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Dadme un SSD y moveré el mundo

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Os habéis quedado sin espacio en disco. Vuestro PC o vuestro portátil no respira porque está haciendo malabares con los 100 o 200 MB que quedan en la unidad de almacenamiento, y estáis hartos de estar limpiando aplicaciones que en realidad necesitáis.

O ni siquiera eso. Simplemente queréis comprar un nuevo disco duro o una unidad SSD para darle más vidilla a vuestro equipo. Hace años que esa es la mejor decisión que podéis tomar a la hora de recuperar un viejo equipo, y de hecho es también consideración importante a la hora de comprar uno nuevo, tanto si lo compráis montado como si os lo montáis vosotros por componentes.

https://www.sabrent.com/uploads/SB-ROCKET-NVMe4-1TB-Main.jpg

La pregunta, claro, es qué unidad elegir. Hoy en día podríamos hablar de cinco grandes grupos de unidades:

  1. Disco duro (HDD) SATA III (5400 RPM): baratos pero más lentos que el caballo del malo. Estos suelen ser protagonistas en portátiles de bajo coste (si es que no meten unidades eMMC) y rondan los 80 MB/s en lectura secuencial. Lo peor, y si podéis, la categoría que debéis evitar a toda costa.
  2. Disco duro (HDD) SATA III (7200 RPM): más revoluciones, más velocidad a la hora de encontrar cositas y escribir o leer datos. Dentro de lo que cabe son hasta aceptables si lo que buscáis es capacidad de almacenamiento, aunque las velocidades suelen ser también mediocres, unos 100-110 MB/s por norma general.
  3. SSD SATA III: fueron la revolución porque de repente las velocidades se cuadruplicaron (o más) sin que el precio subiera demasiado. Aprovechan al máximo el estándar SATA III (suelen superar los 500 MB/s en lecturas y escrituras secuenciales), que sobraba para los discos duros pero que se quedó corto si queríamos avanzar en velocidades de transferencia. De repente todo volaba, y son la compra recomendada por precio/prestaciones para el 90% de la gente.
  4. SSD M.2 NVMe PCIe 3.0: cuando las unidades SSD empezaron a usar el (mucho más rápido) PCIe 3.0 ganaron prestaciones a lo bestia, y a eso se sumó la especificación lógica NVMe que era como darle un chute de vitaminas al PCIe 3.0 para que todo fuera aún más rápido. Aquí las velocidades varían mucho, pero si las cosas acompañan es posible superar a los 3.000 MB/s. Recordad: hace tres puntos hablábamos de discos que iban 30 veces más lentos.
  5. SSD M.2 NVMe PCIe 4.0: rollo ‘Star Trek: la nueva generación’, lo chulo de estas unidades es que aprovechan ese ancho de banda brutal del nuevo estándar PCIe 4.0. Eso hace posible superar los 5.000 MB/s —una absoluta burrada aun viniendo del punto anterior— y es la salsilla que se esconde tras todas esas afirmaciones que están haciendo tanto Microsoft como Sony respecto a sus nuevas consolas. Eso de «carga instantánea de los juegos», «tiempos de espera cero», etc. Todo eso es (o será, si es que lo cumplen) gracias a estas unidades que integrarán ambos fabricantes. Y es la pera, queridos lectores.

Quienes sabéis de esto pondréis el grito en el cielo. Me he dejado por el camino unos cuantos grupos de unidades y he generalizado bastante, pero es que en esencia esa es la foto actual en el mercado del almacenamiento. Al menos, la que yo creo que importa.

https://i0.wp.com/www.techsiting.com/wp-content/uploads/2019/02/SATA-and-M.2-SSD.jpg?fit=1500%2C938&ssl=1

Y aquí viene el motivo de ponerme a hablar de SSDs y HDDs hoy: en TechSpot publicaban estos días un análisis en el que comparaban el rendimiento de distintos tipos de unidades, y metían en el saco estas que he mencionado de estos grupos para ver cómo se comportaban en según qué situaciones. Las unidades analizadas eran las siguientes, y en la tabla encontráis sus precios actuales en Amazon —puede haber ofertas mejores en otras tiendas, pero sobre todo en otras capacidades— y el precio por GB (calculado a lo burro para facilitar las cosas, como si 1 GB = 1000 MB, no me matéis), que es una buena forma de saber si esas prestaciones compensan o no.

