Ya sabéis que últimamente estoy hablando mucho de la potencial rentabilidad económica de algo que empezó por amor al arte como este blog. El inicio de la campaña de Incognitosis en Patreon fue una interesante forma de explorar este tema, que luego he ido compatibilizando con alternativas como los micropagos. En este último tema hay mucho que comentar, pero ya os hablaré de ello en el futuro porque me estoy empapando bien sobre este tipo de sector.

El caso es que la campaña en Patreon ha ido realmente bien este último mes (aquí están los resúmenes tras un mes, dos meses y tres meses), pero sois vosotros los que tenéis que explicarme el porqué. No he hecho nada especial, y de hecho he metido menos banners con el recordatorio de la campaña y experimentado un poco con cosas como PayPal.Me.

Sea como fuere, el resultado es que he pasado a tener 30 patrones que ya aportan 73 dólares al mes. ¡Realmente fantástico!

Eso no quita para que tenga en mente algún que otro cambio que precisamente va dirigido a animar a más lectores a contribuir. Precisamente es algo que hoy estoy debatiendo con los patrones actuales en ese área privada que tenemos en Patreon y en la cual intercambiamos impresiones de forma paralela al blog.

Allí he expuesto algunas ideas para impulsar temas como micropagos o mejores recompensas para patrones, pero de momento no hay decisiones tomadas. Sin embargo ya sabéis que las últimas semanas ha habido mucha reflexión sobre estos temas por aquí y algún movimiento habrá. Este comentario de Uxío da buenas pistas sobre lo que se me ha ocurrido, así que veremos, veremos.

De momento solo quería seguiros contando cómo va la cosa con este singular sistema de suscripción que parece que se puede complementar bien con los micropagos. Hay quien prefiere invitarme a un café una vez al mes, y hay quien prefiere invitarme a ese café -o a un chupachús, que tampoco está mal- ocasionalmente, cuando de repente este o ese post le hacen disfrutar especialmente. Todo tiene cabida, y eso es lo que mola, aunque ya sabéis que las suscripciones son especialmente atractivas para los creadores (y los medios, claro), porque son algo con lo que uno cuenta y que le anima a seguir. Las aportaciones ocasionales o las propinas -que también se pueden ver así- molan mucho también y de hecho pueden acabar siendo más relevantes (lo que dijo otro de los lectores, “a veces muchos pocos valen más la pena que pocos muchos”), así que nada, creo que seguiré dando ambas alternativas.

No os molesto más. Gracias por vuestro apoyo tanto en un sentido como en otro, pero aquí las gracias son especiales para mis patrones, que son algo así como los angel investors de Incognitosis. Ole por vosotros. Por cierto, ya puestos, ahí va botoncito en Dropcoin, un sistema que inauguré el otro día y que está curioso. ¡Por si acaso!