Tercera aparición televisiva en apenas dos semanas. Las tres (aquí la primera, aquí la segunda), más o menos sobre el mismo tema: Elon Musk y su llegada a Twitter. Me vais a disculpar por estas entradas de autobombo, pero esta es una buena forma de «archivarlas» y tenerlas siempre disponibles fácilmente a través del blog, espero que no os importe. De hecho, me dan una pequeña excusa para escribir un poco sobre el tema sobre el que hablo en esas apariciones.
Esta mañana me pedían participar unos instantes en el informativo de La Sexta Noticias para hablar de Elon Musk y su última decisión en Twitter: la de dar marcha atrás en su nuevo sistema de verificación de usuarios.
Los famosos «checks azules» que se pusieron en marcha estos días como parte de la suscripción de ocho dólares al mes y que dieron lugar a una peligrosa tendencia: la suplantación de cuentas.
La breve noticia de La Sexta Noticias lo cuenta muy bien, y es especialmente terrible el caso de Eli Lilly, la farmacéutica que ha perdido 20.000 millones de dólares como parte de un falso tuit sobre que iba a hacer la insulina gratuita. Por lo visto hay más razones para esa caída en bolsa, pero es probable que el tuit haya influido también.
En La Sexta Noticias me preguntaban hacia dónde va Twitter y en mi pequeña intervención no sé si ha quedado claro que es imposible saberlo. Lo que no ha salido es lo que he comentado que lo que está intentando Musk es, básicamente, que sea rentable a toda costa. Por eso está haciendo tanto «experimento» y por eso una de las opciones es poner vídeos de pago o incluso hacer que Twitter sea un servicio con un muro de pago como lo son hoy periódicos como The New York Times o El País.
La pregunta, claro, es si la gente pagaría por usar Twitter. Dudo que lo hicieran a no ser que hubiera incentivos muy claros. Planteé esa pregunta en 2018 al hablar de un teórico Facebook o un Twitter de pago pero mucho más privados, y no tengo nada claro que la idea pudiese funcionar, sobre todo con tanto competidor ofreciendo otras vías de comunicación.
Lo cierto es que Twitter es hoy por hoy una enorme incógnita, y tras las decisiones que está tomando no tengo muy buenas sensaciones respecto al futuro. Los usuarios creo que tenemos aún esperanza, pero los trabajadores de Twitter deben estar que trinan –pun intended– porque los cambios internos son enormes.
Sin más, os dejo el vídeo por si queréis echar un vistazo. La fuente original, aquí.
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