumentada tenía cierta utilidad y era divertida, pero una vez más nos encontrábamos con una solución a un problema que no existía. 

—No como el iPad Pro del que hablaron justo después, ¿verdad?

Cook sonrió. Aquella era su parte preferida de aquella keynote. En Apple llevaban años preparando una transición que estaba siendo lenta y tortuosa, y que por el camino les estaba costando parte de su reputación y de su fama. No innovar en macOS o en los Mac tenía una razón poderosa: que esa plataforma de escritorio debía desaparecer algún día. El problema, claro, era que no podían decirlo en voz alta. O por lo menos, no en voz muy alta. 

—Ciertamente, Harry. Ciertamente. En realidad el iPad no era lo importante, aunque la mejora hardware no estaba mal. 

—No estoy tan seguro. Al menos en el tema de los marcos. Quitarle marcos a una tablet que al final se coge de forma distinta que un smartphone parecía peligroso —comentó Harry recordando aquella tablet que seguía la moda del momento, las pantallas sin (apenas) marcos).

—Puede, pero a nosotros nos funcionó: más diagonal en las mismas dimensiones, pero sobre todo una pantalla más brillante y con esa frecuencia de refresco de 120 Hz que era importante para mejorar la latencia del Apple Pencil. Le ganábamos a Microsoft, que acaba de presumir de la menor latencia del mercado.

—Por un ms que nadie notaría en la vida, pero ok. De todos modos mucho discurso con la latencia, pero no corregían lo peor del Apple Pencil. Su gran metedura de pata. 

—¿Cuál? No recuerdo nada especial… —comentó el Sr. Cook dubitativo.

—Esa forma de cargarlo desde la parte trasera con el puerto Lightning. El horror, Sr. Cook. No me dirá Vd. que no. 

El Sr. Cook lo recordaba, desde luego. Esa fue causa de una buena discusión con Jon Ive, el protegido de Jobs, que era una figura con demasiado poder y aparentemente poca responsabilidad. Mientras fuera bonito, lo demás daba (casi) igual. Aquel sistema de recarga había sido una chapuza, pensó Cook ensombreciendo el gesto. 

—Pues voy a tener que darle la razón, Harry. Podría echarle la culpa a Ive, pero supongo que la culpa era mía. Al final era yo quien tenía la última palabra, pero en aquel momento la idea no pareció tan mala. 

—Sea como fuere, lo importante del iPad Pro no era el iPad Pro, sino iOS 11. 

—Así es. Cuando empezamos a desarrollar el iPad Pro 10.5, lo hicimos con una idea en la cabeza: iOS 11 tenía que darle sentido por fin a este tipo de producto. Por esa razón integramos las tres grandes novedades del sistema operativo. El dock, el sistema de arrastrar y soltar, y, por supuesto, el explorador de ficheros. 

—Recuerdo especialmente lo del explorador. La aplicación que todos los usuarios de iOS decían que nunca echaron de menos. Justo hasta que la tuvieron delante, claro. Recuerdo un debate en Twitter sobre el tema que tuve con dos antiguos colegas de profesión.

Cook sonrió.

—Bueno, ya sabe cómo funcionan estas cosas. Hubo quien dijo que el explorador de archivos no era necesario en el paradigma de iOS, pero claro, aquel paradigma ya no era solo el del teléfono. El sistema operativo estaba creciendo, y poco a poco conquistaba un terreno para el que no estaba pensado al principio. 

—El escritorio. 

—Exacto. El dock y la gestión multiventana mejorada hicieron que la experiencia fuera aún más similar a macOS/OS X que nunca, y lo mismo con el sistema de arrastrar y soltar. Pero el componente estrella era ese explorador de ficheros. Mucha gente que se había empeñado en utilizar el iPad Pro como su único ordenador había hablado de lo bien que vendría una aplicación así para aumentar la productividad. Estuvimos de acuerdo, así que creamos esa aplicación. Así nació Files.

