Me ha encantado la reflexión de ayer de Vlad Savov en The Verge. En ‘My reviews are biased — that’s why you should trust them‘, este redactor explica de forma clara y contundente la realidad diaria de los que trabajamos analizando productos y contándolo. Y no solo en tecnología, sino en cualquier otro campo que se presta a dar una opinión sobre un producto o servicio.
Llevo ya 15 añitos escribiendo profesionalmente en medios impresos y online, y en todo este tiempo he aprendido a ignorar con elegancia los frecuentes comentarios en los que se me acusaba (o se nos acusaba como medios colectivos) de estar comprados y de ser periodistas a sueldo de [Mete en este campo el nombre de la compañía]. Como le ocurre a Savov, a mi me han acusado básicamente de ser un fanboy de todas las marcas conocidas o, por supuesto, de la competencia, algo que yo diría que es imposible.
Eso, de hecho, me reconforta. Significa que he sabido dar cera cuando era necesario, y alabar un producto o una característica de ese producto -no los hay perfectos, no os engañéis- cuando éstos lo merecían. Todos tenemos nuestras preferencias, y no soy una excepción, pero creo que nunca he ocultado las mías. Puedo no aguantar la filosofía de Apple y su política de control -algo más relajada últimamente, como demuestra un prometedor iOS 8- pero eso no quita para que reconozca que hoy por hoy el MacBook Air no tiene rival (más sobre esto en un post más adelante) o que los iPhone 6 y iPhone 6 Plus son unos señores telefonazos a pesar de que personalmente voy a echar mucho de menos las 4 pulgadas. Es solo un ejemplo, y en estos más de nueve años en Incognitosis también podéis comprobar cómo he ido hablando con opiniones encontradas, unas veces a favor y otras en contra, sobre esas empresas, sus productos, y sus servicios. Cierro con el párrafo final de Savov:
Pero he aquí lo que realmente os quería preguntar: ¿qué pasa si realmente estoy intentando engañaros y haceros elegir mal? ¿Qué pasa si las historias de terror son ciertas y soy el Gran Lobo Malvado de los falsos análisis de smartphones? En el peor de los casos para vosotros, acabaríais comprando los productos de la marca equivocada. Pero por otro lado, si convenzo a los buenos lectores de que compren malos teléfonos, mi opinión se convertiría rápidamente en algo irrelevante, y yo me convertiría en alguien irrelevante con ella. Así que sí, engañaros sería catastrófico, pero el apocalipsis sería mío, no vuestro.
Chapeau.
Imagen | Jeope
Ante todo, me gusta que The Verge publique este tipo de meta-contenido, aunque sea un tanto extraño para algunos y a la defensiva para otros.
Dicho esto, creo que si Vlad ha tenido que salir a la arena a defenderse es porque hay algo que está haciendo «mal». De sitios como Anandtech la gente espera objetividad o al menos un esfuerzo hacia el equilibrio. Este comentario lo explica muy bien:
http://www.theverge.com/2014/9/24/6834955/vlad-reviews#260542732
¿De qué voz tenemos que fiarnos? ¿De la de The Verge o la de Vlad? ¿Se hace The Verge responsable de lo que dice Vlad o no? Porque si no lo hace, si admite que cada editor tiene su postura y The Verge como tal no tiene ninguna, entonces debería dejarlo claro en las reseñas. Eso, o añadir una caja de opinión personal en las reseñas, y así separar el contenido subjetivo del contenido objetivo. Pero no creo que lo hagan, porque The Verge vive del hype, de la polémica y de los debates de su comunidad. Es un pequeño circo.
Desde que ayer me pasaste el enlace de DPreview, ha desaparecido el último motivo por el que seguía leyendo las reseñas de The Verge. Será por algo. 😉
Es que AnandTech hace análisis muy distintos a la inmensa mayoría de los medios, con mucha más profundidad y apoyándose mucho en los resultados de sus pruebas sintéticas. Eso es adecuado para situar puntos de referencia -esta pantalla tiene esta representación del rojo frente a esta, este juego corre a más FPS en este SoC, esta batería aguanta mejor nuestra batería de pruebas- y para dar una puntuación sintética.
A mi eso me aporta solo un componente del análisis, válido pero crudo. Frío. El otro es el que me aporta la opinión personal del redactor, que valoro según su trayectoria -lo que me permite saber de qué pie cojea-. Esa opinión más sentimental, más de corazón, es igualmente importante. Puede que más.
Aún así, muy buen apunte. No estoy seguro no obstante de que The Verge sea un circo, creo que hacen cosas muy chulas y siguen siendo referencia. Quizás tienen un puntito pro-hype, pero al menos no son BuzzFeed 😉
The Verge puede conmigo. Es mi trapo rojo. Me pones algo suyo ante los ojos y pierdo la cabeza. * Suspiro * 🙂
Lo del análisis personal vs. objetivo da para una buena reflexión filosófica… Pensaré en ello. Y puede que escriba algo al respecto muy pronto.
Debe haber algo que se me escapa: Irrelevante, lo que se dice irrelevante no puede ser mientras conserve su capacidad de influencia. Aunque convenza a los buenos lectores de que compren malos teléfonos (precisamente)
No había prestado demasiada atenció n a The Verge hasta hoy que lo citas.
Mi primera sensación : folleto publicitario de Apple con «relleno» del resto del mundo tecnológico, al margen de sus artículos de opinión.
He dedicado mi vida profesional a la venta de electrónica, 23 años de Sonimag y 7 de Simo lo indican, y mi asombro por la devoción por la citada marca no decae.
Si cualquier otra marca, especialmente coreana, lanza un SO. defectuoso, un teléfono con estructura frágil, y un reloj que unánimente se reconoce como «inacabado», y todo ello en una sóla tacada… qué hubiera publicado The Verge? Esta es realidad, pero , en fin, el gregarismo forma parte de nuestra naturaleza.
Buen punto de vista 🙂 Y aún así, en The Verge hacen las cosas muy bien, pero no son perfectos, claro.