Incognitosis

Incognitosis cumple 20 años

El mundo seguía girando y yo lo celebraba en la Pradera de San Isidro. Sally y yo mantuvimos la tradición y nos pasamos por allí para mezclarnos con chulapos y chulapas y disfrutar de un ambiente espectacular. Cervecita, calimocho y bocatas de entresijos y gallinejas. Y chotis, y gente, y ruido, y alegría.

Y mientras celebrábamos, un olvido imperdonable.

Incognitosis cumplía 20 años.

De hecho ese olvido ha sido enorme, porque ni me acordé ese día, ni los siguientes. Seguí escribiendo estas semanas, pero no caí en la cuenta de que mi humilde blog, una de las cosas de las que personalmente me siento más orgulloso, acababa de alcanzar ese hito.

Me acuerdo ahora, un 8 de junio, casi un mes después. Qué vergüenza. Qué mal.

Pero como suele decirse, más vale tarde que nunca. Y más cuando como cantaba Gardel, veinte años no son nada. Como él decía, vuelvo ciertamente con la frente ya algo marchita. Veinte años después tengo menos pelo, una presbicia galopante y algunas certezas en la mochila. Y una de ellas, la que él mismo también compartía:

Volver con la frente marchita
Las nieves del tiempo platearon mi sien
Sentir que es un soplo la vida
Que veinte años no es nada
Que febril la mirada, errante en las sombras
Te busca y te nombra
Vivir con el alma aferrada
A un dulce recuerdo
Que lloro otra vez

Así es. Es un soplo la vida. La de este blog también. Parece que fue ayer cuando estaba en la sala del ocio —algún día quizás cuente más sobre esto— de la casa que compartía con un colega. Durante meses había mantenido un par de blogs más personales en Blogger, pero tras ver algunos blogs sobre tecnología decidí lanzarme a crear el mío. Va foto inédita:

Ahí está mi «puesto de trabajo» de la época, con aquel mastodonte que tenía como PC, con regrabadoras de DVD, disquetera de 3,5″ (ole), aquel monitor CRT ViewSonic de 19 pulgadas que me costó una pasta, la minicadena con la antena de radio —que no recuerdo haber usado jamás— la Xbox original que teníamos conectada al proyector y unas cuantas maravillas en la parte izquierda del escritorio: la PSP, mi Compaq iPAQ 3600 y ese teléfono de concha, el Sony Ericsson Z600, que tenía esa ¿increíble? pantalla en el frontal LCD en el frontal para mostrar la hora y no tener que abrirlo para ver ese dato.

Y Bruce Lee dominándolo todo, claro.

Así fue como nació Incognitosis, que poco a poco fue convirtiéndose en una constante en mi vida. En un tercer hijo, casi. Uno al que he cuidado y mimado, y que ha ido creciendo para convertirse en lo que es hoy. Pequeñito, modesto, pero para mí especialísimo. Han pasado muchas cosas en estos 20 años. Muchas muy importantes mientras escribía los casi 4.000 posts que he publicado aquí. El blog me ha visto pasar de ser un eterno adolescente —salí muy tarde de casa de mis padres— a alguien que logró encontrar su sitito en el mundo. Lo hice junto a Sally y a mis niños, y por el camino ha habido muchas aventuras y alguna que otra desventura.

Pero Incognitosis siempre ha estado ahí, y todos vosotros con él.

Desde aquí, gracias por acompañarme, de verdad.

En los últimos años llevo barajando cambios aquí que nunca me atrevo a llevar a cabo. El más evidente, acabar convirtiendo a Incognitosis en una newsletter, que parece ser un formato ampliamente aceptado y que además tiene mucho mejor prensa que eso de «tener un blog», que parece de boomer total. Puede que lo haga, y puede que si la inteligencia artificial acaba haciendo desaparecer la web definitivamente y quitándome el trabajo esto no sea ya una newsletter, sino una newsletter de pago.

Quién sabe. Mucho ha cambiado todo en estos 20 años. Y mucho más va a cambiar en los próximos 20. Ojalá estar aquí con buena salud para contarlo y compartirlo con vosotros. Eso sería alucinante, pero de momento, queridos lectores, que me quiten lo bailao.

Felices 20, Incognitosis. Felices 20.

Suscríbete a Incognitosis

¡Recibe en tu correo las nuevas entradas!

Standard

Responder a tzinm Cancelar la respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

7 comentarios en “Incognitosis cumple 20 años

  1. Pingback: Incognitosis cumplía 20 años (me olvidé) | Incognitosis

  2. Antonio Grau dice:

    20 años no es nada. Madre mía, lo viejos que nos hacemos sin darnos cuenta. Empecé a leerte creo que en PC Actual, y luego desde el minuto 1 aquí.
    Por otros 20 o 30 años más.