Si hace poco hablaba de la experiencia religiosa en «Los amigos», hoy no puedo dejar de comentar que a cinco metros (si no lo había dicho, vaya fallo) se encuentra «Lus enemigus», otro bar que tiene la misma política: con una caña comes. Es un poco más grande, hay sitio para sentarse y además ponen tapas en plan profesional como una tabla de patatas con salsas. Mi compi Miguel aka MeGustanLasCañas-man (tan y tan feliz en la imagen) y yo volvimos a encontrar otra pequeña joya de la gastronomía gratuita madrileña. Ole con h 😀