Debe ser mentira. Lo de LinkedIn, digo. Oigo muy frecuentemente -y eso que estamos como estamos en temas de empleo- eso de que «encontré curro gracias a LinkedIn» o, incluso «cambié a un curro mejor gracias a LinkedIn«. Los buscadores de cabezas cazatalentos deben estar a la que salta en esta red social, pero debe ser sólo para ciertos mercados, porque lo que es el de los medios (al menos, los tecnológicos), cero patatero. Al menda lerenda jamás le han hecho propuestas vía LinkedIn. Ni deshonestas.
Así que me produce mucha envidia oír esas historias, y me pregunto si estaré utilizando mal LinkedIn. La verdad es que me esforcé durante algún tiempo, pero hace años que la tengo ahí como mera carta de presentación en modo pasen y vean. Lógicamente actualizo el perfil cuando hay cambios relevantes de trabajo, y además lo que publico en Incognitosis va saliendo también en mis actualizaciones. Ya está. Hasta ahí llega mi actitud proactiva en LinkedIn. No participo en grupos, no recomiendo a compañeros/as y ex-compañeros/as, no comento en actualizaciones de otros contactos, y tampoco valido aptitudes. Cero.
Lo que sí hago es recibir peticiones de contacto. Y aquí mi filosofía es un poco la misma que la que aplico en Twitter, donde como ya conté hace tiempo, tengo criterios claros para decidir si te sigo o no. En LinkedIn son distintos, pero la base es la misma, y de hecho soy bastante «poco sociable» porque mi idea es la de que ya que utilizo LinkedIn bastante poco, hacerlo de forma coherente. Que la red de contactos, por pequeña que sea, incluya a gente que debe estar ahí (bueno, con alguna excepcioncilla). El problema es que las peticiones de contacto que me llegan (yo hago pocas, la verdad) son de los siguientes tipos:
- Familiares que confunden LinkedIn con Facebook.
- Conocidos que confunden LinkedIn con Facebook.
- Amigos que confunden LinkedIn con Facebook.
- Ex-compañeros de trabajo que confunden LinkedIn con Facebook.
- Personas con las que he hablado 5 minutos en un evento o que una vez intercambiaron un par de correos conmigo y que confunde LinkedIn con Facebook.
- Personas con las que jamás he hablado o intercambiado un correo electrónico y que no son capaces de aprovechar la invitación para explicar por qué tienen tanto interés en conectar conmigo. No sé si confunden LinkedIn con Facebook.
- Cualquiera de los casos anteriores en los que uno se mete para cotillear en el perfil y descubre que tienen más de 500 contactos. Estos, os lo aseguro, se creen que LinkedIn es Facebook. Probablemente les extraña que el diseño de LinkedIn sea como es, y que arriba haya un logotipo con la palabra «in» en lugar de la palabra «facebook». Fijo. Fijísimo.
Mi criterio con los casos del 1-7 es siempre el mismo. No solo no les acepto, sino que simpre indico que «no conozco a esa persona» en la razón de no aceptar el contacto. LinkedIn no da más opciones (bueno sí, lo de marcarlos como spam), y creo que aquí podría mejorarse la cosa con alguna opción más tipo «no le conozco demasiado» o un «le conozco, pero como si no le conociera«.
Pondría además una casilla adicional con un «Deseo responder a este contacto indicándole que LinkedIn no es Facebook«.
En realidad esa última respuesta es la que más palo me daría dar, pero sería la que le daría a muchos de los casos de los que hablaba. Tal y como yo entiendo LinkedIn, la idea es sacarle partido en el terreno profesional. Igual estoy siendo un borde asqueroso y un raspa –esto me suena– pero es que (creo que) no necesito 500 falsos contactos de trabajo. Como tampoco necesito falsos amigos en Facebook.
Y ahora, cazatalentos del mundo, contactadme si os atrevéis. Pero usad el cuerpo del mensaje, por favor.
LinkedIn permite encontrar trabajo en la medida en que las conversaciones con empleadores tienen lugar allí en lugar de en otras redes sociales. Ahora mismo, es un sitio donde tener conversaciones y colgar el propio CV, y poco más. Entro varias veces a diario, cuelgo noticias y comento, pero sé que el efecto es mínimo por una razón muy sencilla: el feed de noticias es un producto terrible.
Otra cosa: el inglés. LinkedIn es una comunidad eminentemente anglófona. Hace años traduje mi perfil al idioma de la pérfida Albión y así lo he dejado. Lo actualizo con frecuencia, inserto keywords, busco términos que gente de una startup comprenda sin demasiados problemas. Al final es mejor poner un «I write» (como en tu bio de Twitter) que «Editor en X».
Pues te lo curras bastante más que yo, está claro. En cuanto al inglés, es como todo: si crees que va a ser un factor posible para contactos, perfecto. En mi caso no lo es (o yo no lo creo), y mi enfoque es al mercado español, pero sí que tengo por ejemplo un CV en ambos idiomas por si las flies. Uy. Qué nivel. Qué skills.
Bueno, lo del perfil en inglés es más para enviar un mensaje. Al final LinkedIn no deja de ser un gran juego retórico, y el idioma que se usa es un recurso más.
Por mi experiencia, diría que las empresas/cazatalentos que quieren ‘añadirte’ y sólo te mandan la típica frase no pagan la cuota para mandarte mensajes con título, contenido, etc.
Aparte de los filtros que tu indicas, a las empresas que no pagan no las acepto; y aún así, me lo pienso antes de hacerlo: busco contactos profesionales de calidad.
Mmm pues puede ser, pero me extraña que un contacto al que no conoces de nada no haga el esfuerzo mínimo de explicar porqué quiere añadirte. Eso para mí es un muy mal síntoma. FAIL.
Pues nada , habrá que mandarte petición de contacto , ?.
Ahora en serio , es cierto que su uso deja que mejorar , y que el servicio es mejorable .
Pero no se puede negar su implantación , puedes pasar casi lista.
Yo separo completamente: LinkedIn para trabajo, añadiendo y aceptando solo gente que contacto de primera mano a ser posible con foto. Así que no estás tú ni remoquete.
Facebook solo familia y amigos, de verdad.
Twitter y Google+, sí Google+, para cosas interesantes de cualquier origen, preferiblemente nada de familia, amigos directos, ni por supuesto trabajo.
Claro hombre. Cada oveja con su pareja.