No es mi intención con este post hacer repaso detallado del evento de Apple de ayer, pero sí que puedo dar unas primeras sensaciones de lo presentado:

1. HomePod mini: aquí diría que Apple se ha visto muy beneficiada por el lanzamiento de los nuevos Amazon Echo Dot de 4ª generación, que han salido bastante más caros que sus predecesores y que ya no molan tanto para comprar en packs de dos o tres unidades por las buenas. El HomePod mini es una alternativa que no veo especialmente mejor en nada (y desde luego, no por Siri) pero que con cosas como el soporte multiroom, el emparejamiento estéreo o lo del intercomunicador igual tiene éxito. Aunque a 99 euros… buf. No es para mí.
2. iPhone 12 y 12 mini: del mini hablo más adelante, pero creo que el iPhone 12 se queda un poco en tierra de nadie: por debajo el iPhone 12 mini es más interesante por precio y diagonal, y por arriba tanto el iPhone 12 Pro (misma diagonal que el 12) y el Pro Max le dan unas cuantas patadas.
3. iPhone 12 Pro y Pro Max: como digo, creo que el iPhone 12 Pro va a ser el ganador y el que más venda, seguido de cerca por el iPhone 12 Pro Max y el iPhone 12 mini. Seguro que me equivoco, pero esa sería al menos mi preferencia y mi apuesta. Apuesta total por cámaras aquí, y curioso que diferencien precisamente el Pro Max del Pro en alguna capacidad extra de las cámaras además de en la diagonal. Para quienes quieran la mejor cámara (y mucha gente la quiere) no hay duda: el 12 Pro Max plantea garantías estupendas. No tengo opinión sobre el «escudo cerámico» todavía, pero LiDAR me parece una memez. Por ahí vi un tuit que decía que están metiendo LiDAR en los teléfonos para que este componente baje de precio y así lo puedan meter de forma asequible en las hipotéticas Apple Glass de realidad aumentada. Tiene sentido.
4. MagSafe: no me mola nada que hayan reutilizado el nombre del conector mágico de los MacBook que luego retiraron, pero oye, es su nombre y hacen lo que quieren con él, como dijo ayer mi compañero @josedextro durante la cobertura. Creo que es un invento muy de Apple, una variación propietaria de un estándar que funciona (Qi) y que te venden como solo ellos suelen hacerlo: con MagSafe cargará a 15 W, con Qi a 7,5W. Es bastante lamentable promocionar así una tecnología que está dirigida a una cosa que yo no soporto: vender más y más accesorios de Apple y sus socios.
5. Cargador (y auriculares) fuera: ya no los incluyen en la caja, no de los iPhone 12 sino de ningún iPhone que vendan a partir de ahora. Es flipante, pero ya he hablado de ello en Xataka. Por un lado bien porque efectivamente el argumento del medioambiente es correcto. Por otro, a ver, Apple, que no somos tontos: esto hace que ahorres dinero (no incluyendo esos componentes) que ganes dinero (vendiéndolos porque no están, pero como accesorios) y que ahorres más dinero (en logística). Es un súper win-win-win para ellos que nos venden como un win para nosotros. Como decía Marques Brownlee en un vídeo de hace unos meses, esta es la Apple de siempre creando un problema a sus usuarios y luego vendiéndoles la solución por 20 o 30 dólares extra. Eso sí, atentos porque apuesto a que en dos años ni Perry Mason incluye cargador en la caja del móvil. Bueno, si acaso lo harán los móviles guarripeich, ya sabéis.
6. Lo que no vimos: ni AirPods Studio ni, desde luego, los Mac ARM, que parece que tendrán evento propio. Por un lado me da rabia porque tenía ganas de conocerlos. Por otra, creo que es buena decisión: esta transición merece evento propio para lo que será una teórica revolución.

Pero volvamos al iPhone 12 mini, que es del que quería hablar. Lo dije hace meses: me flipa que Apple haya lanzado el iPhone 12 mini. No me flipa nada su precio de 809 euros, que de mini tiene poco, pero el concepto, como tal, me alucina. Lo hace porque con este móvil Apple consigue algo que ningún fabricante ha hecho en mucho tiempo: ofrecer un móvil de gama alta compacto.

