Acabo de terminar de ver en versión original subtitulada Steve Jobs (2015), una de las películas a la que más ganas le tenía desde hace meses. No había oído buenas críticas y había quedado patente que en la taquilla norteamericana -aquí se ha estrenado meses después- la cosa no había funcionado demasiado bien.

La verdad es que esperaba mucho de Sorkin (el guionista) antes del estreno. Los que me leéis ya sabréis que soy muy fan desde que vi ‘The Newsroom‘, así que esperaba que este escritor diera una vez más muestra de su talento con un tema tan peliagudo como el de hablar de Steve Jobs de una forma interesante y entretenida.

En mi opinión, no lo logra. Esta película no tiene nada que ver con la genial ‘The Social Network‘ porque tiene un enfoque mucho más original y difícil de seguir. Mientras que al retratar a Zuckerberg la historia era más o menos lineal, aquí Sorkin se centra en tres momentos puntuales de la vida de Jobs a los que dedica todo el protagonismo. En ellos se concentra lo que fue e iba a ser la vida profesional (y personal) del co-fundador de Apple, y eso hace que uno se pierda muchos detalles. Puede que a los que conocen la historia de Apple esos tres momentos puedan servir para entender lo que significó Jobs, pero para los profanos probablemente la cosa se queda corta.

Cuidado además, porque como avisaba Sorkin la película no es una «fotografía» de la vida de Jobs, sino «un cuadro». La mayoría de las escenas son ficción o exageración de la ficción en las que intervienen personajes que no existían, que lo hicieron pero que no participaron en ese momento, o que lo hicieron de otro modo. Todas esas variaciones de la historia real sirven a un propósito, claro: el de tratar de explicar cómo era Jobs tanto en lo personal como en lo profesional. Pero insisto: no os creáis la mayoría de lo que se cuenta porque no ocurrió como se cuenta… o no ocurrió, sin más.

Personalmente no entiendo el protagonismo que tiene Lisa, y tampoco había oído hablar de Joanna Hoffman. No recuerdo haber leído nunca nada acerca de ella aunque seguro que aparece en la biografía de Isaacson en la que está basada (un poco) la película, y aún así es el otro gran personaje de la película. De hecho yo diría que en orden de importancia y protagonismo están Jobs, Lisa (aunque aparece menos, su peso específico en la historia es absoluto) y Joanna. Woz queda desdibujado, casi como un pedigüeño en lugar de como el genio que fue (y es, cuidado), Sculley aparece más de lo que creo que se merecía y en general hay demasiado que no cuentan y que deberían haber contado. Yo hubiera prescindido de Next (o lo habría recortado en tiempo) y habría añadido tanto al iPod como desde luego al iPhone. Pero esta era la peli de Sorkin, así que oye, ahí queda eso.

No sé qué os habrá parecido a vosotros, pero una de las cosas que me dejan claro que una peli es buena es que volvería a verla y a disfrutarla de nuevo sin problemas. Esta no es una de esas películas, como tampoco lo es la incluso más olvidable (y olvidada, no me acuerdo de nada) iJobs. Y lo curioso es que la mejor película que se hizo sobre Jobs se hizo cuando aún estaba vivito y coleando: en ‘Piratas de Silicon Valley‘  hay tantos aciertos de aquella historia y de la rivalidad entre Microsoft y Apple que es imposible no alabar aquella producción de clase B que logró lo que estas dos no han logrado. Que comprendiésemos a Jobs mejor de lo que le comprendíamos. Hasta el propio Jobs alabó a su prota, Noah Wyle y le invitó a participar en MacWorld 1999 con un cameo bastante simpático.

Si queréis ver una buena peli sobre Steve Jobs, olvidaos de esta última. Si no habéis visto ‘Piratas de Silicon Valley‘, ya sabéis lo que os toca.