—Ese fue el momento en el que el iPad Pro comenzó a tener sentido como alternativa al MacBook o al iMac. 

—Así es. Y solo faltaba un elemento más para la transformación completa —comentó el Sr. Cook, que claramente le envidaba a Harry.

—Sé perfectamente a lo que se refiere. Hablé de ello también hace años [entrada aún por publicar], pero estoy de acuerdo. Con aquel elemento, los MacBook y macOS comenzaban a tener bastante menos sentido para la inmensa mayoría de la gente. 

—Así es. 

—Pero terminemos el repaso, Sr. Cook. Queda aquel último anuncio, uno que mucha gente esperaba con expectación.

—El HomePod, por supuesto.

—Así es. Un producto de la vieja escuela Apple.

—¿Por qué lo dice?

—Luego se lo cuento. Primero, sus impresiones.

—Bueno, el HomePod era inevitable para nosotros. Teníamos todos los componentes necesarios para hacer un buen altavoz inteligente…

—Querrá decir conectado. Siempre odié aquella moda de ponerle a cualquier cacharro el apellido «inteligente».

—Bueno sí. Conectado, ok. El caso es que el HomePod tenía que aparecer tarde o temprano, y lo hizo entonces. Fue un producto lógico, un producto «fácil» para nosotros. La integración de Siri le daba valor, y además estaba su buena calidad de sonido.

—Y una vez más, robaban ideas del mercado. 

—Copiábamos bien, y nos funcionaba. Fíjese Vd., un Amazon Echo que se centraba en la parte del asistente de voz costaba 180 dólares en aquella época. El Sonos PLAY:1, que sólo se centraba en la parte del sonido, costaba 199 dólares. Nosotros combinamos ambas y las vendimos tranquilamente a 349 dólares.

—Y una vez más, la gente cayó en la red. 

—Pues claro. Podíamos haberlo puesto a 499 dólares y la gente lo hubiera seguido comprando. 

—Ya entonces me parecía (y perdóneme Vd.) una vergüenza. Sobre todo teniendo en cuenta que el HomePod solo era compatible con Apple Music. Su jardín era más amurallado que nunca. Por eso lo del comentario de antes. Un producto de la vieja escuela.

—Todo lo que quiera, pero aquella estrategia nos funcionaba una y otra vez. Y si una cosa funciona, no la toques. El HomePod fue todo un éxito para nuestra división de hardware, no sé si lo recuerda.

—Sí, los vendieron como churros, sobre todo gracias a aquellos 27 millones de usuarios que tenían Vds. en Apple Music en aquella época. 

—Y más que se suscribieron gracias al HomePod. Fue una jugada redonda, y eso que Siri no estaba tan avanzado como Google Now, Cortana o Alexa en la época.

Cook sonreía, satisfecho, mientras recordaba aquella keynote que volvió a demostrar el poderío de una Apple que con sus luces y sus sombras se permitía el lujo de dar algún golpe de mano de cuando en cuando. Aquella WWDC de 2017 lo fue. 

—Así es, pero eso no importaba. Lo que vendía de aquel altavoz, como siempre ocurría con Apple, era el ecosistema. Si Google o Amazon hubieran comprado Spotify, hubieran podido competir con ciertas garantías. Por aquel entonces nadie quería hablar con las máquinas, no sé si lo recuerda. 

—Ya lo creo. Y mire donde estamos ahora —dijo Cook.

El anciano se quedó pensando. Echó un vistazo a una sala en la que lo normal era que los ancianos hablaran con las máquinas. De hecho, pensó, era menos normal que los ancianos hablaran con otros ancianos: los robots tenían que aguantar tus batallitas sin rechistar, se dijo. Otras personas carecían de la paciencia, tiempo o ganas de hacerlo. Benditos robots, que habían acabado siendo una valiosa compañía para tanta gente. Cook recordaba aquellos debates a principio de siglo sobre la ética robótica y los derechos de los robots. Cuánto habían cambiado las cosas.