DiscoCapacidadVel. Lectura (MB/s)Vel. Escritura (MB/s)TipoPrecioPrecio por GB
Corsair MP6001 TB4.9504.250NVMe Gen 4.0381,84 €0,382 €
Intel Optane 900P280 GB2.5002.000NVMe Gen 3.0447,79 €1,599 €
Samsung 970 Pro1 TB3.5002.700NVMe 3.0314,40 €0,314 €
Samsung 970 Evo Plus1 TB3.5003.300NVMe 3.0219,99 € 0,219 €
Samsung 860 Evo500 GB550520SATA 126,79 €0,253 €
Crucial MX 5001 TB560510SATA121,46 €0,121 €
Seagate Ironwolf8 TB210210SATA (7200 RPM)240,74 €0,030 €
WD Red4 TB150150SATA (5400 RPM)115,43 €0,028 €
Seagate Firecuda2 TB156140SATA (5400 RPM)98,70 €0,049 €

A priori no hay demasiadas sorpresas: si queréis capacidad de almacenamiento tenéis que iros a un disco duro tradicional, y aquí está claro que es imprescindible tirar a uno de 7200 RPM para no morir de desesperación: la diferencia de precio no compensa y de hecho en el caso de las analizadas incluso es igual o peor para las unidades de 5.400 RPM. Una unidad de 8 TB y 7.200 RPM a unos 200 euros es un verdadero chollo a estas alturas, porque bajar de los 0,03 euros por GB (insisto, a 7200 RPM) es algo alucinante y muy buena opción como unidad secundaria. Una buena compañera para vuestras unidades SSD, sean cuales sean las que elegís.

Pero si queréis velocidad, las opciones actuales molan a tope. Si miráis el coste por GB veréis que los 0,219 euros/GB de la Samsung 970 EVO Plus son bastante majetes. A mí me gustan también las WD Black de 1 TB (189 euros en Amazon, o sea, 0,189 €/GB), y dudo que el rendimiento sea muy diferente de unas unidades que son espectaculares en rendimiento.

Pero claro, tenéis la opción de las nuevas unidades SSD M.2 NVME PCIe 4.0, que ofrecen esas prestaciones que te vuelan la cabeza y no son especialmente caras. La Corsair de la tabla sí lo es un poco, pero atentos a esta Sabrent de 1 TB que sale por 199,99 euros en Amazon (0,199 €/GB) y que analizaron los chicos de TweakTown.

Le pusieron un 95 sobre 100, así que imaginad lo encantados que quedaron con estas unidades que fueron las más rápidas de toda la comparativa. No superaron los 3.000 MB/s por poco en sus pruebas más exigentes (las 970 EVO Plus se quedaron en 2.359 MB/s, por ejemplo), pero el comportamiento, a ese precio, es absolutamente espectacular.

En CrystalDiskMark, por ejemplo, si llegaron a los prometidos 5.000 MB/s, dejando atrás a todo lo que se encontraron, incluyendo las Intel Optane que tienen comentario aparte un poquito más adelante.

El problema es que para aprovechar esas prestaciones necesitáis otro PC. Uno con una placa con el chipset X570 de AMD, que permite aprovechar todas las ventajas de la arquitectura Zen 2. Eso significa también nuevo procesador, y aunque podréis montar la unidad de Sabrent (o cualquier otra PCIe 4.0) en vuestro PC actual con PCIe 3.0, estaréis desperdiciando parte de sus prestaciones.

Las pruebas que pasaron en TechSpot están muy bien y como digo recorren varios escenarios, desde las lecturas y escrituras secuenciales a las lecturas y escrituras aleatorias en las que por su diseño arrasan las unidades Intel Optane. Yo jamás compraría estas unidades: son muy buenas en ese tipo de accesos, pero la ganancia en el resto de terrenos no compensa un precio absolutamente descomunal.

Esas dos últimas gráficas dan otra idea de cómo afectan las distintas unidades a escenarios como el de la carga de juegos —la mitad de tiempo, pero no esa carga instantánea de la que hablan Microsoft y Sony, veremos— o la copia de archivos, que lógicamente se beneficia a tope del ancho de banda de los estándares PCIe 3.0 y sobre todo 4.0.

«¿Qué me compro entonces, JaviPas?«. Pues como diría el bueno de Pau, depende. Yo soy muy de aprovechar lo mejor de unas y otras, así que me intentaré poner en situación:

