Hace casi 9 años publicaba aquello de ‘Generación Facebook‘ y hablaba de un fenómeno que por entonces asustaba con 140 millones de usuarios. Hoy esta dantesca red social cuenta con más de 2.000 millones de usuarios, y su influencia en nuestras vidas es asombrosa. De hecho uno diría que tenemos dos realidades. La realidad como tal, sin más, y la realidad Facebook, que es la que esta red social pinta en nuestros flujos de noticias a diario.
Uy, que me estoy equivocando. Estoy hablando en primera persona, cuando soy uno de esos raritos que no usan Facebook. Entiendo que hay gente a la que este servicio le viene estupendamente —tengo una hermana que es fan a muerte— pero a mí me parece la segunda peor red social del mundo. De la primera —ya imagináis cuál es— hablaré próximamente.
No veo más que problemas. Ya decía hace también hace unos años que ‘La vida es eso que pasa mientras usas Facebook‘, y me mantengo en esa creencia, que ahora se ve agravada por el hecho de que como decía Facebook plantea una realidad paralela en la que nuestra «cámara de eco» se hace más y más gigante.
Lo comentaban ayer en TechCrunch con un interesante ‘Facebook is broken‘ en el que el autor apuntaba a dos problemas:
- Que Facebook te envuelve en una espiral en la que tu realidad se ve poblada de enlaces y contenidos que refuerzan tus preferencias.
- Hay que atrapar al usuario, así que entre los contenidos que puede seleccionar para ti, Facebook siempre elige los más chocantes y llamativos.
This is the best way I have ever seen expressed what leads to things getting so extreme online. https://t.co/OqBz6yRceZ pic.twitter.com/uX1OwcCE0T
— Robert Kosara ? (@eagereyes) May 20, 2017
En ese tuit al que aluden en TechCrunch se resume bastante bien el problema de una red social que va a los extremos y que nos convierte un poquito en talibanes de nuestras preferencias. Sin opción a tratar de perder discusiones, ya sabéis.
Mucho más contundente se mostraba John Gruber, el súper fanboy de Apple con el que de cuando en cuando coincido en su forma de ver las cosas. Ocurre en este caso, sobre todo tras escribir una columna titulada ‘Fuck Facebook‘ tan bien argumentada y que era una reflexión derivada de la algo más moderada ‘Why I can’t/won’t point to Facebook blog posts‘ de Dave Winer, uno de los bloggers más veteranos (me gana hasta a mí). Gruber tenía no obstante un último párrafo muy bueno para resumir:
Treat Facebook as the private walled garden that it is. If you want something to be publicly accessible, post it to a real blog on any platform that embraces the real web, the open one.
Así es, aunque luego tuviera que volver al tema porque hay quien defiende que lo que hace Facebook está OK. Son muchas las razones por las que no uso esta red social casi nunca, pero las que indican Gruber y Winer son sin duda las más poderosas.
Aunque tengo cuenta en Facebook como escaparate de Incognitosis, las visitas que llegan de allí son mínimas, casi irrisorias, pero claro, hago poco esfuerzo en publicitarme en un sitio en el que no creo. Soy un blog de pacotilla y no vivo de esto, pero es obvio que si tuviera que vivir de Incognitosis tendría que vender mi alma al diablo a Zuckerberg y pasar por el aro, como hacen todos los medios profesionales. Es lamentable, sobre todo teniendo en cuenta que Zuck, futuro presidente de los Estados Unidos, lleva tiempo tratando de crear su propia internet —no es la única—, una en la que no tengas que salirte de tu cuenta para hacer lo que ya haces normalmente en la red abierta.
Menos mal que como digo puedo pasar de Facebook de momento. Así pues, ya sabes, Facebook. Que te den dos duros.
Lástima, el código del Xiaomi MI5 64Gb expiró…
Fallo mío, ha cambiado, sigue estando a 178 con el nuevo cupón 😉 Gracias por el aviso Alberto, a veces se me escapan esas actualizaciones.
