Sorprendentes los 3.200 millones de dólares que Google ha pagado para comprar Nest. Una empresa que en cuatro años de actividad, recordémoslo, ha fabricado básicamente un termostato. Un termostato, yep.

Cierto que el termostato es, en sí, precioso. Ya puede serlo cuando cuesta 250 dólares y cuando teóricamente permite ser rentabilizado ahorrando en la gestión de la temperatura en el hogar. Por supuesto, el termostato inteligente (ahora o un cacharro es inteligente, o no es nada) tiene detrás a gente con muchas tablas, y destaca especialmente su fundador, Toni Fadell, que fue el principal responsable del diseño y creación del iPod de Apple.

En el anuncio conjunto se indica que Nest seguirá operando de forma independiente, y en una entrevista en GigaOm Fadell confesaba que al fin va a poder dedicarse de lleno a crear «experiencias diferenciales para nuestros clientes«, pero me da a mi que el papel de Fadell en Google debería ir mucho más allá de los termostatos. Dado el limitado alcance de Google en el terreno hardware –ni siquiera fabrican sus propios dispositivos, y tienen a Motorola como loca esperando a que les den la bendición para un futuro Nexus– yo diría que al amigo Fadell lo han fichado para que su talento a la hora de diseñar hardware revolucione esa faceta de una empresa que hasta la fecha se ha centrado demasiado en el software. Por cierto, Gruber también ha dado su opinión al respecto hace bien poquito.

Las implicaciones parecen interesantes si le sacan partido a Fadell y a su equipo. No sé por qué, pero me da que trabajo y encarguitos de sus jefes no le van a faltar a Fadell. Ya me imagino a Sergey y Larry: «Tony, anda majo, deja ya de una vez el rollo ese de los termostatos y haznos un reloj chulo que te cagas. Que mole mucho, ¿eh?«. A lo que Tony, por supuesto, debería responder algo tipo: «Sergey, no muevo un dedo hasta que no te quites las dichosas Google Glass de la cabeza. Qué horror de diseño, majo«.