Harry interrumpió sus pensamientos.

—Perdone… Creo que está todo Sr. Cook. 

—Sí, creo que tiene usted material de sobra para escribir un buen artículo. 

—Ya lo creo. Puede que hasta lo haga en dos partes. Aquí hay mucha tela que cortar —comentó Harry —. Aunque me encantará poder entrevistarle más adelante, tenemos aún unas cuantas cosas de las que hablar.

—Claro, Harry, claro. Llámeme cuando quiera —dijo el Sr. Cook señalándose la oreja. Los implantes intraaurales estaban a la orden del día desde hacía años. 

Harry y el Sr. Cook se despidieron con un apretón de manos, y Harry se encaminó a la salida, desde donde la siempre eficaz y atenta Norma se le acercó para ver si necesitaba algo más. 

—Nada, Norma, gracias. Cuide bien del Sr. Cook. 

—Por supuesto, Sr. Burns. 

Afuera ya no llovía. Solo corría una ligera brisa, que se combinaba con ese olor fantástico olor a césped mojado tras el chaparrón. «Un buen final para el día«, pensó Harry. Así era. 

 

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20 thoughts on “Apple y las redenciones (y II)

  1. Pingback: Apple y las redenciones (I) | Incognitosis

  2. Carlos says:

    Ojalá podamos/tengamos que seguir conduciendo por mucho tiempo. No me gusta depender de una máquina jejeje.

    Habiendo leido los 2 artículos estoy de acuerdo que lo mejor fue las novedades de IOS 11 aunque habrá que ver la usabilidad real cuando salga…

    • Pues no nos queda demasiado de conductores, creo yo, pero veremos, veremos. Lo de iOS 11 en efecto fue interesante, muchas mejoras llamativas y más que se están viendo a raíz de la aparición de la beta.

  3. Bardolobo says:

    Vaya vaya Javi, pensaba que esta segunda parte iba a ir más incisiva, y lo que has hecho es dejarme con ganas de esa «entrada aún por publicar». ¿Que será? :s

    En lo que si coincido es en lo de que iOS 11 ha sido un golpe de mano muy fuerte y que abre de una vez el potencial para usarlo de manera más general como sistema «de escritorio» (y digo general porque, como ya he comentado alguna vez, yo lo hago casi todo en mi día a día con el iPad desde hace mucho, pero entiendo que con las mejoras introducidas será algo más fácil para todos). Ojalá sigan por ese camino, aunque espero, por solidaridad con los que disfrutan de MacOs, que consigan dar una orientación a ambos sistemas que les permita coexisti a largo plazo.

    El HomePod la verdad es que no se que pensar. Como comentas, supongo que la fuerza está en el ecosistema, como suele pasarle a Apple, pero dado que es un producto que no encaja en mi modo de vida (al igual que Alexa o el de Google) no puedo dar una opinión muy formada.

    • 😉 No es difícil de adivinar creo, pero supongo que publicaré hoy el tema y ya cierro las entradas dedicadas al WWDC. Me da a mí que lo de macOS tiene mala solución, pero estoy contigo, no me gustaría que lo abandonaran como parece que están haciendo gradualmente.

      Y el HomePod yo diría que se va a vender como churros. El tiempo dirá.

  4. Kheldar says:

    Interesante par de artículos, no se muy bien a que llegará Apple, pero cada vez se ve más la falta de Steve Jobs, vuelve a ser la Apple de finales de los 80 y principios de los 90 que creía que le iría bien continuando con lo ya probado, lo cual los llevo al borde de la bancarrota, volvió Steve Jobs y hizo de Apple lo que es ahora, no se si Apple caerá pero sinceramente creo que el liderazgo de Tim Cook tendrá mucho que ver, sigue una línea continuista al igual que sus predecesores que casi llevan a la ruina a Apple, no es capaz de arriesgar nada como Jobs que simple y llanamente no le importaba romper con todo lo establecido con lo que «funcionaba» desde que se fue: el iphone no ha tenido ningún cambio real más allá del aumento de potencia natural debido al avance tecnológico, Mac es cada vez más irrelevante para Apple, y hasta parece que el Macbook Air es ignorado a propósito por Tim Cook, porque es el producto de la era Jobs que se puede dar el lujo de ignorar e intenta reemplazar con algo de su era: el Macbook.

