Dispositivo de moda, palabro de moda. El phablet (¿lo llamarán ‘fableta’ en los telediarios este año? Será gracioso comprobarlo), ese dispositivo que se sitúa a caballo entre el smartphone y el tablet, ha sido protagonista en la reciente feria CES de Las Vegas, y varios han sido los fabricantes que han presentado sus apuestas a corto plazo. Sin embargo el gran triunfador actual es Samsung, que con su Galaxy Note sentó las bases de un segmento que por todo lo que he oído vence y convence.

Una de las primeras referencias que tuve sobre el rendimiento de ese dispositivo fue la de Daniel Cuñado, que hizo una interesante comparativa con el Note y el iPhone 4S, con conclusiones que más tarde  confirmaron otros poseedores del Note. Puede que cueste acostumbrarse a un smartphone de más de 5 pulgadas de pantalla, pero una vez superadas esas primeras reticencias está claro que las ventajas superan a las desventajas. Lo explican muy bien en un reciente artículo de Quartz –curioso diseño, pardiez- en el que hablaban de este tema y de la posible entrada de Apple en ese mercado. Y cito:

US journalists love to hold phablets up to their heads in order to prove how ridiculous they are as phones, but that misses the point: the fraction of time we spend using these devices for phone conversations continues to shrink. In surveys, time spent on calls comes in fourth after web browsing, social media, music and gaming, and on average may represent as little as 10% of the two hours a day we spend on our €œphones.€

Así es: por ridículos que nos sintamos con un smarthone de esas dimensiones pegado a la oreja, el miedo a dejar de molar -un factor crítico en cualquier dispositivo electrónico hoy en día- debería desaparecer con ese argumento: ¿cuánto tiempo habláis por teléfono realmente con vuestros smartphones? Yo, desde luego, ni ese 10% del que hablan en ese artículo.

Si corremos un tupido velo sobre la discusión sobre el «ridículo» tamaño del Note y sus sucesores, pronto nos encontraremos con todas las ventajas de estos modelos: un solo dispositivo para todo (nada de llevar a cuestas smartphone y tablet), mayor productividad, mayor comodidad a la hora de consumir contenidos, y mayor batería son claros puntos a favor de unos productos que han demostrado lo que decía alguien en algún blog que leí  estos días. Los phablets demuestran que como en coches, para gustos los colores, y que prácticamente cualquier formato tiene sentido si está bien resuelto.

Por cierto, hablé de lo mismo hace casi un año, cuando rendí un pequeño homenaje a un dispositivo que probablemente se adelantara a su tiempo. ¿Alguien se acuerda del Dell Streak 5? Atentos, que tenemos phablets para rato.