Tecnología

Sorpresa: me encanta el algoritmo de Twitter

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Nunca me he fiado demasiado de los algoritmos de recomendación. Los que me sugieren contenidos en Netflix o Spotify aciertan más bien poco, y tampoco he tenido suerte con mis breves experiencias en Facebook o ese «TikTok de las noticias» que se supone que es Artifact.

Por eso mi reacción inicial a la introducción de un feed algorítmico —el mismo que precisamente Musk criticaba hace un año— en Twitter fue de rechazo. «Ya está Elon tocándome las narices», pensé. Qué manía de querer cambiar la forma en la que usamos la aplicación, con lo tranquilito que estaba yo con mis fuentes —poquitas, menos de 100— que siempre me daban esa garantía de que lo que veía en Twitter iba a ser más o menos interesante para mí.

Los reponsables de Twitter lo anunciaban un poco de tapadillo en enero de 2023 —ni una mísera entrada en el blog— y de repente en nuestra aplicación web o móvil aparecían dos nuevas pestañas:

  • Para ti: que muestra el feed algoritmo con mensajes y contenidos que Twitter cree que pueden ser interesantes para ti. Como siempre, el algoritmo se adapta a ti y aprende de cómo usas Twitter para tratar de sugerir contenidos y cuentas que se alineen con ese uso que ha detectado.
  • Siguiendo: la secuencia de tuits tradicional de las cuentas que sigues en orden cronológico inverso (lo último, más arriba).

A partir de ahí luego pueden aparecer otras pestañas que son listas que hubieras creado (yo tengo una específica para temas de inteligencia artificial, como se ve en la imagen), pero esas dos eran las nuevas pestañas por defecto de la plataforma. Cuando vi eso de «Para ti» empecé a temblar, pero cinco meses después, ¿sabéis qué?

Me encanta.

De verdad, me encanta la pestaña «Para ti». Gracias a ella he descubierto muchos contenidos curiosetes y además alguna cuenta que seguir. No muchas, lo reconozco, pero ojo por ejemplo a Yes, But, que es estupenda. Lo que sí es cierto es que prácticamente el 60% o 70% de los tuits que me recomienda el algoritmo tienen su gracia. Puede que no sean súper interesantes para mí, pero muchos de ellos son efectivamente tuits que me llevan a descubrir nuevos temas o a estar mejor informado de otros que sí que pueden interesar.

No solo eso: a menudo me propone temas y cuentas con los que ni siquiera estoy muy de acuerdo, y ahí entra eso tan importante de salir de la zona de confort y escuchar o leer cosas que no te gustan. Hacerlo libera un poco y puede dar una perspectiva distinta, buena y necesaria. Una que te haga perder esa discusión. Y si no lo hace, eso que habrás ganado: estarás aún más seguro de que tu forma de pensar era la correcta (para ti).

Ese feed algorítmico tiene sus cositas. Es por definición un flujo de noticias cronológicamente errático: es muy probable que eso que me recomienda Twitter ya lo haya visto en otro lado y se me quede antiguo. También me propone temas que ni me van ni me vienen —últimamente algo de política— pero hay solución fácil: icono de tres puntos y pinchar en la opción «No me interesa este Tweet».

Yo he vivido por ejemplo una particular avalancha con los pseudoexpertos de inteligencia artificial. Todos son iguales. Crean un hilo con «10 usos de ChatGPT que te volarán la cabeza» o «Google va a petarlo en IA. Te cuento por qué (hilo)». Me alucina que esta gente tenga decenas de miles de seguidores en Twitter, porque absolutamente todo lo que cuentan es 1) plagio o 2) viejo para cuando lo leo. Pero supongo que como mi curro actual es escribir mucho de IA, es normal que me pase esto. Una vez más, solución fácil. No me interesa este Tweet.

Evidentemente el algoritmo tiene el objetivo (y peligro) que tienen otros algoritmos del mismo pelo: lograr que no salgas de (en este caso) Twitter y que no pares de hacer scroll. Aquí evidentemente cada cual es muy dueño, pero creo que yo tengo bastante capacidad de autocontrol y una pequeña vocecilla interior logra no convertirme en un zombie. A menudo lo que hago es simplemente cambiar a la pestaña «Siguiendo» para repasar los tuits de la gente a la que sigo, lo que al poco provoca que salga de la aplicación porque ese repaso no suele llevar mucho tiempo.

Lo más curioso es que todo esto ocurre con una Twitter que tiene un futuro complicado. Elon Musk no ha acertado en casi nada en lo referente a mejoras prácticas reales en el servicio, pero una cosa es cierta: la plataforma sigue funcionando más o menos igual que antes, y lo hace con menos de la mitad de gente que lo hacía. Eso hace pensar que había mucha relajación entre sus empleados, y aquí los despidos, aun siendo terribles, cobran sentido absoluto empresarialmente.

Queda por ver qué pasará en el futuro. La recién anunciada nueva CEO de la empresa Linda Yaccarino tiene ante sí una tarea importante, pero lo cierto es que Elon seguirá muy pendiente de lo que nos importa a nosotros: el diseño de producto y las nuevas tecnologías que se apliquen a él. Solo espero que Yaccarino no acabe siendo una marioneta y que realmente introduzca ese punto de madurez ejecutiva y seriedad que Twitter necesita para empezar a funcionar como una empresa algo más normal.

Yo, que empecé siendo optimista con la llega de Elon y luego dejé de serlo un poco, vuelvo ahora a pensar que esto, después de todo —incluidos los infames checks azules— y de todos —incluido el propio Sr. Musk—, puede acabar bien.

A ver si es verdad.

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1 comentario en “Sorpresa: me encanta el algoritmo de Twitter

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