Diamond Multimedia lanzó el reproductor Rio PMP300 en septiembre de 1998. Tuvo un éxito relativo y vendió 200.000 unidades. Yo tuve el Rio 500 que la misma firma lanzó en 1999 y que presumía de su conexión USB. Debo tenerlo aún en algún cajón, pero eso no viene al caso. Aquellos fueron inventos geniales que revolucionaban la industria, pero dio igual.
Rio se comió los mocos. Años después Apple sacó el iPod.
A finales de 2003 Microsoft ya tenía preparada su particular revolución en el mundo de la telefonía móvil. Su plataforma Windows Mobile 2003 for Smartphone hacía acto de presencia en móviles como el Orange SPV E200 que yo tuve en mis manos (creo) a principios de 2004 y que me pareció un prodigio y un producto visionario.
Microsoft se comió los mocos. Años después Apple sacó el iPhone.
Dell lanzó su Dell Streak 5 en 2010. Fue el primer ‘phablet’ que intentó convencernos de que las pantallas grandes eran el futuro de los móviles. Aquel dispositivo tenía 5 pulgadas de diagonal.
Dell se comió los mocos. Años después Samsung sacó su Galaxy Note.
Mucho después una empresa china llamada ZTE nos dejó a todos estupefactos ante aquel engendro llamado ZTE Axon M. Dos móviles pegados en uno, pensamos la mayoría. ¿Realmente podía aquello tener sentido? No mucho, parecía.
ZTE se comió los mocos. Años después Microsoft sacará su Surface Duo.
No sé si veis por dónde voy. Innovar es una mierda. Lo de que el que pega primero pega dos veces rara vez se cumple en el mundo de la tecnología, y si hay una empresa que lo sabe bien es Apple, que suele pegar la última, pero lo hace a lo bestia: aprendiendo de los errores de los demás para plantear productos fantásticos y lanzarlos en su momento.
No siempre lo ha conseguido, claro. Para Apple innovar también ha sido una mierda, como demostró claramente con el Lisa o el Apple Newton. Diría no obstante que en general sus apuestas le han salido bastante bien, y que es la empresa que mejor maximiza su apuesta por la innovación. O por su particular estrategia-falacia de mejoras iterativas, que son lo habitual desde hace años y que le funcionan a tope.
Pero para los demás, insisto, lo de innovar suele costar muy caro. Inviertes meses o años en un producto que plantea un salto diferencial, y salvo excepciones lo normal es que te la pegues más temprano que tarde. Algunas tardan más (Palm), pero como digo quienes tratan de sacar innovaciones brutales lo suelen pagar caro. El último ejemplo que menciono, el del ZTE Axon M, podría ser también fracaso para Microsoft. Si aquel producto fue un fiasco, no tengo claro que el de Microsoft, por pintón que sea, no vaya a serlo también.
En las últimas horas hemos visto otra de esas arriesgadas apuestas por la innovación. La ha hecho nada menos que Essential, que con su PH-1 le mostró al mundo que un mundo de móviles (casi) sin marcos era posible y que -sorpresa- se acabó comiendo los mocos con su invento. Cierto es que no lo hicieron por esa novedad sino por otros factores (el móvil era mediocre y caro, básicamente), pero eso no le resta demasiado al hecho de que estos chicos pusieron sobre la mesa una idea que hoy en día todo Cristo está utilizando en ciera medida.
Parece que con un tortazo no tenían suficiente, porque ahora Essential se ha liado la manta a la cabeza con su Essential Gem, un móvil del que se sabe muy poco salvo por su curioso diseño alargado, que mantiene más o menos la altura de un móvil normal pero acorta su anchura de forma asombrosa. Casi parece más un mando a distancia con ínfulas, como decía Alkar, rollo Harmony, que un móvil.
Estos productos tienen sin duda un encanto especial. Valientes y arriesgados, quienes los lanzan se la juegan con conceptos que a menudo se adelantan a su tiempo y que por esa y otras razones están condenados a no llegar a nada. Es la maldición del verde que te quiero verde. O el producto está verde, o lo está el mercado, o lo están los usuarios, que oye, son comodones y muy de no tocar lo que funciona.
A priori a mí la idea del Essential Gem me parece discutible. No acabo de ver las ventajas que propone a los formatos actuales en los que el equilibrio entre anchura y altura es casi una constante universal: todo está pensado para encajar bien en esas pantallas y no en otras. En los últimos años, que yo sepa, solo ha habido una pequeña revolución en formatos de pantalla, y es la que se ha producido en portátiles y tabletas con formato de pantalla 3:2 en lugar de los tradicionales 16:9 o 16:10. Esos tres formatos han acabado coexistiendo y tienen sus propios fans (yo soy de 16:9), pero no veo cómo en móviles una pantalla que abogue tanto por contenidos en vertical -y probablemente, por pantalla dividida- pueda convencernos de que es mejor que lo que hay hasta ahora.
