Cuentan las malas lenguas que la feria IFA que se está celebrando en Berlín estos días -acaba mañana- está teniendo dos claros protagonistas. Por un lado los tablets Android, que tratarán de hacerle la vida imposible al iPad -más sobre esto en un futuro posts-. Y por otro, la auténtica revolución de la feria: la tecnología 3D, que parece que ahora hay que aplicar a todos los campos del ocio y el entretenimiento digital.

Los que se han pasado por allí han visto como los grandes de la electrónica han lanzado un montón de soluciones dirigidas a dar soporte a los contenidos 3D, algo que normalmente obliga a utilizar gafas 3D pero que en algunos casos incluso no necesita de ese requisito gracias a los desarrollos de algunos fabricantes que tratan de desarrollar soluciones 3D ‘nativas’.

Esa nueva moda está tratando de aprovechar el tirón de Avatar, la película que inició toda la fiebre 3D y que hizo que hoy en día si un estreno no tiene versión 3D la cosa ya no sea tan ‘fachion‘. Parece no obstante que el interés por los estrenos en 3D está decayendo por dos motivos. Uno, la sensación demasiado artificial que muchas películas ofrecen en su versión 3D -ya que no fueron rodadas en 3D puro. Y dos, claro está el precio.

Pero una cosa es el soporte de 3D en el cine -que creo que acabará decayendo- y otra muy distinta la aplicación de la tecnología 3D a todo los contenidos de ocio en el hogar. Y dudo que las 3D se conviertan en una tendencia realmente consolidada.

Lo comenta también el responsable del blog Technologizer, que deja clara una cosa que vio en la feria IFA:

All the 3D at the show had one thing in common: It€™s lousy.

Se salvaban algunas soluciones -como las de Panasonic, según su opinión- pero en general la sensación era que ninguno de los desarrollos presentados tenían suficiente calidad para ser disfrutados excepto por esos early adopters que quieren tenerlo todo cuanto antes en cualquier campo de la electrónica y la tecnología.

Está claro que, como dicen en el artículo original, lo de las 3D es el nuevo reclamo para una renovación de nuestros televisores. Ya nos dieron razones para el cambio con la TDT y con la alta definición, y ahora ocurrirá lo mismo con el soporte 3D y con la otra gran tendencia de futuro (y esta sí que creo que romperá moldes), las televisiones conectadas a Internet a través de plataformas como Google TV.

El problema no solo reside en que los televisores soporten dicha tecnología: el problema es que los contenidos no existen, salvo por la disponibilidad de algunas películas (apenas un puñado en comparación con el catálogo de películas «2D»). Las emisiones 3D están lejos de llegar al hogar por distintos motivos -requisitos de ancho de banda, entre otros- así que veo muy complicado que esto de las TV 3D se acabe implantando de forma masiva.

Lo mismo podría decirse de los juegos 3D. Ayer estuve viendo en directo cómo funcionaba un sistema completo con NVIDIA 3D Vision. Una gráfica GeForce GTX 460, el aparatito de NVIDIA, las gafas especiales y la pantalla con soporte para frecuencias de refresco de 120 Hz hacen que como mínimo uno tenga que desembolsar unos 600 euros para poder acceder tanto a juegos como a películas y contenidos 3D directamente en su ordenador.

¿Mis impresiones? Bueno, solo pude jugar un momentito a uno de los juegos de la saga Lord Of The Rings, y aunque el soporte era completo, la sensación era la de estar jugando en una especie de maqueta. Había una separación demasiado clara entre los planos 3D, de forma que lo que estaba en primer plano se salía de la pantalla para tocarte (o casi), mientras que el segundo y tercer plano estaban demasiado lejanos. Me recordó a esos libros de cuentos para niños que se abren para desplegar una escena con animalitos o con escenarios en los que por un lado está la maquetita desplegable y por otro el fondo del libro.

Tendría que haber probado algún juego un poco más inmersivo (los Call of Duty, Crisis y demás parecen los grandes candidatos para esta experiencia), pero hoy por hoy no invertiría ese dineral para disfrutar de la experiencia de los juegos 3D. Les falta una vueltecita de tuerca, y eso que hace tiempo que publiqué que lo de jugar en 3D podía ser la pera limonera.

Así que no os emocionéis demasiado con lo de las teles en 3D. Molan para un ratito, pero no todo -ni mucho menos- está hecho para ser disfrutado en 3D. Una buena peli (o serie) en 720p se puede disfrutar fantásticamente sin tanta historieta.