    Creo que estos dos ordenadores dejan muy en claro dos filosofías de liderazgo distintas: El Macbook Air es un ordenador muy portátil pero sin dejar de lado la funcionalidad, en su momento fue un salto tecnológico importante.

    El Macbook: Si es portátil y «bonito» pero le complica la vida al usuario, el diseño le resta funcionalidad, elimina los puertos y deja sólo el usb c, lo cual ocasiona que requieras adaptadores para usar cualquier cosa.

    Los productos de la era Jobs eran un todo en si mismos, si no tenía algo es porque ya era obsoleto y si tenía algo es porque lo ibas a terminar necesitando, en la era Cook te quitan cosas que necesitas pero te hacen más bonito el producto.

    • Bueno, en algo sí se parece a aquella Apple de finales de los 80, pero hay muchas diferencias (250.000 millones de dólares en caja, por ejemplo). Esta WWDC ha sido de las buenas, no obstante.

  5. driven says:

    Solo una pequeña nota sobre el tema de los coches… ¿Habéis visitado Nápoles?
    ¿Os imagináis un coche autónomo condiciendo en esa ciudad?
    Creo que mi generación se morirá condiciendo.

  6. jhalexi says:

    Yo creo que el elemento que le haría falta al iPad es el mouse. Yo apuesto a iOS 15 para la introducción de esta característica, porque con la terquedad de Apple? las cosas siempre van lentas.

