Tecnología

No me cuentes penas

Hace un porrón conocí a dos amigas con caracteres bastante distintos. La una era una ruleta rusa: tan pronto era la persona más feliz y divertida del mundo como le daban unos yuyus espantosos. La otra era mucho más «plana»: se alegraba y deprimía, pero de forma moderada. Un buen día se les ocurrió irse […]

Standard