Es una vez más (creo) una solución en busca de un problema.
Y como con todos esos productos que nacen preguntándose para qué narices sirven, veo la cosa complicada. Querría que Andy Rubin o alguien del equipo contestase a esa pregunta, y supongo que lo acabarán intentando hacer cuando se produzca el lanzamiento final del producto. De momento lo que tenemos es una innovación curiosa y simpática. Una que como poco me ha permitido hablar de innovación, que no es poca cosa.
Pero me da a mí que Essential, una vez más, se va a comer los mocos.
Lo dicho. Innovar es una mierda.
Yo tuve (y sigo teniendo) un MP3 similar al que comentas y no me extrañaría que estuviera basado en ese en parte, dado que el «fabricante» era Airis. Lo que cambiaba era la memoria flash por el disco duro de 1,8» de 20 Gb y añadía cosillas como tener host USB y leer archivos .txt. Te servía de MP3 y disco externo a principios de los dosmiles dado que para conectar al ordenador sólo necesitabas un cable USB, ni programita del fabricante ni drivers. A pesar de ser Airis en 2019 todavía arranca y funciona.
Posteriormente los que empezaron a aventurar las tablets tal y como las conocemos ahora fueron los chicos de Archos, que empezaron con sus reproductores musicales, para luego convertirlos en multimedia y un poco después incorporaran las pantallas táctiles y demás. Todo ello antes de que se supiera qué era un iPad https://en.wikipedia.org/wiki/Archos_Generation_6
También recuerdo los Asus Padphone https://en.wikipedia.org/wiki/Asus_PadFone (móvil que insertabas en una tablet que sólo tenía batería, pantalla y puertos, ¿te suena eso de la convergencia?) y los Asus Transformer https://en.wikipedia.org/wiki/Asus_Transformer , que incluso llegó a haber uno que era a la vez móvil Android + tablet Windows 8 + teclado, pudiendo Windows acceder al almacenamiento del móvil https://gizmodo.com/asus-transformer-book-v-a-5-in-1-android-windows-phon-1584682948
Para que algunos puedan vender «wows» y purpurina en sus presentaciones antes otros, más arriesgados y con capacidad para emprender ese tipo de locuras tienen que haberlo intentado, haber desarrollado las «tripas» que lo hacen posible, etc. Como bien dices, muy pocas veces los primeros se convierten en éxito de mercado, normalmente son otros los que aprovechan ese trabajo previo para poder «asombrar» al mundo.
Recuerdo el Archos Jukebox 6000 de 6 GB que un compi de PC Actual pudo probar cuando lo lanzaron en 2001. Menudo monstruo 🙂 Bien por los ejemplos de convergencia, los tengo todos muy presentes y tanto el PadFone como el Transformer molaban y vislumbraban aquello que luego ni siquiera proyectos posteriores como el SuperBook han logrado ofrecer, es curioso.
Revendedores de wows y purpurina, podríamos llamar a los que acaban llevándose el gato al agua.
El Marketing de los guapis y listos con olfato siempre se llevará el gato al agua (eso sí, hay que pagar bien la publi y hacerla buena y masiva). Y funciona, también si lo que «copias y mejoras» te has asegurado de que sea potable, digerible y usable para mucha gente. Sí. Innovar es una mierda. Díganselo al pobre Nicola Tesla, también.
Por cierto, la idea de Andy Rubin, el Gem ese, está curiosa, pero no hace nada que no haga ya un Iphone SE, por ejemplo. Lo veo dificil considerarlo como innovación. Lo cual me lleva a pensar que los smartphones, igual que los ordenadores de escritorio y los portátiles, ya han encontrado su tope evolutivo (al menos en cuanto a factor forma). Tendría que aparecer algo muy «imprescidible» y rompedor para cambiar eso.
Como tecnófilo estoy un poco chafao ? . Esa Nokia de formas imposibles en los dosmiles… tenía su tilín. Bueno, a ver si se mueve la cosa.
Wow! Gracias por el remember Javi… Yo tuve el PMP300! Lo compré en una tienda (Jump se llamaban?) en Madrid. La gente flipaba cuando lo veían… De hecho lo tengo, me cabían unas 4 o 5 canciones (128Mb?).
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