Ser compacto es de hecho una de las teóricas señas de identidad de los móviles guarripeich. Lo suyo es que un móvil súper caro sea súper grande. Como el iPhone 12 Pro Max con sus 6,7 pulgadas y sus 1.259 euros de precio (y lo escribo así, tan tranquilo), un dispositivo que es más que nunca una cámara (de vídeo) con funciones de smartphone.

Con los iPhone 12 mini las pretensiones en el apartado fotográfico bajan, pero en todo lo demás tenemos un móvil que es un primer espada. Muy atrás queda el iPhone SE (2020), el más guarripeich de los móviles de Apple y que tiene un precio oficial de 489 euros (389 euros en la app de eBay con el código P10MOVILES). Tengo que poner guarripeich en cursiva porque es precio es nuevamente poco guarripeich, sobre todo viendo cómo los Poco X3 NFC de 128 GB se pueden conseguir por apenas 234,90 euros en Amazon. Hay muchas diferencias entre uno y otro en formato, pero si no sois adictos a iOS la elección para mí está clarísima. Pero oye, el iPhone SE (2020) sigue siendo un móvil estupendo para toda esa gente con el iPhone 6 o el iPhone 7 o el iPhone 8 cascadetes después de varios años de batalla.

El iPhone 12 mini es otra cosa. No es barato, desde luego, pero eso no parece importarle demasiado a quienes compran un iPhone. Lo que importa es que no tiene rival en el mercado. Cero. Nada. Niente. Si buscáis un móvil compacto de gama alta, no encontraréis otro modelo mejor en la actualidad. Que sí, que podéis ir a un modelo guarripeich de gama media o baja basado en Android, pero ninguno competirá en prestaciones (ni tendrá el precio, claro) con el iPhone 12.

Es lo que dije entonces: no entiendo a los fabricantes de Android, que llevan tiempo viendo venir esta amenaza y no parecen reaccionar. Igual no todo el mundo quiere o necesita un pantallote de 6,5 pulgadas. Igual les mola tener un móvil más pequeño. Puede que no sea mucha gente, pero la que hay ahora mismo tiene un producto perfecto a su alcance, y es de Apple.

No estoy seguro de que el iPhone 12 mini: el problema con lo compacto, por cómodo que sea, es que la sensación de que cambias de un móvil «de verdad» a uno «de juguete» es inevitable. Me pasa a mí con mi P30 Pro (6,44 pulgadas) cuando cojo alguna vez el Galaxy S7 de mi mujer (5,1 pulgadas). De vez en cuando cojo mi viejo Xiaomi Mi 6 (5,15 pulgadas) para ver si sigue funcionando. Lo hace, por supuesto: le instalé Lineage OS y Gcam y de cuando en cuando me tienta volver a usarlo. Pero como digo, el salto hacia atrás a esas diagonales da un poco de vértigo. De repente, efectivamente, parece que estás con un móvil para niños.

Supongo que esa sensación acaba pasando, pero el problema del iPhone 12 mini no es que no sea un gran teléfono. Su problema es que ya nos hemos acostumbrado a aquello de «caballo grande, ande o no ande» también en móviles. Es cierto que una pantalla más grande da muchas alegrías en muchos escenarios (jugar, leer, ver contenidos multimedia), pero estuvimos muchos años tan felices con aquellos móviles que no salían de las 5 o 5,5 pulgadas y que parecían lo más de lo más. Ahora tenemos un maquinón de 5,4 pulgadas que les da sopas con onda a todos los de entonces y a la mayoría de los de ahora, pero el reto es esa vuelta al «no necesito tanto». Y los humanos somos poco de «no necesito tanto», la verdad.

Tengo verdadera curiosidad por saber cómo le va a ir en ventas al iPhone 12 mini. Creo que tiene una oportunidad de crear un estupendo nicho de mercado, pero será el año que viene cuando tengamos la confirmación de que la cosa ha ido bien. Si Apple saca un iPhone 13 mini (o un iPhone 12s mini, a saber) es que este pequeñín ha salido bien.

Si no es así, la conclusión estará clara. El experimento habrá fallado y probablemente no volvamos a ver un móvil compacto de gama alta nunca jamás. Y eso, queridos lectores, sería una tragedia.