  7. Vicent says:

    De nuevo gran trabajo Javi. Harry ya me lo imagino con un aire a Harrison Ford en Blade Runner, no lo puedo evitar. 🙂
    A mí la Keynote me pareció la mejor de Apple en años. ¿Y porque esto? Porque cuando me puse por la noche la Keynote, no pude evitar pensar en tu post de que Android e IOS conquistarían el escritorio. O pensar en aquella entrevista de Mosberg a Jobs, meses antes de morir, y su símil de camiones y coches.
    Siguiendo tu guion del post, mencionas la Realidad Aumentada como algo que fue un fracaso en el pasado. Y puede que tengas razón. Pero he leído miles de afirmaciones sobre el retraso y aparente pasotismo de Apple en Realidad Virtual y Aumentada. Y de repente se suben a un escenario y hacen lo que mejor saben hacer. Copiar, simplificar y mejorar. Ni un cable, ninguna dificultad, ni hardware añadido (ya lo harán). Y de repente este otoño Apple tendrá 300-500 millones de dispositivos que pueden usar la Realidad Aumentada con la mejor calidad del mercado (a mí al menos me lo pareció, vistas las versiones de los otros actores.) Y todo masticado para que los desarrolladores exploren sus posibilidades. Esos serán sus aliados.
    Y llegamos al meollo. IOS 11 me ha dejado apabullado. Su salto de calidad a todos los niveles y para todos y sobre todo para un público más exigente es exponencial. Comentas que no han dado cariño al Air. Lo que no han tenido narices es de hacer lo que tenían que hacer, que es descatalogarlo. Ya han sacado su Air, más potente, mas portable, más ligero e incluso más económico. Los iPad Pro. Y pongo un ejemplo.
    Mi mujer es de Mac, tiene un iPhone pero podría usar un Xiaomi. De lo que no prescinde es de su Mac. iMac en el curro, y su Air del 2012 en el bolso. Junto con lápices y bolis para dibujar a todas horas, y en todos los sitios. . El año pasado le enseñe el iPad Pro, como sustituto del Air. Lo probó y fue lapidaria. “Este lápiz tiene lag (os juro que lo probé y no lo aprecié), y además esto es un iPhone grande. Lo único que haría con esto es cargar con otro cacharro más además del portátil”. Y vimos un Surface Pro 4. “Esto no es un lápiz, es un ratón, un puntero, y si el otro tenía lag este ni te cuento”. Fin de las propuestas.
    Vi la keynote el lunes por la noche en diferido. Mi mujer vio que la ponía y me pegó una de esas miradas de “¿En serio? No me jo.. fastidies”. Se acostó en el sofá, apoyó sus pies en mí, iPhone en mano, y se puso a consultar Facebook, Instagram, o vete tú a saber.
    En un momento dado de repente oigo. “Eso es Affinity, ¿que han sacado un Mac táctil?”. No, es IOS 11 le respondí. “Pues es igual que en un Mac. “
    Y se puso a ver la Keynote. Y comentarla (inaudito). El Dock, el Finder, Drag and Drop, multiventanas, escritorio múltiple, las nuevas opciones con el lápiz. Todo le recordaba a Mac, todo lo veía desde esa perspectiva. Y llegó la hora del precio y escuché a una miembro honorífica de la cofradía del puño cerrado afirmar.”No es caro».
    Con lápiz, teclado, y 256 GB no llegará a los 1000 €, le dije. “¿Y que pesa?. Sin teclado menos de 500 Gr.
    “Con eso puedo trabajar”. Fin de conversación. Mi mujer ya tiene elegido el sustituto del Air. Y yo ya tengo claro un regalo.
    Pero es que no solo mi mujer puede trabajar con ese aparato. Al reflexionar yo también podría, con Office, 365, y mis hijas estudiar, y como nosotros una gran mayoría.
    Puede que les salga bien, o puede que no triunfe. Pero esta vez sí, Apple ha mostrado sus cartas, demostrado donde quiere poner el foco, donde quieren llegar.En ese desarrollo para el iPad hay mucho curro , mucho cariño y mucha fe. Como tu bien has dicho IOS es su apuesta y comienzan a ponerse serios ya.
    Respecto a los HomePods, fue mostrar un equipo por decir que lo tienen, y acallar críticas. Un quiero y no puedo en toda regla. Porque está claro que la parte de Siri está muy verde, no enseñaron como gestionar distintos usuarios, cada uno con su cuenta en un hogar, como invocarlo sin confusiones, como integrarlo. Les queda mucho por trabajar. Eso o una vez más esconden sus cartas. Y si, coincido, creo también que lo van a vender como churros.

    • Lambda says:

      Afortunadamente, es una propuesta de unos 1000 euros de precio. Sí, es interesante, sobre todo porque potenciará la hibridación que se irá dando entre los sistemas operativos. Con suerte saldrá bien, o quizá no. Pero una cosa es cierta. Teclado, teclado y teclado. Los teclados en pantalla para escribir un email o redactar un trabajo son un horror. Vamos a ver, porque de momento los iPad son el único producto actual que ha entendido qué es una tablet, y tiene un sistema operativo con base para ellas, y hardware acorde para apoyar un rendimiento excelente. Android lo veo confinarse más y más en los móviles, más que nada porque es barato, y como es barato a la gente no le duele comprarse otro móvil para estar al día (en sistemas operarivos de movil. Yo ya me cansé). Quizá la cosa cambie para Google con Fuchsia (quizá la futura candidata para meterse en ese camino). Y Windows? Va a su rollo, y el modo tablet va bien. Que conste que tengo una Surface Pro 4, y a mí me encanta, pero sigue siendo Windows, con sus pros y sus contras. A ver si iOS 11 mueve un poco la cosa. Yo creo que Apple, poco a poco, está siendo consciente de que se la está jugando de verdad a largo plazo.

