Ayer me contactaron desde RTVE para hablar de la reciente decisión de la UE, que ha prohibido el uso de TikTok a sus funcionarios. Mi participación salió en el Telediario 2 de las 21:00, en La1 de TVE, y aquí tenéis el fragmento:
Como ya imaginaréis, en la entrevista hubo tiempo para hablar de más cosas, pero la pieza tiene que ser muy pequeñita y cabe lo que cabe.
Eso de que vengan al miniresort burgués es gracioso —qué majos tanto la periodista como el cámara, lo ponen todo súper fácil—, y ayer fue un día especial. De hecho, un día en el que todo se centró lógicamente en la Guerra de Ucrania, ya que se cumplía un año desde el inicio del conflicto. Para muchos familias además estaba el tema de la Semana Blanca y los niños no tenían cole. «Papá, yo quiero quedarme a verte en la entrevista», me decían. Qué cachondos. «Luego me veis en la tele, pitufos, ¡a la calle!»
Tras los preparativos iniciales, a la faena. La prohibición de la UE me parece razonable, sobre todo teniendo en cuenta que las relaciones entre China y Occidente llevan ya tiempo muy tocadas y está claro que en China están espiando todo lo que pueden porque EEUU —recordad a Snowden y el escándalo de la NSA— y el resto del mundo hacen exactamente lo mismo. Todos espían a todos.
La periodista me hacía en cierto momento una pregunta importante: si esto era una señal más de cómo de debilitada estaba nuestra privacidad. Ahí es cuando contesto «yo creo que la batalla por la privacidad está bastante perdida» porque es algo que llevo pensando desde hace años. TikTok es solo la gota que colma un vaso lleno desde hace mucho, y aquí quien esté libre de pecado que tire la primera piedra, porque todas las empresas que tienen productos tecnológicas —y digo bien, todas— recolectan datos. Unas más y otras menos, unas con excusas y argumentos más o menos creíbles, pero todas lo hacen.
Esa recolección masiva se hace con nuestra bendición, la de los usuarios, que somos felices por poder usar los Google, Gmail, Maps, Facebook, Twitter o Instagram del mundo con tal de que sean gratuitos. Pero y lo bien que funcionan, lo útiles que son y lo mucho que nos entretienen bien merece ese sacrificio, ¿no? Total: no tenemos nada que ocultar.
El caso es que sí lo tenemos. Todos. Y los funcionarios de la UE, más, porque manejan datos y mantienen conversaciones que oye, pueden ser interesantes para China. Y por eso nuestro mundo está ahora más enfrentado que nunca y los gobiernos son tan desconfiados. Aquí hay algún que otro cabeza de turco —Huawei, en el caso de China—, y sobre todo, muchos perdedores. Los usuarios, básicamente, que estamos expuestos a esa recolección masiva sin que se pueda hacer mucho al respecto.
Algo sí podemos hacer, claro. Desinstalar TikTok. O Gmail. O Facebook
Pero claro, vivir sin todo eso… uf.
«en China están espiando todo lo que pueden porque EEUU —recordad a Snowden y el escándalo de la NSA— y el resto del mundo hacen exactamente lo mismo»
Lo siento, pero estoy muy en desacuerdo con esta frase: China no espía porque EEUU espía. China espía, como todos (EEUU incluida), porque es cuestión de supervivencia, y porque en el caso de las dictaduras lo del control y el espionaje es mucho más bestia que en nuestras democracias, como sabemos bien. Si EEUU no espiara (imposible que no lo hiciera, solo fantaseo), China seguiría espiando. Porque encima de la tendencia natural a querer tener todo controlado, no hay poderes independientes (asociaciones, prensa, poder judicial, oposición…) que puedan frenar al autócrata de turno.
Siempre lo he dicho y lo he repetido mil veces: EEUU no necesita pruebas (ni ningún gobierno) de que Huawei espía (y estoy seguro de que las tiene). A EEUU le basta con saber que una empresa de un gobierno dictatorial (y que tiene acceso a todo lo que haga esa empresa) pueda tener acceso a datos sensibles y, aún peor, a todas las telecomunicaciones del país. La obligación del Gobierno es cortar por lo sano con esa empresa, y hasta mucho han tardado.
De hecho en Europa no entiendo que nos lo estemos pensando tanto, parece que no nos ha bastado con ver a Putin o simplemente mirar la historia de nuestro continente para saber que no podemos jugar con cuestiones tan sensibles, que nos jugamos todo lo que tenemos. Y no es una exageración, nos lo jugamos absolutamente todo.
Bueno, sí, probablemente lo he expresado mal. Efectivamente en países como China ese control absoluto es como dices mucho más bestia. Ya publiqué hace un tiempo una entrada sobre Donald Trump que hablaba un poco de eso. A mí me parecía un tipo bastante… singular, por decirlo de algún modo, pero aun no siendo muy fan suyo, reconozco que lo de dejar de ceder ante esa actitud China de «si quieres hacer negocios, ve mirando a Cuenca» fue bastante acertado.
No había visto ese comentario tuyo, coincido con él. A mi Trump me parece de las peores cosas que le han pasado a «Occidente» en casi todo, pero coincido contigo en que en esto estuvo acertado, y de hecho me dolió mucho que fuera él quien expresara algo que yo llevaba años diciendo (sí, así de raros somos cuando alguien nos cae mal o incluso nos parece peligroso, que nos cuesta darle la razón y admitir que estamos de su lado en eso). Además por las dos razones: tanto por el problema de competitividad (que es en el que más se fija la gente) como en el de seguridad nacional.
Yo por el primero no tendría tanto problema si China fuera una democracia y si progresivamente fuera adaptando las reglas de juego para una competencia más justa. Simplemente asumiría que han sabido jugar sus cartas e intentaría que «nosotros» (perdón por entrecomillarlo, pero creo que se entiende por qué) las jugáramos mejor y ya está. Y si no lo conseguimos, pues es lo que toca.
Pero el problema es que China no es una democracia, y si EEUU, una democracia plena (con todo lo que ello conlleva de límites al poder como puse en mi otro comentario), ha hecho todo lo que sabemos que ha hecho, imaginemos lo que una dictadura podría hacer con el poder de EEUU y con una EEUU cada vez más débil para hacerle frente (porque de Europa ya ni hablo).
Vamos tarde, muy tarde, aunque tenemos capacidad de reacción. Y creo que tenemos que tenerlo todos muy claro: Rusia y China son dos peligros enormes para todos nosotros y hay que frenarles como sea, nos jugamos absolutamente todo en este momento.