Tecnología

11 cosas raras que pasan con el correo electrónico

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Soy fan absoluto del correo electrónico. No tengo una carga exagerada de mensajes, y para mi es la forma casi óptima de gestionar muchas situaciones. Pero claro, el correo electrónico no es para todo ni para todos, y hay que saber utilizarlo correctamente.

Aparecen situaciones de lo más curiosas, horrorosas y graciosas cuando uno lidia con esta singular forma de comunicación, y en WaitButWhy han hecho una lista con las 11 cosas raras que pasan con el correo. Me ha gustado tanto que en lugar de solo enlazarlo, lo adapto y traduzco. He aquí el resultado:

Diferencias en la dinámica del poder

Te esmeras con el correo, te lo trabajas, le dedicas un tiempo precioso, y tras media hora al teclado y quebraderos de cabeza (“¿Es mejor decírselo así o asá? ¿Parezco muy borde, o parezco toli con esta frase?“) recibes una respuesta que además de llegarte una semana después el otro te deja seco. Un par de palabras mal escritas que dejan claro que para él eres un mindundi. Que no tienen ni la más remota intención de perder un segundo contigo. Haz lo mismo. Sé un borde de cuando en cuando, por dios.

El maldito “Responder a todos”

No todo el mundo lo usa, y no todos los saben usar. Sobre todo con gente que no maneja mucho el correo y que contesta de repente a uno solo, lo que hace que el hilo de la conversación se pierda. De nuevo las prioridades entran en juego, porque mucha gente, sencillamente, pasa del correo electrónico.






Problemas para nuestros mayores

Los jóvenes lo tienen más claro, pero la gente que ha tenido que irse adaptando a los nuevos tiempos después de toda una vida de escribir cartas de reclamación o cartas al director puede sentirse un poco superada por estas nuevas tecnologías…

Alguien siempre llega tarde a contestar al grupo

Esto es típico también en WhatsApp, aunque la gente ya directamente se corta y no contesta.




¿Cómo empezar el correo?

Difícil cuestión que además depende de muchos factores. Qué tipo de amistad y relación tienes con esa persona, qué es lo que pretendes con el correo, y cómo es la otra persona son factores que hacen a menudo dudar cómo iniciar el correo. Y tres cuartos de lo mismo con las despedidas, ya sabéis.

Frases robot

Este me ha encantado. Ya sabéis que es posible configurar respuestas automáticas en Gmail y otros clientes de correo, algo que viene muy bien para el tradicional “Estoy de vacaciones” o “Estoy fuera de la oficina” pero que también sirve para gestionar listas de correo o, desde luego, relaciones con conocidos que simplemente no merecen nuestro tiempo (como en el apartado 1).

El arte de los signos de admiración

Uno de los grandes problemas de la comunicación por correo electrónico (y cualquier otra en formato digital) es que es fría y plana. Para eso se inventaron los emoticonos y desde luego los signos de admiración, que pueden hacer que cuando nos comunicamos con alguien al menos mostremos algo de simpatía y empatía. Como en cualquier otro tema, abusar es malo. Conozco a personas muy aficionadas a los smileys en estas misivas y en los chats, y la verdad es que de tanto usarlos parecen un poco… en fin. Como siempre, usad las exclamaciones y los emoticonos con sabiduría. Dos versiones de una conversación, la primera:

Y la segunda, mucho más cordial:

La diferencia puede ser absoluta también en respuestas simples:

Pero cuidado, porque mal usada te puede hacer parecer gilipollas idiota:

Ahí entran en juego también otros signos de puntuación como los puntos suspensivos, que teóricamente mostrarían dudas, algo de misterio, o incluso una indirecta muy directa:

Esa correspondencia interminable

Esto no me ha pasado, pero si dos personas son demasiado educadas e inician algún tipo de conversación puede que se sientan forzadas a hablar de cosas que a ninguna de las dos les interesa para siempre jamás. Uf.

¿Cómo y cuánto reírte?

Creo que es una de esas noticias de ElMundoToday que podría ser totalmente cierta. La de que el 92% de la gente que escribe “jaja” en Internet no se ríe de verdad. ¿Cuantos más “ja” seguidos más te ríes? ¿Qué pasa si uno usa “jeje”, “jiji”, “jojo” o “juju” en su lugar? La psicología vuelve a entrar en juego en este misterioso arte.

Cuidado con las copias secretas

¿Crees de verdad que no estás en grupos de correo electrónico en los que no se usan los remitentes secretos con el famoso Bcc? Piénsalo otra vez y ten mucho, mucho cuidado con lo que escribes. Siempre. Porque lo que crees que le está llegando a alguien le podría estar llegando a mucha otra gente. Poner verde digitalmente a un tercero puede salirte muy caro, así que como dicen los que saben de esto, no publiques, compartas o escribas nada en Internet que no quisieras ver en portada de un Telediario.

Desastres totales: cuidado de nuevo con el “Responder a todos”

Cuidado con ese correo que quieres mandar: comprueba que 1) vas a mandarlo a quien quieres, que 2) no hay otros destinatarios que no tengan que ver el mensaje incluidos y que 3) no pones nada que aunque tú no creas que terceras partes van a ver nunca, podrían ver si la otra persona hace un “Reenviar” o un responder con copia oculta como lo que decíamos antes. Ya hablé de eso en aquel post titulado “C nunca debió enterarse“:

Ya sabéis: cuidado con el correo electrónico, que lo carga el diablo.

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2 comentarios en “11 cosas raras que pasan con el correo electrónico

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