    • Trufeitor says:

      A ver, seamos un poco serios, que la gran fortaleza del iPad pro es su lápiz y que en según que escenarios puede dar mucho juego (más que otras propuestas) sobre todo cuando tenga iOS 11, no te lo voy a discutir. Ahora bien, que le pongas como punto a favor que puedes trabajar (ofimática, por lo que dices) con Office 365 y que tus hijas pueden estudiar… Virgen santa! si en un equipo de mil pavos no puedes hacer eso, mejor lo quemas. Tengo yo un equipo bastante humilde que me costó en oferta 300 pavos y mi mujer lo usa para ofimática y mis hijos para estudiar y hacer sus trabajos. No es el equipo más fluído del mundo, pero cumple, y el día que me de la ventolera le pongo un SSD de 75 pavos y vuela y si me apuesto una mano a que el tacto del teclado y del pad, siendo del montón, son mejores que cualquier funda/teclado de convertible, seguro que no la pierdo. Además puedo conectar todo tipo de cosas, como un ratón, en cualquiera de los puertos usb que tiene.

      Que, oye, me parece estupendo que os mole Apple, que os guste el iPad pro (que el día que rinda y se comporte al nivel de un ultrabook será de lo mejor, por ligereza y duración de batería), pero que a veces decís unas cosas que parece que habéis perdido el norte. Ya avisarás cuando le pongas Office al cacharrito de mil pavos para que podamos felicitarte la ocasión como se merece.

      XD

      • Lambda says:

        Joer, se ve que mi intento de sarcasmo al principio de mi post se quedó ahí. Ese «Afortunadamente cuesta 1000 euros.. » xD. Es como tú dices. De todos modos yo lo comentaba por la capacidad de arrastre que tiene Apple, para bien y para mal. Que después del Surface, y ciertos intentos con las eGPU, veo a la informática doméstica muy quieta… y con pocas ganas de hacer cosas nuevas. Necesitamos una Tesla pero en la informática, que esto está mu aburrío.

      • Trufeitor says:

        He cogido perfectamente el sarcasmo y lo suscribo. El mensaje es en respuesta al de Vicent, lo que pasa que al darle a responder en su mensaje el mío sale justo detrás del tuyo, pudiendo parecer que te respondo a ti, que no es el caso.
        😉

      • Vicent says:

        Leyéndote y releyéndome debo darte la razón en una cosa. No me expliqué bien a la hora de plantear mi conclusión. No hablaba del iPad Pro como solución, sino de IOS 11 como herramienta.
        Ni me planteo adquirir un iPad Pro para mis hijas por la redonda cifra de 1.000 €. Eso sería para mi esposa, con unas necesidades muy de nicho. Ni me lo planteo para mí, demasiado acostumbrado a Windows, ratón y teclado. Me refería a las nuevas funcionalidades de IOS 11, como sistema operativo.
        Hay un producto que Apple sacó hace 3 meses, simplificando toda la línea de iPad, que en un principio no entendí muy bien. Y que ahora cobra sentido. El llamado ahora iPad a secas. Su coste 350 euros para estudiantes. Con SSD de fábrica y le añades el teclado que tú quieras. Totalmente operativo con IOS 11. Por menos de 400 euros se podría tener, en teoría, un equipo funcional, portable y de excelente batería. Mi hija mayor tiene un Acer, de 3 años y pico que costó alrededor de 400 euros, que es pesado, grande, no especialmente rápido, y de batería deleznable, Un auténtico “always conected”. Trato de señalar, tan solo, que a las ofertas ya existentes de 2×1 en Windows, Chromebooks, etc… con IOS 11 (que no con el Pro) Apple aparece ahora con su propia propuesta. Y siendo Apple , menos de 400 € me parece un precio competitivo.
        PD: Ya llevo Office en un cacharrito que me costó algo más de 1000 pavos en su día, un ASUS UX31; y si, visto en perspectiva ahora, debo darte la razón, fue una estupidez de tomo y lomo. No necesitaba tanto equipo para nada. Pero ya sabes, era tan bonito, con su aluminio, tan ligero… XD.

