Llevo años hablando por aquí de la convergencia entre dispositivos móviles y de sobremesa. Diría que en algún momento no diferenciaremos entre el móvil que llevamos en el bolsillo y el PC que usamos para trabajar. Ya sabéis mi cantinela: tu próximo PC podría ser tu smartphone.
El caso es que esa idea para estar acercándose poco a poco sin acabar de cuajar. Todos los fabricantes que han intentado convertir el móvil en un PC han fracasado (Canonical con el Ubuntu Phone, Microsoft con Windows Phone) o han dejado la idea activa pero bastante abandonada (Samsung DeX, Huawei y su modo PC).
Ni siquiera los dos grandes dominadores del mercado móvil, Google y Apple, parecen especialmente interesadas en llevar a buen puerto el concepto. Google, que tiene un sistema operativo (Android) que puede correr tanto sobre ARM sobre x86 (e incluso RISC-V) tiene Chrome OS para sus portátiles y no parece animada a mover ficha. Apple, que parece aún más preparada por tener una plataforma hardware prácticamente unificada con su Apple Silicon, tampoco.
Entiendo que aquí el problema es que tener un dispositivo convergente canibalizaría las ventas de otros dispositivos. «Si ya tengo un iPhone que puedo usar como PC, no me voy a comprar un Mac», diría un usuario de ese ecosistema. Tiene sentido, pero eso también haría que se pudieran vender probablemente bastantes más iPhone y reforzar ese ecosistema que tienen de desarrolladores.
En el caso de Apple la cuestión es aún más peliaguda, porque está el tema de los sistemas operativos. Yo comenté hace años que una especie de fusión entre iOS y macOS no tenía sentido porque el futuro es iOS, pero hace tiempo que no lo tengo tan claro.
Y no lo tengo tan claro porque el iPad no me parece que vaya a ninguna parte. A ver, que sí que va, claro, es un gran cacharro para según qué cosas, pero sigo pensando que para trabajar uno necesita no ya teclado y ratón —el iPad hace años que permite trabajar con esos periféricos— sino un ecosistema de aplicaciones desarrolladas para ser usadas con ratón y teclado. Y en iOS las aplicaciones se manejan con el dedo, sin más.
Por eso los rumores del potencial MacBook con pantalla táctil no me llamaron especialmente la atención. En Bloomberg comentaban cómo esos primeros MacBook aparecerán teóricamente en 2025 con pantalla OLED táctil, algo sorprendente porque durante prácticamente una década Apple ha descartado esa opción.
Lo hizo Steve Jobs en 2010 cuando dijo que «las superficies táctiles no quieren ser verticales. Tras un periodo sostenido de tiempo, tu brazo quiere caer». La ergonomía era su argumento esencial, y Craig Federighi, algo así como el actual segundo de a bordo, volvía a esgrimir ese argumento en 2018:
Realmente pensamos que la ergonomía de usar un Mac es que las manos descansan sobre una superficie y que levantar el brazo para tocar una pantalla es algo bastante fatigoso. No creo que hayamos mirado a ninguno de los otros tipos hasta la fecha y hayamos dicho, ¿cómo de rápido podemos llegar ahí?
Pero por alguna razón, ahora parece que le están dando vueltas a la idea. Hace unos meses Mark Gurman —el mismo periodista de Bloomberg que ahora confirmaba el proyecto— ya avisaba, y lo hacía precisamente aludiendo a un comentario de Federighi:
De repente la cosa no parecía tan improbable. Yo, que imaginaba un MacBook con pantalla táctil en 2014, diría ahora que ahora mismo no importaría demasiado. ¿Razones?
- Ergonomía: Jobs tenía razón, al menos hasta donde yo llego. Usar una pantalla táctil en un portátil puede estar curioso a la hora de hacer scroll al navegar o para tocar en ciertas opciones, pero como decía Steve, cansa. Tener el brazo estirado todo el rato no es cómodo, y los seres humanos somos comodones a tope.
- SO y aplicaciones: los Mac funcionan con macOS, un sistema operativo pensado para usarse con ratón y teclado. Es cierto que el soporte de aplicaciones iOS está ahí, pero no veo a la gente haciendo uso extensivo de esa opción o comprando un Mac «porque ahora puedo usar el dedo para pinchar en ese botón». Aquí la situación es análoga a la de Windows y los convertibles: el soporte táctil es una opción curiosa, pero creo —corregidme si me equivoco los que tenéis convertibles— que no es absolutamente diferencial.
- iPad: Apple ya tiene un Mac con pantalla táctil. Bueno, más o menos. Es en lo que lleva tratando de convertirse el iPad desde hace tiempo, y el resultado, aunque interesante, está lejos de ser una alternativa a los MacBook porque iOS y sus apps están pensados para tocarlas, no para ser manejadas con ratón y teclado.
La opción que veo es la de que Apple lance una especie de Microsoft Surface Book basado en macOS. Uno con pantalla desplegable totalmente para poder usar como tableta y que y con algún tipo de característica de accesibilidad que potencie su uso en ambos escenarios (ratón y teclado o táctil). Ese concepto Microsoft ya lo ha clavado bastante con la familia Surface, y ahí un sistema operativo de escritorio creo que tiene sentido.
Pero claro, eso pondría en peligro a los iPad Pro y a accesorios como el Magic Keyboard, con los que se puede conseguir algo similar. Así pues, ¿qué sentido tiene este producto?
No creo que tenga mucho, salvo por una razón: poder impulsar las ventas de los Mac. Esto es: dar una razón nueva para que sigan vendiéndose. En las dos gráficas superiores se puede ver: la evolución de ventas de los iPad va un poco para abajo, pero los Mac (¿cómo era eso de la era postPC?) mantienen una tendencia general hacia arriba a pesar de estar pasándolo mal.
Así que con esos Mac con pantalla táctil igual se solucionan ambos problemas. Apple tendrá la excusa perfecta para vender más y obtener más margen de beneficio «¡Mirad! ¡Ahora con pantalla táctil!¡Y solo cuestan a partir de 2.000 euros!», y volverá a aprovechar como si fuera nueva una idea largamente usada por un competidor. Pero oye, suelen hacer buenos refritos. Igual este también tiene su aquel.
Y a pesar de todo, insisto, no veo a priori que ese MacBook con pantalla táctil importe demasiado a nivel práctico. Si sois usuarios de portátiles Windows con pantalla táctil, intentad convencerme, por favor. Siempre estoy dispuesto a perder una discusión.
Ya que lo preguntas, la Surface (que es la que tengo yo) y los demás convertibles en modo tablet, le daría cien mil patadas a los iPad si no fuera por:
A) El modo tableta es un poco cutre.
B) Bugs. Docenas de bugs sin solucionar en el modo tableta.
C) Bugs. Docenas de bugs sin solucionar en el modo tableta.
D) Bugs. Docenas de bugs sin solucionar en el modo tableta.
E) Bugs. Docenas de bugs sin solucionar en el modo tableta.
…
Me refería más al tema de la ergonómica al usarlo en modo portátil. Si se usa o no mucho esa opción.
Tampoco es que sea muy ergonómico, la verdad. Pero yo tengo una funda con asa, y paso la mano por debajo y se sujeta bastante bien con la goma. Pero luego está la usabilidad, que apesta (y los bugs).
Esta: https://www.amazon.nl/dp/B09MN8XPNB
Entiendo.