Era previsible. Ayer – publiqué una larga noti en The Inq – se celebró el evento ‘The beat goes on’ en el Moscone Center de San Francisco y Steve Jobs presentó la nueva gama de iPods que reemplaza a la existente hasta la fecha. Los cambios han sido más o menos significativos en todos los productos que había, pero está claro que el más esperado y deseado era el iPod Touch, el nuevo tope de gama de estos dispositivos que incluye todas las funcionalidades de los iPhones, salvo obviamente las relacionadas con la conectividad telefónica. Y tampoco lleva cámara integrada, por cierto.

Aparte de eso, el iPod Touch es todo lo que los usuarios de estos dispositivos desearían… salvo por el almacenamiento, que lo encarece de forma obvia al utilizarse discos duros Flash de 8 y 16 GB. No están mal, pero los nuevos ‘iPod classic’ llegan a albergar 10 veces más de información gracias a sus discos duros de 160 GB. No sé qué impacto habría podido tener en el diseño – igual la mecánica del disco duro no se lleva bien con la pantalla táctil – pero ya puestos a pedir, habría querido una opción con disco duro, aunque fuese más anchito de caderas.

Aún así, otro pequeño triunfo de Apple, que va a vender iPods como rosquillas estas navidades. Y también iPhones, ya que han bajado de precio de forma espectacular: los de 4 GB costaban 499 y ahora cuestan 299, y los de 8 GB costaban 599 y ahora cuestan 399. Doscientos dólares de rebaja así por la cara, algo que no es que le haya alegrado la vida a los que lo compraron nada más salir. Si alguien de EEUU me lee y lo ha comprado hace menos de 2 semanas, tiene derecho a que le devuelvan 200 dólares, por cierto. No hay mucho que decir, y es que como dice Jobs, «Es lo que pasa con la tecnología«. Una cosa que te compras puede estar en oferta clamorosa al día siguiente. Ajo y agua 🙁