  1. Estáis actualizando vuestro portátil: sacad ese penoso disco duro y meted una buena unidad SATA III de 512 GB o de 1 TB. Esta Crucial BX500 de 480 GB a 57,99 euros (0,120 €/GB) es bastante brutal. Aún mejor la de 960 GB por 102,60 euros (0,106 €/GB). Con eso podréis tirar millas una buena temporada.
  2. Estáis comprando portátil: intentad evitar a toda costa portátiles con disco duro, sobre todo si es de 5.400 RPM, algo bastante normal en equipos portátiles por la escasez de espacio. A poder ser, que al menos combine una unidad SSD de 128 GB con un HDD de 1 TB para combinar ambas. Y si podéis, solo SSD y cuanto más mejor. A mí los portátiles con 128 GB me dan un poco de rabia en estos tiempos, pero podéis aprovechar sus precios (o incluso los de los HDD) y seguir el consejo del punto 1. La unidad que viene por defecto podéis reaprovecharla con alguna carcasa (en el caso de unidades SATA) o adaptador (en el de las M.2) y montaros una simpática unidad externa USB.
  3. Estáis actualizando vuestro PC: podéis dejar la unidad antigua, y lo normal es que si el PC es medio viejo no podáis incluir unidades M.2, así que el mismo consejo que en el punto 1. Como tenéis más espacio en bahías siempre podéis crecer en unidades SSD SATA si lo necesitáis, pero para PCs combinar SSD y HDD de gran capacidad (4 u 8 TB) es también buena idea porque hay muchos datos que no movéis tanto y que no se benefician de esas transferencias bestiales (pelis y música que reproducís (no que movéis de un lado a otro), incluso algunas apps menos frecuentes) y otros que sí. Para el sistema operativo, apps frecuentes, juegos frecuentes y fotos (que son puñeteras por su «pequeño» tamaño) recomiendo a tope meterlo todo en una buena unidad M.2 NVMe. Y si no, estas últimas al menos en un SSD SATA de buena capacidad. Es justo lo que hice yo hace año y medio cuando me compré aquella unidad SSD SATA de 2 TB para mis fotos. No vuelvo atrás.
  4. Estáis montando vuestro PC: pues la verdad es que no difiere mucho del punto anterior, pero claro, tenéis la opción de apostar por AMD, por los nuevos Ryzen, por Zen 2, y por PCIe 4.0 para tener esa opción y compraros la Sabrent de 1 TB de la que hablaba antes. A ella, eso sí, le añadiría un disco duro de buena capacidad para todos esos otros datos que no necesitan velocidades absurdas.

Hay por supuesto otros escenarios y otras casuísticas, pero diría que estamos en el mejor momento —on diferencia— para comprar almacenamiento. Los discos duros y las unidades SSD están a precios absurdos para lo que ofrecen en prestaciones. Para mí no hay ganadora universal clara, pero sí ganadoras para cada apartado. Lo mejor de todo es que en muchos casos podéis combinar unas unidades con otras, así que aprovechad, que esto es jauja.

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6 comentarios en “Dadme un SSD y moveré el mundo

  1. Land-of-Mordor dice:

    Te iba a dar un poquito de cera por haber pasado por encima de las unidades eMMC, pero una vez leído el artículo completo entiendo el por qué: no son unidades que sean fáciles de encontrar en el mercado para sustituir o ampliar un equipo. Hoy te libras XD

    Lo que sí puedo añadir al artículo en los consejos sobre ampliación, es que si lo que tenemos entre manos es un sobremesa y tenemos la mala suerte de que la placa no admite slot M2, podemos ampliar usando una tarjeta PCI-E con slot M2 siempre y cuando nuestra placa (UEFI-BIOS) luego acepte arranque desde ese tipo de unidades. Serán pocos los casos en los que se pueda hacer, pero al que necesite un «plus» al que los SSD SATA III no llegan y no tenga para cambiar placa, micro y puede que hasta memorias, le puede salvar la situación.

    • Te estaba esperando Land 🙂 A mí las eMMC no me parecen nada interesantes en ningún caso, y por la diferencia de precio (si es que los encuentras) prefiero una unidad SSD SATA y a tirar millas. Pero oye, la opción está ahí.

      En cuanto a la placa PCIe para poder conectar unidades M.2 no se me había ocurrido pero es una buena solución también. Puede compensar si quieres ir más allá en prestaciones sin cambiar de placa (e incluso procesador) así que bien apuntado, gracias.

  2. Lambda dice:

    Lo más gracioso es que con un viejo Core 2 Duo, 2 o 4 GB de RAM y un SSD SATA vas que te matas para muchas tareas básicas en pc.

    En cierto modo, es genial que tecnológicamente el mundo del pc ya no vaya a los ritmos que iba en los 90 del siglo pasado .

    Lo malo es que los jugones lo notamos, y mucho.

    • CarlosAMG dice:

      Muy cierto la verdad. Tengo un hermano que se monto su sobremesa hara ahora 11 años,con su Core 2 Duo, 1,5TB de HDD,4GB de Ram,una buena grafica….en resumen, 1000€ de pc en el año 2008 y desde entonces lo unico que le ha tenido que hacer es añadirle un SSD y va como un tiro la verdad para los quehaceres de la vida diaria. En algunas cosas se nota que le cuesta,sobre todo lo mas relacionado con el procesador,pero para el resto,ahi sigue dando guerra a diario conectado a sus dos monitores.

    • Land-of-Mordor dice:

      Es que lo que rinde un Core 2 Duo de entonces es lo que te da un Atom o Celeron/Pentium hoy en día (a veces el Celeron o Pentium rinden un poquito más). Eso sí, lo que entonces se «merendaba» 25-35W en portátil y 80W en sobremesa ahora se conforma incluso con 5W y disipación pasiva.

  3. armindux dice:

    Para los que tiramos de consola como la Playstation 4 también es valido el cambio de disco duro a SSD, los tiempos de carga se acortan bastante y es muy sencillo el cambio.
    Saludos!

Comentarios cerrados