Durante cierta época creí que Google+ sería la red social que lo cambiaría todo. Aquel desarrollo que originalmente copiaba el diseño de Diaspora* acabó puliéndose para ofrecer una personalidad distinta, fresca y clara. Muy Material Design, sí, pero a la vez muy completa en su propuesta.
La cosa empezaba con ganas y con lecciones aprendidas, porque Google había fracasado no una (Friend Connect) ni dos (Orkut) sino tres veces (Google Buzz) en el segmento de las redes sociales.
Con Google+ la cosa era distinta en varios apartados: nada de pseudónimos o alias (probablemente no permitirlos fue el primer gran error de Google), y «círculos» de usuarios para que lo que compartías llegase solo a quien tú quisieras. Eso se unía a características que luego acabaron volando del nido, como el germen del actual Hangouts y del actual Google Photos que tanto miedito me da.
El caso es que todo parecía pintar bien para Google+, pero aquello nunca cuajó. La gente entraba, veía el jardín, y se piraba. Puede que como mencioné en varias ocasiones el problema fue no dar una API con permisos de lectura y escritura. O esa necesidad de usar nombres reales. O quizás esa obsesión de meternos el servicio con calzador, por ejemplo obligando a comentar en YouTube con cuenta de Google+. U otras cosas.
No sé. Lo cierto es que para entonces Google+ había demostrado que era irrelevante. Era una buena solución a un problema que ya estaba resuelto. Lo habían hecho antes Facebook, y lo hicieron luego mejor en sus respectivos campos otros servicios y aplicaciones como Twitter, Instagram, Snapchat o WhatsApp. Esos otros lograron destacar en un ámbito social: compartir fotos, compartir de forma efímera, o sustituir a las llamadas de voz en el caso de esas tres últimas. Casi todo eso era posible con Google+, pero la red social era algo difusa en su ambición.
Yo seguía visitando mi cuenta cada cierto tiempo. En parte porque Incognitosis tiene allí su sitio (el icono está en la parte superior, al menos de momento), y en parte porque seguía siendo una forma curiosa de seguir algunas comunidades a las que me apunté hace tiempo, como las de las esferas para mi reloj inteligente o la comunidad CyanogenMod a la que me apunté cuando trasteaba con las ROMs personalizadas.
Ese diseño facilitaba seguir las novedades, y diría que Google+ era un pequeño prodigio por redescubrir. Es como si por fin Google+ cumpliera aquello que prometía y nadie se hubiese dado cuenta. Al fin resolvía el problema mejor de lo que lo hacían los demás. De hecho hace todo lo que hace el resto, y en algunos casos mejor.
Pero claro, es Google, y últimamente a Google mejor no tocarla ni con un palo, porque cuando hizo Google+ el fin último, como el de empresas como Facebook, era hacer que vivamos en un mundo mejor recolectar datos. Pero qué queréis que os diga: si alguien va a recolectar mis datos, al menos que lo haga con una interfaz y una usabilidad que a mí me mola.
No sé si hubiera acabado usando Google+ de haber cuajado, pero desde luego esta red tenía muchas más papeletas que el resto. La echaré de menos cuando desaparezca del todo a finales de agosto de 2019, y como he comentado en Xataka me encantaría que hubiera una buena alternativa para lo que quería hacer esta red social. No la hay, porque por un lado tenemos a Facebook y compañía, centralizadas y asumiendo el control de lo que vemos y no vemos (y de nuestros datos, ya puestos), y por otro tenemos servicios como Mastodon —para mí un completo desconocido— o Diaspora, descentralizados en algunos casos pero que se ven perjudicados porque «todo el mundo está ya en esa otra plataforma«.
Y así volvemos a la casilla de salida. En mi caso esa no es otra que la de no usar las redes sociales salvo en el caso de Twitter, que yo uso de una forma muy concreta. Y aquí con Google+ vuelve a suceder un poco lo que pasó con Reader. Cuando uno depende de terceros para hacer ciertas cosas, cede un control que quizás acabe arrepintiéndose (un montón) de haber cedido. La tragedia no es para muchos demasiado importante por el poco uso que han hecho de la red, pero el daño, sea como fuere, está hecho.
Una pena, porque Google+ pudo ser y lamentablemente nunca fue.
Entiendo tu miedo a Google Photos. Pero ahorita, (dspues de Reader) cualquier servicio que uso ya estoy pensando en tener un pie afuera y como lo haria, solo por si acaso.
Aprovecho el servicio, (que se aprovecha de mis datos), pero cuando desaparezca o no me guste algo del mismo simplemente emigro!
Solo usaba Google+ para las comunidades de Nova Launcher y Medium. Me resulta curioso que la primera haya decidido mudarse a Discord, de todas las alternativas posibles.
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