PERFECTO!
Xiaomi baratuco 🙂
Muchas gracias Javipas.
No eres tan raro. Aquí otro sin Facebook, Instagram ni tan siquiera Whatsapp. Me apaño la mar de bien con Twitter como red social preferida y Telegram como aplicación de comunicación.
Que te zurzan, Facebook.
Para mí tanto Facebook como Twitter son candidatos al «titty-taintment» que Huxley preconizó en su novela. Eso no quita que haya gente que no las use productivamente (esto es, arrancándoles un beneficio real y tangible, como dinero o proyección pública) pero asumiendo la contrapartida que supone. Por no hablar de que a esas empresas les encantan los «flamebaits» o la carnaza… vean sino las recomendaciones de Youtube, que además premia más el entretenimiento barato que los canales realmente valiosos. Es normal, dicen. Es la nueva TV. Y una leche. Internet no era (sólo) esto. Podemos hacer las cosas mejor.
Aquí otro que no ha tenido nunca cuenta de Facebook y la mar de feliz, así que no eres taaaan raro (o lo somos varios ?) En Twitter sí tengo, pero salvo últimamente que tengo más actividad «de ocio», la mayor parte del tiempo la uso como sistema de información complementario a las rss.
Que te den, Facebook, efectivamente.
Lo malo es que creo que a los que nos están dando es a nosotros, dada su extensión.
No obstante, yo cuando leo esos casi 2 mil millones de usuarios, contando que creo que no está en China, que hay mucha gente sin acceso a Internet, gente mayor, niños, .. me resulta difícil de creer.
Vale que conozco muchísima gente muy enganchada al Face, pero también muchísima que no lo quiere usar y no lo usa. Tendremos cuenta porque la hicimos y hay que tenerla, pero no somos usuarios.
¿No pasará con estos números de Facebook lo mismo que pasa con todas las estadísticas que da esta empresa, ya sea de visualización de vídeos, publicidad, etc.. ?
Primero los hincho y luego a los meses comunicado en secreto de corrección.
También soy de los que odian facebook porque lo considero un sumidero de tiempo. Pero el problema es que tiene una audiencia tan brutal que mi pequeño blog palidece frente a un solo post que hago en Facebook.
A ver si al final va a resultar que los raros son los otros… Yo también soy del club de los que no usan Facebook. Ojo, no lo uso, pero tengo cuenta. La creé muy al principio, antes de que hubiera el boom en España, supongo que porque estaba todo en inglés. Luego estrenaron la versión en castellano y el número de usuarios aquí subió de golpe. Al principio estaba bien para saber que hacían mis conocidos (mis amigos ya lo sabía, porque hablaba con ellos a menudo). Luego Mr. Mark decidió de forma unilateral que me interesaría más lo que él y sus anunciantes quisieran enseñarme que no lo que pudieran explicar mis contactos. A partir de ahí, me di cuenta de que el 90% de publicaciones de mi muro no me interesaban nada (ni de anunciantes ni de contactos). El colmo? Cuando empezaron a ponerme anuncios en alemán… Total, hará ya 2 o 3 años que no entro en mi cuenta, aunque sigue activa (supongo que la incluyen en esos 2000 millones). Antes aún entraba en páginas de empresas que no tenían web propia pero sí en la red social. Ahora para mí eso es un motivo para buscar otra alternativa.
El problema de Facebook y otras redes sociales es la retroalimentación ideológica y social y la percepción distorsionada de la realidad que nos ofrece. Viene a ser como la «explosión» de la prensa escrita los últimos años del siglo XIX y principios del XX. Se abarató mucho el coste de publicación y prácticamente cualquier asociación o particular con medios económicos podía publicar su propio «panfleto», por lo que todo el espectro ideológico tenía su propia visión del mundo a base de noticias impresas. Todo ello, claro está, con total libertad de prensa y nula ética periodística en muchas ocasiones. Esa situación ayudó a crear el clima de confrontación que provocó las dos guerras mundiales (junto con multitud de otros factores).