  8. SrPerroverde says:

    Un gestor de archivos, un dock, drag&drop, pantalla dividida… Poco a poco IOS (y Android) se están acercando mucho a los SO de escritorio clásicos y añadiendo la posibilidad de utilizar accesorios que permitan aprovechar sus nuevas capacidades. Al final, tendremos un sistema que nos será tan productivo y útil como uno de escritorio… y entonces tendrán que programar uno más ligero para poder aprovecharlo en los móviles y tablets. Y vuelta a empezar.

    Quizá soy un poco corto de miras, pero no veo la necesidad de tener un sistema en una tablet que pueda hacer lo mismo que un PC. Para eso ya están los ordenadores portátiles. Es un poco como el coche autónomo. Estamos (están) empeñados en que tengamos coches que nos lleven de un lado a otro sin tener que conducir nosotros. Curiosamente, eso es más o menos lo que hacen los taxis y autobuses…

    • Trufeitor says:

      Yo estoy un poco en las mismas, siendo además que los ultrabooks y algunos convertibles ofrecen una experiencia completa de escritorio en tamaños y pesos minúsculos, que rivalizan con el iPad pro. Aquí lo único que veo diferencial es el lápiz y me parece una herramienta muy muy de nicho.

      Habida cuenta de que TODOS llevamos móvil no se hasta que punto es interesante replicar la experiencia en el escritorio. Más aún si Microsoft tiene éxito con su Windows para ARM y es capaz de brindar la experiencia completa de su sistema operativo con la ganancia en portabilidad y batería.

      Personalmente no necesito portabilidad, y si me hiciera falta miraría un buen portatil o ultrabook, pero el trabajo que hago con el sobremesa: ofimática, edición, juegos, P2P… ni se me ocurre hacerlo con el móvil ni quiero hacerlo. El móvil lo uso para otras cosas, que quiero que haga bien, y si necesito algo tipo escritorio como emergencia, que me saque del apuro hasta llegar a casa y punto. No se me ocurre ir por ahí y sacar el móvil para editarme algo o hacer un excel, más que nada porque tendría que cargar una serie indecente de periféricos o pasar un suplicio para hacer el trabajo por muy competente que fuera el terminal.

    • Lambda says:

      Porqué tengo la sensación de que buscamos complicarnos la vida: una tableta con HID propios de un ordenador. Estamos buscando cómo darle la patada a las instrucciones x86 (y a Intel), quizás crear nuevos SO, pero nos atragantamos con estos «quiero y no puedo». Quizá, porque no hemos logrado que en el nuevo paradigma haya la misma libertad de componentes y accesorios que en el «viejo mundo» de los PC, e incluso de decidir qué hacer con esos perifericos (Esos cabroncetes piensan en un mundo sin puertos y de informatica «cerrada»). Esos x86 que se resisten a morir panza arriba. Al final, al crío le ponemos un portátil para que haga su trabajo, o un PC. He visto a poca gente que ponga a sus hijos a hacer los trabajos que van a presentar en clase en un iPad o en una tableta android (precisamente).
      Queda aún mucho para ello. El rendimiento, la multitarea real (efectiva) y los periféricos no acompañan. Y el espacio de almacenamiento, no se nos olvide.

      El verdadero «stress test» de la informatica de consumo es el inicio de curso en las universidades en Estados Unidos. Luego vas a los institutos, y desde luego, Google y Apple lo intentan (Chromebook, iPads, plataformas educativas…) pero al final, se recurre a una informatica más clásica en ciertos aspectos. En general, yo creo que la cosa anda verde. El iPad funciona bien en ciertos entornos profesionales y corporativos (en atención en planta, el Ipad se ve bien Se intenta llegar al usuario doméstico, y es posible que iOS 11 sea una solución intermedia… pero no me gusta el final del camino: equipos cerrados, y sistemas poco toqueteables por el profano o el entusiasta. El PC, esa vieja torre llena de cables, seguirá siendo lo más escalable y asequible por mucho tiempo, en muchos hogares.

      Perdón por el tochaco.

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