Hoy internet y las redes sociales están jugando ese mismo rol en nuestra sociedad actual. Lo cual es hasta irónico porque estas herramientas presuntamente están creadas para facilitar el contacto y la comunicación entre personas que están a distancia y sin embargo están sirviendo para avivar odios, rencores y egoísmos varios. Todo ello, claro está, salpimentado por frases grandilocuentes a modo de cartel para que todo el mundo sepa lo profundos que aspiramos a ser cuando en la vida real nos comportamos de manera opuesta y aderezado con banalidades de todo tipo y gusto.
Al final redes sociales como Facebook no son más que el espejo «mágico» en el que se mira nuestra sociedad para verse deformada. A veces mejor de lo que es en realidad y normalmente peor de lo que es en realidad.
Hola Land, Javier y todos los demás. Ciertamente la prensa de finales o más bien de mediados del 19 y principios del 20, sobre todo en EEUU, cultivó con esmero cosas tan aberrantes como el “destino manifiesto de los Estados Unidos”, una especie traducción pragmática del “darwinismo” social que dio frutos tan ponzoñosos como la invasión filibustera de Centro América y la guerra del 56, o la guerra hispano norteamericana, pero eso no fue fruto de que la chusma pudiese publicar tabloides, fue obra de los grandes “influenciadores sociales”, demagogos irresponsables, un ejemplo de esto podría ser la particular competencia por captar audiencias entre Joseph Pulitzer y William Randolph Hearst que por su falta de escrúpulos escrúpulos, devinieron en padres del amarillismo, si alguien lo duda que investigue sobre el tratamiento “noticioso” que estos dieron al hundimiento del USS Maine.
Si seguimos circunscritos al ejemplo estadounidense las opiniones vertidas en las redes sociales son en alguna medida comparables a la explosión de los tabloides y prensa rural, en la que cualquier exaltado religioso o político podía vomitar a sus anchas pareceres de todo tipo, algunos muy tóxicos, hoy las redes sociales son marquesina de filias, fobias, ignorancias, mala intención y todo lo que crezca en la viña del señor, pero hoy al igual que ayer el peligro no radica en la opinión de cualquier Juan Patas, sea este “youtuber”, bloguero, o comentarista ocasional en Xataka.
Te pongo un ejemplo, centenares o puede que miles de pequeños medios rurales de EEUU reproducían en sus páginas las diatribas que fabricaban los Pulitzer y los Hearst, como loritas zonbies, muchos sin saber que ese odio a España, disfrazado de patriotísmo o incluso altruismo,
era fruto de la ideología masónica y anti católica de los círculos del poder que desde su fundación subyacen en los Estados Unidos. Hoy los verdaderos generadores de opinión siguen siendo exactamente los mismos y cada vez está más concentrada la propiedad de los medios de masas, la chusma sin importar el medio, solo canta sobre aquello que no sabe quien le susurra al oído.
Ojo que para no abusar más de la cuenta del blog de Javier, ni siquiera intento mencionar lo que realmente es el cara de libro.
Uso Facebook solo familiarmente, es como el teléfono fijo de internet.
Puse también escaparate de mis blogs e igualmente no los cuido y tampoco atraen muchas visitas que digamos. Creo que la realidad aunque no se admita desde otros medios es que lo que se lee en facebook se queda en facebook. Vamos, que aunque la gente comparte y le da a me gusta ni lo lee, ni casi pinchan en el link.
Gracias por los comentarios, queridos lectores. No he podido responder a cada uno, pero veo que aquí los no-usuarios de Facebook somos la excepción, qué curioso. O puede que los amantes de la red social de Zuckerberg simplemente no quieran decir nada. Uhm :/
Saludos 🙂
Incognitosis es nuestro Facebook :’D
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